Urgen a prohibir bodas forzadas; defiende poder  pedagógico del cine

El director de Los amantes se despiden con la mirada afirma que son hechos muy dolorosos que se deben revisar

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cineasta oaxaqueño, Rigoberto Perezcano

El cineasta oaxaqueño, Rigoberto Perezcano, explicó que su película Los amantes se despiden con la mirada surge del miedo, del amor y de su preocupación ante la violencia estructural que viven las mujeres y niñas en México.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río, afirmó que los matrimonios por usos y costumbres deben prohibirse, pues violan derechos humanos y perpetúan prácticas inhumanas.

Destacó que su cinta, la cual participa en el certamen de largometrajes del Festival Internacional de Cine de Morelia, busca sensibilizar más que cambiar sobre el tema de matrimonios por costumbres.

Desde hace mucho tiempo ha sido muy doloroso quizá para muchas de las personas que habitamos este país. Sin embargo, me parece que hay algo que es grave del matrimonio arreglado a través de los matrimonios por usos y costumbres. Tradiciones que particularmente a mí me parece que debemos revisar, atender, deben ser un acto prohibido el permitir estos matrimonios.

Sí, y decía yo que ese atraviesa el tema de las costumbres porque habrá quien diga, ‘bueno, pues eso es una tradición en nuestra sociedad, en parte de nuestra sociedad, es un uso y costumbre son usos y costumbres’”.

Sin embargo, me parece que estas tradiciones y estos usos y costumbres mientras estén violando los derechos de las niñas y de los niños son gravísimos, porque lo hacen a través de intercambios de cartones de cerveza, por ganado, por una parcela. Me parece que son gravísimos, me parece que es una violencia tremenda continuar con una tradición y una costumbre así. Ese es como algo que me parece que no podría continuar”.

Lamentó que este fenómeno no sea solamente en Oaxaca, pues hay zonas de Chiapas, Guerrero,  norte de Puebla y este Sinaloa, donde  hace un par de meses una niña de 11, 13 años estaba casándose con hombre de 40, 45 años, algo “tremendamente jodido”.

Dijo que en su película trata este tema donde un hombre al que le ofrecen a la hija en matrimonio se instala en la casa de la de la familia y utiliza todo su poder de convicción y su dinero para tratar de terminar de arreglar este el matrimonio.

 Perezcano afirmó que el país debe arreglarse de muchos lados, pero un elemento básico es la educación “es el único camino para tratar de enderezar un poquito lo que está sucediendo en este país”.

En ese sentido, afirmó que el cine tiene un poder enorme, un poder de culturización, de lograr que se entienda una problemática como esta: “Sí, claro. Insisto, creo que el cine no cambia las realidades, pero sí se moviliza”.

La película trata de una joven enamorada de un compañero de clase, cuyos padres quieren obligarla a comprometerse con un hombre veinte años mayor que ella, cuando la joven (interpretada por Ximena Figueroa) tiene apenas 17 años. Una historia que, aseguró Cano, buscarán llevar a las poblaciones más alejadas de las urbes para sensibilizar.

Yo soy de Oaxaca y creo que tengo la posibilidad de hablar de estos temas. Se me hace un abuso que esto siga sucediendo, que padres intercambien a sus hijas por un chivo o por un cartón de cervezas. Mientras los usos y costumbres violen los derechos, yo voy a estar en contra. Perdón por la palabra, pero me parece una chingadera”, insistió.

El realizador exhortó a las instituciones, en cuyas voluntades descansa generar un circuito que pueda llevar esta película a las comunidades marginadas, para poder exhibirla lejos de solamente las salas comerciales.

Con información de Jorge Emilio González

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