Wegovy y Ozempic: cómo ayudan a perder peso y qué riesgos tienen

La semaglutida, principio activo de los medicamentos Wegovy y Ozempic, fue desarrollada originalmente para tratar la diabetes tipo 2; sin embargo, sus efectos sobre la pérdida de peso la han convertido en una herramienta médica para atender casos de sobrepeso y obesidad.

En México, donde más del 75% de la población adulta vive con alguna de estas condiciones, la llegada de Wegovy marca un nuevo capítulo en los tratamientos disponibles.

El fármaco ya cuenta con el respaldo de estudios clínicos publicados en The New England Journal of Medicine, en los que se reporta una pérdida promedio del 15% del peso corporal en pacientes tratados con semaglutida en dosis equivalentes.

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¿Cuál es la diferencia entre Wegovy y Ozempic?

Ambos medicamentos contienen semaglutida, pero difieren en la dosis y en su indicación principal.

Dosis y objetivo clínico

• Ozempic: diseñado para controlar la glucosa en pacientes con diabetes tipo 2. Dosis de hasta 1 mg.
• Wegovy: diseñado específicamente para tratar la obesidad. Dosis de hasta 2.4 mg.

Según el doctor Bernardo Antonio Díaz Culebro, director médico de la plataforma Clivi, la dosis más alta de Wegovy permite una mayor pérdida de peso, sostenida en el tiempo, siempre que se administre como parte de un tratamiento médico integral.

¿Qué resultados puede ofrecer?

De acuerdo con la experiencia de Clivi, alrededor del 70% de los pacientes que reciben semaglutida logran reducir al menos un 5% de su peso corporal inicial. Esta cifra se considera el umbral clínico de efectividad.

Más allá de la pérdida de peso, los beneficios también se reflejan en una mejora en la salud metabólica, incluyendo:

• Reducción de glucosa en sangre
• Mejora en niveles de colesterol
• Disminución de presión arterial
• Reducción del riesgo cardiovascular
• El riesgo del efecto rebote y la automedicación

Uno de los principales riesgos al usar este tipo de medicamentos sin supervisión es el efecto rebote, es decir, recuperar el peso perdido.

Este riesgo aumenta cuando el tratamiento no se acompaña de cambios en la alimentación, actividad física y salud emocional.

“Sin un enfoque médico, existe riesgo de rebote”, explica el Dr. Díaz. Además, advierte sobre los peligros de la automedicación, que puede provocar efectos secundarios, expectativas irreales y abandono del tratamiento.

¿Cómo debe usarse correctamente?

Antes de recetar semaglutida, se debe realizar una evaluación clínica, estudios de laboratorio y diagnóstico. Los pacientes seleccionados son integrados a un programa multidisciplinario que incluye:

• Seguimiento médico
• Nutrición personalizada
• Acompañamiento psicológico
• Plan de actividad física

Este enfoque busca generar una relación más saludable con el cuerpo y la alimentación, evitando que el medicamento sea utilizado como solución única.

bgpa