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Nacional

Perdura murmullo de pasado satánico en el panteón de Zacatlán

Investigadores paranormales dicen que en la zona hay testimonios de encuentros espectrales

pedro juárez | 31-10-2019
El panteón de El Zacatal tiene más de 200 años de antigüedad y está activo; es utilizado por fami-lias de escasos recursos. Foto: Pedro Juárez
El panteón de El Zacatal tiene más de 200 años de antigüedad y está activo; es utilizado por fami-lias de escasos recursos. Foto: Pedro Juárez

LA PAZ.

Alrededor del panteón de Zacatlán existen muchas historias y rumores sobre la existencia de seres que, aun después de la muerte, siguen rondando el mundo de los vivos.

Sin embargo, hay una en la que el señor Clemente Ceseña Olachea, cuidador del panteón, y Gilberto Ortega, investigador paranormal, coinciden: la realización de misas negras y rituales satánicos con sacrificios humanos.

Según registros policiacos y publicaciones en periódicos locales de 1989, se hablaba de que una secta satánica operaba en La Paz, en concreto, en el panteón de El Zacatal”, señaló para Excélsior Ortega.

De acuerdo con los registros, a estos grupos se les atribuía el uso de velas negras que eran encontradas por las mañanas, cuando la gente iba a visitar a sus difuntos.

Gilberto Ortega señaló que estas prácticas se realizaban las noches de Luna llena e incluían el sacrificio de menores de tres años para beber su sangre; los participantes también inhalaban sustancias químicas para contactar al “Señor de las Tinieblas”.

Ortega recordó que algunos periódicos locales que circulaban en 1990 denunciaron que los niños, que eran supuestamente sacrificados, eran raptados de otras entidades, para que no fueran reclamados.

Los menores eran incinerados y lanzados al mar en costales para eliminar la evidencia. En diciembre de 1990, la policía realizaba exhaustivas investigaciones respecto a las sectas satánicas que operaban en el país y habían cobrado más de doce víctimas, sólo en la ciudad de Tijuana. Al parecer, esta secta era la misma que llevaba realizando los actos de sacrificio en el panteón de El Zacatal”, explicó.

El investigador paranormal señaló que han registrado actividad de este tipo en el panteón y que, además, se extiende a las plazas comerciales aledañas, ya que en el pasado eran parte de la misma hacienda ganadera y agrícola que contribuyó al desarrollo histórico de la ciudad, propiedad de don Rosario Sandoval y su esposa doña Josefa, cuyos cuerpos descansan en la capilla principal del panteón.

A pesar de la historia macabra, el señor Clemente no tiene miedo de cuidar el camposanto, pues, además, ahí vive.

Una vez, vi dentro del panteón a un señor montado en un caballo, lo seguí, pero nunca lo encontré; se lo platiqué a mi vieja y me dijo que era el demonio, que hacía su recorrido”.

 

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