Juan Palma aspira a unos Juegos Olímpicos; de maletero a juez

ACAPULCO.

En la vida hay muchos caminos para llegar a la meta, y también caminantes con diferentes funciones. Juan Palma, de 23 años, es el único juez internacional que tiene México en la modalidad de escopeta del tiro deportivo y esta semana es una de las piezas clave en la organización de la segunda parada de la Copa del Mundo.

Palma administra el Campo de Tiro y Caza de este puerto, a donde llegó desde pequeño a pedir trabajo porque el lugar se ubica a unos kilómetros del pueblo de San Antonio, donde nació y creció.

El Campo se abrió hace 16 años y Juanito llegó desde ese momento a pedir trabajo, obviamente a un niño de ocho años le dices que no, pero volvía cada sábado hasta que le dijimos que ayudara a llevar maletas y cosas sencillas, tuvo tanta disposición que al poco tiempo ya se encargaba de anotar resultados”, relató Jorge Peña, presidente de la Federación Mexicana de Tiro y Caza.

Vivo en el pueblo de aquí abajo que se llama San Antonio, el trabajo me queda muy cerquita. Y ahí vivo con mi papá, mi mamá y mi hermana, tenemos una casa muy humilde”, dijo Juan, quien poco a poco se integró al equipo de tiradores y hasta ganó medallas en la Olimpiada Nacional. “Empecé desde muy pequeño a tirar rifle y pistola de aire, como de los 10 a los 13 años, desafortunadamente las posibilidades económicas no eran buenas, para eso se necesita mucho dinero y el apoyo es escaso”, lamentó.

En 2008 se abrió la convocatoria para ir a tomar un curso de jueceo en Guadalajara, se requería formar equipos de seis integrantes y sólo cinco socios del club estaban dispuestos.

Entonces convenimos llevar a Juanito, y él es juez internacional desde los 14 años”, comentó Peña. “Para mantenerte vigente necesitas estar viajando a competencias y en ese momento el único que tenía tiempo era yo”, continuó Juan.

Se ganó entonces la posición de juez y más tarde comenzó a ir a eventos internacionales.

Debuté en una Copa continental aquí en Acapulco, luego fui a Chile a una Copa del Mundo, a Arizona, dos más en Acapulco y adicionalmente tome un curso en Alemania para capacitar a más jueces, y ahora esta Copa del Mundo es muy importante para mí porque yo soy administrador de este campo y organicé todo el evento”, comentó.

Juan pasó de ser juez nivel B a nivel A, el más importante en el escenario mundial. Enfundado en su chaleco rojo, ahora es responsable de que toda la organización mantenga los parámetros internacionales, y lo hace por dos razones: su sueño y su puerto.

El objetivo de todo juez árbitro es llegar a unos Juegos Olímpicos, como cualquier deportista. Y para lograrlo hay que pasar una larga fila de espera”, admite el mexicano.”Soy Juan Palma, el juez ISSF, el administrador del campo de tiro, y esto es lo poquito que uno puede hacer por su puerto”, finalizó.