¿Tomar alcohol altera tu ciclo menstrual? Esto dice la ciencia

Beber alcohol durante la menstruación puede amplificar el malestar físico y emocional debido a su interacción con las hormonas del ciclo.

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¿Beber alcohol afecta mi ciclo menstrual?Canva

Beber alcohol forma parte de la vida social de muchas personas, pero pocas veces se habla de cómo interactúa con el ciclo menstrual. A lo largo del mes, el cuerpo atraviesa cambios hormonales que influyen en el estado de ánimo, la energía, el dolor y la forma en que se procesan ciertas sustancias. 

En ese contexto, el alcohol no actúa de manera aislada: su efecto puede variar según la fase del ciclo, el equilibrio de hormonas y la presencia de síntomas como cólicos o migraña.

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El alcohol no afecta igual en todos los días del ciclo, ni en todas las personas.Canva

¿Cómo afecta el alcohol a tus hormonas y a tu ciclo menstrual?

El ciclo menstrual está regulado, principalmente, por dos hormonas: el estradiol (E2) —un tipo de estrógeno— y la progesterona (P4). Estas hormonas no se mantienen estables a lo largo del mes: suben y bajan según la fase del ciclo, y esos cambios influyen no solo en la ovulación o el sangrado, sino también en el estado de ánimo, la energía y la forma en la que el cuerpo responde a ciertas sustancias, incluido el alcohol.

En los últimos años, la ciencia ha puesto más atención en esta relación. Lejos de los mitos, hoy se sabe que el alcohol no afecta igual en todos los días del ciclo, ni en todas las personas.

Un estudio publicado en American Journal of Psychiatry explica que el estradiol y la progesterona influyen en el sistema de recompensa del cerebro, el mismo que participa en el placer, el control de impulsos y la búsqueda de sensaciones. Dicho de forma sencilla: las hormonas pueden hacer que el alcohol se sienta distinto según el momento del ciclo.

Esto no significa que “las hormonas obliguen a beber”, sino que pueden modificar la sensibilidad al alcohol y el autocontrol, sobre todo en personas que ya tienen una relación compleja con la bebida. 

La investigación sugiere que en ciertas fases puede haber más vulnerabilidad al consumo excesivo, mientras que en otras el cuerpo parece estar más protegido.

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Las hormonas pueden modificar la sensibilidad al alcohol y el autocontrol.Canva

¿Por qué el alcohol puede empeorar los síntomas de la menstruación?

Muchas mujeres reportan que beber alcohol durante la menstruación hace que los cólicos, la hinchazón o el dolor de cabeza se sientan más intensos. Esta percepción no es solo anecdótica.

Un estudio publicado en BMJ Open, analizó la relación entre el consumo de alcohol y la dismenorrea (dolor menstrual). Los resultados mostraron que ciertos hábitos, entre ellos el consumo de alcohol, se asocian con una mayor probabilidad de dolor durante la menstruación.

Además, el alcohol puede agravar los síntomas menstruales por mecanismos indirectos que afectan al cuerpo en general:

  • Empeora la calidad del sueño, lo que reduce la tolerancia al dolor y aumenta la sensación de cansancio.
  • Provoca deshidratación, lo que eleva el riesgo de dolor de cabeza, fatiga y sensación de “resaca” que se suma al malestar menstrual.
  • Favorece la inflamación y la retención de líquidos, especialmente cuando se acompaña de alimentos altos en sal o azúcar, comunes en reuniones sociales.

Por eso, aunque una copa ocasional no es peligrosa para todas las mujeres, beber cuando ya hay cólicos o migraña menstrual puede amplificar el malestar y hacer que los síntomas duren más tiempo.

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El alcohol puede agravar los síntomas menstruales.Canva

¿Qué se sabe del craving y el consumo de alcohol a lo largo del ciclo menstrual?

Uno de los hallazgos más relevantes de la investigación reciente es que el deseo de beber alcohol, conocido como craving, puede variar según la fase del ciclo menstrual.

1. Menstruación y fase folicular temprana

Durante los primeros días del ciclo, cuando hay sangrado, cansancio y, en algunos casos, dolor, muchas personas reportan que el alcohol “pega más fuerte”. La combinación de fatiga, pérdida de líquidos y menor tolerancia física puede intensificar la sensación de resaca, incluso con cantidades pequeñas.

Ovulación

En esta fase, los niveles de estradiol suelen ser más altos. Un estudio publicado en Frontiers in Neuroscience, muestra que el estradiol puede modular la respuesta cerebral al alcohol y a la recompensa. En términos simples, esto ayuda a explicar por qué algunas mujeres se sienten más impulsivas o con mayor deseo en ciertos momentos del ciclo.

Fase lútea y premenstrual

Aquí se encuentra uno de los datos más sólidos. El estudio de American Journal of Psychiatry encontró que, en mujeres con consumo problemático de alcohol, la fase lútea tardía se asoció con una menor probabilidad de episodios de consumo excesivo (binge drinking), coincidiendo con niveles relativamente más altos de progesterona.

Estos hallazgos no significan que el ciclo determine la conducta, pero sí que las fluctuaciones hormonales pueden influir en el deseo y el control, especialmente en contextos de estrés, ansiedad o cansancio.

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El consumo frecuente o elevado de alcohol se asocia con ciclos menstruales más irregulares.Canva

¿Cuándo el alcohol puede estar alterando tu ciclo o tus síntomas?

Aunque no todas las mujeres presentan cambios visibles, diversos estudios coinciden en que el consumo frecuente o elevado de alcohol se asocia con ciclos menstruales más irregulares. Esto puede incluir menstruaciones adelantadas, retrasadas o con sangrados más prolongados.

El alcohol puede afectar al eje hipotálamo-hipófisis-ovario, un sistema de comunicación hormonal que regula la ovulación y la menstruación. Cuando este eje se altera, el cuerpo puede tardar más en ovular o hacerlo de forma irregular.

Este efecto no siempre es inmediato, pero puede acumularse con el tiempo, especialmente en mujeres jóvenes o en quienes consumen alcohol de forma constante.

La evidencia científica actual no permite afirmar que el alcohol cambie el ciclo menstrual de todas las mujeres, pero sí ayuda a identificar patrones que conviene no ignorar, como:

  • Cólicos más intensos o duraderos cuando bebes durante la regla.
  • Empeoramiento del síndrome premenstrual (ansiedad, irritabilidad, tristeza).
  • Migraña menstrual más frecuente tras consumir alcohol.
  • Aumento notable del craving por alcohol en una fase específica del ciclo.

Si estos patrones se repiten, pueden ser una señal de que el alcohol está interactuando con tus cambios hormonales, y ajustar el consumo puede mejorar de forma importante tu bienestar físico y emocional.

La evidencia disponible indica que el alcohol no impacta igual en todos los momentos del ciclo menstrual ni en todas las mujeres. Las fluctuaciones hormonales pueden influir en el deseo de beber, en la tolerancia al alcohol y en la intensidad de síntomas como el dolor menstrual, la inflamación o la migraña. 

Aunque una copa ocasional no representa un riesgo para todas, observar cómo responde el cuerpo en cada fase del ciclo puede ayudar a tomar decisiones más conscientes. 

Ajustar el consumo, priorizar el descanso y la hidratación, y atender patrones repetidos de malestar no es una cuestión de prohibiciones, sino de bienestar y autocuidado informados.