Logo de Excélsior                                                        
Nacional

Nos quitan el derecho a vivir: madres sin hijos

Lucha triple de ellas: dejar de sentirse muertas en vida, recuperar a sus pequeños arrebatados por sus exparejas y atención en los juzgados en tiempo de pandemia

Claudia Solera | 10-05-2021
Yo creo que sicológicamente hay que prepararse, porque yo a veces sí caigo mucho en depresión.” Priscila Serrano, perdió a su hija

CIUDAD DE MÉXICO.

La lucha de estas madres es triple: dejar de sentirse muertas en vida; recuperar a sus hijos, que fueron arrebatados por sus exparejas y exigir a los juzgados que
  las atiendan en tiempo de pandemia.

Son miles de mujeres mexicanas que desde 2019, como Daniela Montes de Oca o Priscila Serrano, han tocado a las puertas de Vimor, una red de apoyo gratuito a mujeres, sumergidas en problemas legales por la sustracción de sus hijos.

Vimor nació a raíz de que muchas mujeres comenzaron a buscar a Mayte López, a través de redes sociales, ya que se hizo público el caso de sustracción de sus tres hijos, por parte de su padre, el senador Noé Fernando Castañón Ramírez.

Entonces, muchas mujeres le pedían encontrar alguna solución, algún apoyo, pero Mayte se dio cuenta, de que realmente no existía algo que contuviera a quienes vivían esa situación.

“Y bueno, siendo yo sicóloga y estando en terapias, después de un tiempo, decidí darles este apoyo a estas mujeres con la experiencia, que me ha ayudado a salir adelante en este proceso que he vivido desde 2016”, dijo Mayte en entrevista con Excélsior.

Mayte es sicóloga por la Universidad Iberoamericana y tiene un doctorado en sicología social en la Complutense de Madrid.

Las mujeres que tocan la puerta a Vimor se sienten muertas en vida, ésa es la descripción que  dan en un principio.

“Cuando se acercan a nosotros es un gran paso, porque les cuesta muchísimo pedir ayuda, ya que se sienten muy culpables, son muy juzgadas por su entorno y se cree que por ser mamás, que no tienen a sus hijos, no pueden ser ayudadas o deben verse mal y no tienen derecho a vivir”, aseguró López.

La pandemia ha vuelto mucho más cruel su lucha. Priscila Serrano no tiene noticias de su hija Bdaoli de 10 años, desde agosto de 2020, y ni siquiera ha logrado que las autoridades notifiquen al papá, Gilberto Hernández, para comenzar el juicio de guardia y custodia. Y Daniela Montes de Oca, quien perdió a sus hijas M.R.M.D.O  Y L.R.M.D.O, desde hace tres años, su caso para recuperarlas quedó congelado desde marzo de 2020, que se decretó la emergencia sanitaria.

“Si de por sí todos estos procesos son muy lentos con la pandemia, pues todo se vino abajo. Como los juzgados trabajan un día sí y un día no, también existe un rezago de expedientes. Hay demasiada burocracia. Tienen tantos, tantos y tantos expedientes, que a lo mejor no se toman el tiempo de revisar bien las pruebas”, explicó Daniela.

Priscila no ha logrado que ninguna autoridad notifique a su expareja sobre el juicio de guardia y custodia, solamente pudo hacer la denuncia de sustracción por retención, porque ya pasaron 6 meses sin tener noticias de su hija y logró que se girara la Alerta Amber.

“El abogado me comenta que no podemos avanzar por la pandemia. Le digo ‘¡oiga, cómo vamos con esta situación!’, y me comenta ‘híjole, no salen los acuerdos, precisamente por la carga de trabajo, que tienen en los juzgados”, denunció Priscila.

Desde que empezó la pandemia, la situación se ha vuelto más crítica, porque ha sido más fácil el ocultar a los hijos, así como retenerlos, para que la otra persona no los vea.

“Y estando cerrados los juzgados, el proceso se vuelve más largo y mucho más complicado. Los casos en Vimor han crecido, por eso ahora también nuestros apoyos son en línea, a través de talleres y meditaciones, que quedan grabadas y así abarcamos a más mujeres”, comentó Mayte.

Este tipo de violencia hacia las mujeres ha ido en aumento, de acuerdo con la experiencia de Vimor, y se usa a los hijos como herramienta de venganza o de castigo, por no someterse a sus parejas y por no hacer lo que ellos quieren.

“Ellas se dan cuenta que valen y ya no se someten. Descubren que merecen una vida con respeto, amorosa, con valores y que son independientes, muchas de ellas económicamente. Y sus exparejas al ver que pueden salir adelante, después de haberles quitado todo, sólo les queda arrebatarles a los hijos para intentar destrozarlas”, concluyó Mayte.

A dos años de que Vimor nació, ya tiene 2 mil 271 seguidoras en su página de Facebook: “A lo largo de estos 2 años y medio, que llevamos trabajando con estas mujeres en Vimor, nos hemos dado cuenta que sus exparejas, todos tienen unos rasgos característicos, que se engloban en los rasgos de personalidad sicópatas narcisistas”, según Mayte López, sicóloga.

Son hombres manipuladores, violentos, tienden a mentir, tienen un control excesivo, son celosos, culpabilizan a su pareja de todo lo que les pasa. Utilizan a los hijos como herramienta de venganza o como moneda de cambio para obtener algo de estas mujeres, ya sea que no los divorcien, que regresen al matrimonio u obtener algún otro beneficio.

Por eso Mayte alertó que es importante siempre tener presente el violentómetro, desde que inicia el noviazgo.

“Sufrí todo tipo de violencia con él, física, emocional, sicológica, económica. Me las quitó de la manera más vil y ruin que puede haber. Las niñas apenas tenían 1 año y 2 años de edad. Eran unos bebés cuando me las quitó”, confesó Daniela.

Mientras que Priscila durante la investigación, descubrió que su expareja golpeaba a su primera esposa y tiene una denuncia en el MP de Azcapotzalco.

Ante la indiferencia de las autoridades, tanto Mayte, Daniela, Priscila continúan su lucha para recuperar a sus hijos, desde la trinchera que se los permita.

Este fin de semana, la fundadora de Vimor lanzó “Canción para Mayte” en YouTube, que surgió como un himno y un testimonio de todo el proceso de salvación personal que ha pasado.

“Es para transmitirle a todas las pacientes de Vimor, que vivan un reto de este tipo, de una pérdida muy grande, que en ellas está esa fortaleza, para salir adelante y el renacer de las cenizas como el ave fénix”, dijo Mayté.

“No he podido sanar mi corazón desde ese día. Que me quitaste lo que más quería. Sabes que mis hijos lloran por mí, que no tentaste tu corazón y me dejaste morir”, se escucha en este himno de Vimor.

Daniela y Priscila han venido a la prensa para dar un grito de auxilio. 

“No entiendo por qué alargan tanto los juicios sabiendo que los niños son los que más están afectados. Cuando me las quitaron eran casi unas bebés, ahora ya tienen casi 4 y 5 años. Entonces yo sólo quiero que se haga justicia y que me devuelvan a mis hijas”, insistió Daniela.

Priscila reclamó que en este tiempo de pandemia se ha hecho muy crítica y muy triste su situación.

“Yo creo que sicológicamente hay que prepararse, porque yo a veces sí caigo mucho en depresión, y a veces uno se desespera, quisiera gritar a las autoridades, que nos ayuden”, concluyó Priscila.

Es importante que durante este doloroso proceso las mujeres estén contenidas y apoyadas sicológica y emocionalmente, porque ninguna está preparada para vivir algo tan fuerte.

“A las personas les cuesta mucho entender lo que enfrentamos y minimizan lo que sentimos. En Vimor siempre les decimos que no están solas. Tenemos un chat de contención para apoyar todo el tiempo”, de acuerdo con Mayte.

Y seguirán levantando la voz, porque saben que sus hijos tendrán la certeza de que sus mamás nunca pararon de buscar para encontrarse con ellos.

 

 

Visita nuestra Última hora

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales