MONTERREY
La toxicidad que arrastra desde hace años la zona de Céntrika en Monterrey parece no tener solución. Los habitantes no se quieren ir y las empresas tampoco.
Para Walter González, representante legal del fraccionamiento residencial Céntrika Victoria, aunque los vecinos han denunciado el problema, temen perder su plusvalía.
Hay un riesgo latente de contaminación por el subsuelo y a eso le sumas la contaminación que te generan las industrias que ya estaban desde antes ahí, ellos temen que si alzan la voz, el valor de sus propiedades venga a la baja", comentó.
Hoy cientos de familias viven sobre los desechos enterrados de la entonces Minera American Smelting Company (Asarco) y respiran residuos de Vimosa, Vitro y otras industrias cercanas.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, que en 1993 ordenara el cierre de la Asarco por confinamiento de residuos tóxicos, ha recibido nuevamente las quejas de los colonos.
Sin embargo, para González esta demanda sirvió de poco ya que, como con las pedreras, se trata de una lucha contra los emporios económicos más grandes del estado.
"Hay que entender que los dueños de esas empresas son como quien dice coloquialmente, los dueños de la ciudad. Si tú, como político, quieres quitar a las pedreras de donde están, se te vienen todos los despachos más importantes de Monterrey", explicó.
Mientras tanto en Céntrika, en la colonia Asarco y en la Victoria, los automóviles amanecen llenos de polvo, que más bien es cemento, arseniato de calcio, plomo, bismuto, cobre, zinc, cadmio y otros metales.
Teresa González lleva viviendo más de 50 años en la Asarco, con la ventana cerrada para que no entre la tierra. En unas semanas la van a operar de la nariz a consecuencia de la contaminación.
"Tenemos las ventanas cerradas, apenas limpiamos cuando ya estaba llena de tierra. Los árboles tienen mucha tierra suelta, los techos, se volatiza la tierra.
"Alguien debe de hacer algo y nosotros no somos los apropiados para corregir ese problema. Hay autoridades mayores que deberían de hacer algo", dijo.
"La Asarco, desecho de Céntrika"
Por si fuera poco, no hay coladeras en la zona residencial de Céntrika
Cuando llueve toda el agua cae en la colonia Asarco a través de tuberías que han traspasado los muros que separan a ricos de pobres.
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"Una constante que avientan el agua de Céntrika hacia acá, las aguas negras caen por esas ventanillas. Nosotros no teníamos ese tipo de problema, cuando llueve el agua se viene y viene a dar hasta las casas", se quejó doña Tere, una vecina afectada.
Además, les avientan árboles, basura y todo lo que no se ocupa del otro lado.
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*jci
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