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Nacional

La rebelión acéfala: De la Huerta desaparece; Sucesión 1923-24

El movimiento de sublevación contra el presidente Obregón se vio en una situación crítica al perder fuerza, aunado a la desaparición de su líder

Roberto Rodríguez Rebollo | 06-04-2024
Portada del periódico Excélsior en 1924.
Foto: Archivo Excélsior.

Durante el mes de marzo de 1924 el gobierno federal tenía prácticamente sobre la lona a los disminuidos grupos rebeldes sobrevivientes en distintas zonas del país. Las plazas más importantes habían recobrado sus garantías constitucionales.

Poco a poco comenzó a retomarse el tema de las elecciones presidenciales por primera vez desde que había iniciado la rebelión cuatro meses atrás. Se hablaba de Plutarco Elías Calles como único candidato sin que ningún actor político apareciera hasta ese momento le hiciera sombra en la carrera por la silla presidencial.

Mientras tanto, el jefe de operaciones del ejército oficial en la zona de la República, Plutarco Elías Calles, solicitó separarse de manera absoluta del ejército para reincorporarse de lleno a sus aspiraciones presidenciales de cara al proceso electoral. La licencia de carácter ilimitado fue aprobada por el presidente Álvaro Obregón por conducto de la Secretaría de Guerra y Marina.

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Por otro lado, Ángel Flores, entonces gobernador de Sinaloa, que jugó un papel importante en favor de la pacificación del escenario político nacional durante el conflicto armado, viajaba de regreso a la Ciudad de México para reanudar su actividad proselitista como uno de los aspirantes a suceder a Obregón en la presidencia de la República.

RETIRADA ADOLFISTA

En el transcurso del mismo mes de marzo, las tropas del gobierno trataron de impedir la posible huida de los rebeldes en los puertos más importantes como Veracruz y otras ciudades de la frontera con Estados Unidos, donde buscaban interceptar principalmente a De la Huerta y sus principales colaboradores.

También se realizaron diversas incautaciones de bienes y propiedades a los delahuertistas; un proceso en el que intervinieron autoridades de diferentes niveles con la intención de atacar todos por todos los frentes posibles a los alzados.

Además, se implementaron una serie de sanciones a los rebeldes que continuaban con el alzamiento en diferentes regiones del territorio mexicano, aunque sólo eran catalogadas como escaramuzas, Obregón consideró necesario presionar a los líderes en resistencia a que depusieran las armas.

¿DÓNDE ESTÁ ADOLFO?

Funcionarios del gobierno mexicano dieron aviso a las autoridades de Cuba sobre la posible presencia de De la Huerta en la isla. Sin embargo, a mediados de marzo, Excélsior confirmó la salida de Adolfo de la Huerta del país: “Anoche se supo en México que el señor De la Huerta se había embarcado para los Estado Unidos”, puede leerse en las páginas del 20 de marzo de 1924.

Presuntamente estaba acompañado de varios de sus colaboradores más cercanos, entre quienes se encontraba Jorge Prieto Laurens, uno de los impulsores de su candidatura presidencial. También se llegó a hablar de Guadalupe Sánchez, uno de los actores intelectuales de la puesta en marcha del movimiento faccioso.

La noticia fue interceptada por medio de una transmisión de radio. Según el mensaje captado, el líder de la rebelión delahuertista había zarpado desde el 17 de marzo de Frontera, Tabasco, con rumbo a Estados Unidos, sin especificarse su destino. Según la información recabada por este rotativo, la esposa de De la Huerta, Clara O., se encontraba en San Antonio, Texas.

El secretario particular de De la Huerta, Olallo Rubio, salió en defensa de su jefe al presentarse personalmente en la redacción de Excélsior con la intención de desmentir los rumores que colocaban al cabecilla revolucionario en Nueva York como parte de su presunto escape de México luego de ver el fracaso su movimiento de sublevación. El mismo Rubio había sido vinculado al viaje hacia la Gran Manzana.

SIGUE EL DILEMA

Luego el asunto dio un giro inesperado: la versión del posible ahogamiento de De la Huerta cobró relevancia. Según algunos informes recogidos por la Secretaría de Relaciones Exteriores provenientes del consulado mexicano en Nueva Orleans, la embarcación en la que viajaba De la Huerta junto con su comitiva había naufragado unos kilómetros después de haber zarpado en aguas del Golfo de México. El incidente habría causado la muerte del político originario de Guaymas, Sonora.

La prensa de Nueva Orleans confirmaba el suceso, al tiempo que De la Huerta y sus acompañantes se encontraban en calidad de desaparecidos. Un telegrama recibido por el Estado Mayor Presidencial brindó un informe sobre lo ocurrido dándose por hecho la desaparición del buque.

Entre las especulaciones, algunos periódicos cubanos tuvieron conocimiento de que De la Huerta se encontraba con vida y había pisado La Habana durante los últimos días de marzo. Según la prensa de aquel país, el fugitivo y sus acompañantes traían consigo una fuerte cantidad de dinero. Sin embargo, luego de haber sido visto en un vehículo no se supo más de él. Hasta los primeros días de abril no se había podido establecer la ubicación del contumaz sonorense.

Por su parte, el general divisionario, líder de la revuelta en Jalisco, Enrique Estrada, se dirigía a Los Ángeles, California, a bordo de un buque llamado Eleonora. En cuanto las tropas federales tuvieron conocimiento de la huida, se apresuraron a Zihuatanejo, desde donde zarpó, para implementar labores de reconocimiento del sitio a fin de lograr la captura de Estrada.

 

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*mcam

 

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