Cuando Zidane jugó en México 86

El número 14 de Argelia en 1986 compartía el mismo apellido que el actual DT del Madrid

thumb
El atacante Djamel Zidane anotó el único gol de Argelia, durante el segundo Mundial de México; en la foto supera a la zaga de Irlanda del Norte, partido que terminó empatado 1-1 en Zapopan el 3 de junio de 1986. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

El delantero argelino de rostro quemado y tostado por el sol, como lo describió Arturo Xicoténcatl en Excélsior, se llamaba Djamel Zidane. Él es el único anotador del equipo africano en todo el Mundial de México 86 e ídolo de un niño francés de 14 años, que se empeñaba en las cáscaras en pedir que no le llamaran Zinedine y sólo lo reconocieran por Zidane.

“Te recuerdo, también recuerdo que los dos teníamos más pelo. Vi tus juegos en la televisión, desde que tenía 10 años”, le dijo Zizou a Djamel, en una visita del actual técnico del Real Madrid al país natal de sus padres.

Djamel Zidane, según las crónicas de la época, era un delantero que perteneció a la generación dorada de Argelia, aquella que le ganó un partido de Copa del Mundo a Alemania, en España 82, y luego vio frustrado su intento de superar la fase de grupos debido al arreglo entre teutones y austriacos, en el último partido de la etapa.

En México 86 encontró su última oportunidad de disfrutar un Mundial, anotó en el primer partido contra Irlanda del Norte; fue el jugador que hizo retroceder a la selección de Brasil que apenas les ganó por 1-0 y tuvo que conformarse con ver al equipo de España desde la banca.

En su segundo Mundial, Djamel Zidane no se acercó a los micrófonos. La selección de Argelia evitó el contacto con la prensa y los periodistas del país islámico refirieron que a su representativo les molestaba tener que viajar a Monterrey para su último partido de la fase de grupos.

“Los periodistas africanos nos decían: ‘Si Monterrey se enorgullece por estar al pie del Valle de la Sierra Madre, para los argelinos representa el Valle de la última suerte’”, publicó Excélsior antes de que los africanos perdieran por 3-0 contra España, con dos goles de Ramón Calderé y otro de Eloy.

“No podía hacer muchos cambios al ataque porque teníamos a los españoles sobre nosotros. Muchos de mis mejores jugadores se quedaron en la banca y a España le contaron dos goles en evidente fuera de lugar. Podíamos ganar contra Irlanda, pelear más con Brasil y no salió nada contra España. Me voy contento con la presentación de mi equipo en un Mundial”, dijo Saabane Rabah, el técnico de Argelia.

Al tiempo que en México Djamel se lamentaba por quedar en la banca en su último partido en un Mundial, en Francia, el tercer hijo de Malika y Smail, una pareja de argelinos, miraba junto a sus hermanos la segunda participación en un Mundial de la selección africana.

Los padres de Zizou dejaron Aguemune, la aldea argelina donde vivían, tierra de bereberes, poco después de que Argelia se independizase de Francia en 1962. Se mudaron a Marsella, al barrio de La Castellane, repleto de refugiados argelinos de la guerra.

La duda que provocó que varios medios aseguraran que Djamel y Zinedine eran tío y sobrino, era la misma del niño que en 1986 se preparaba para marcharse a Cannes a probar suerte en el futbol. Smail le decía que el número 14 de la selección de Argelia sólo era el homónimo de Zinedine.