Invasión de moscas ataca a vecinos en fraccionamiento de Tizayuca, Hidalgo
Vecinos aseguran que todos los días pasan camiones repletos de estiércol que van tirando los desechos orgánicos atrás de sus casas.

Dentro del fraccionamiento Florencia en Tizayuca, Hidalgo no hay ni una sola ventana o puerta abierta, mucho menos niños jugando en las calles; la razón: Una invasión de moscas que no para de crecer.
Una vecina dice que el problema tiene 9 años, no pueden salir al balcón o a la terraza porque todo está invadido por las moscas. Aseguró que por más fumigaciones que han hecho e insecticidas que han puesto, nada ha funcionado.
Esta vez ni el frío las ahuyenta

En las últimas semanas, las moscas están postradas en todos lados, el cofre de un auto, juegos en el parque, en las paredes de las casas, en los arreglos navideños o las cabezas de las mascotas.
Los vecinos dicen que la raíz del problema viene de la Cuenca Lechera, todos los días pasan camiones repletos de estiércol que van a tirar los desechos atrás de sus casas, antes las moscas se iban cuando llegaba el invierno, pero ahora el frío ya no las limita.

“El entorno del Fraccionamiento Florencia son terrenos agrícolas, lo único que hay alrededor son terrenos agrícolas, eso detona que haya transporte, manejo de abonos”, dijo Alejandro Rosas, director de Ecología y Medio Ambiente de Tizayuca. Agregó que los desechos que llevan los camiones de la Cuenca Lechera llevan un proceso para que se incorporen en la tierra como abono, no solo es dejar el estiércol en el campo como ocurrió esta semana. El municipio de Tizayuca señaló a Imagen Noticias que hay un plan a MEDIANO PLAZO para mejorar el manejo de los residuos para que realmente se conviertan en abono y no solo se deshagan de ellos los camiones.
Estiércol, el gran problema

Las moscas buscan tres cosas para multiplicarse: comida, humedad y calor. El estiércol de vaca, cerdo o gallina les da justo eso: huele fuerte, está húmedo y tiene nutrientes perfectos para que pongan huevos. En cuestión de días, esos huevecillos se vuelven larvas y luego moscas adultas. Si llegan camiones a tirar estiércol de forma constante, es como ponerles un “criadero” al aire libre.
A eso se suman otros factores como granjas, corrales o establos cercanos, basureros, tiraderos clandestinos o drenajes abiertos, mala disposición del estiércol, sin cubrirlo ni tratarlo.
Por eso a veces la gente siente que “de la nada” llegan miles: en realidad nacieron ahí mismo y el ciclo de vida de la mosca puede ser de 7 a 10 días, así de rápido se dispara una plaga.
Cuando hay grandes cantidades, ya no es solo una molestia. Puede haber riesgos sanitarios, porque las moscas cargan bacterias de la basura o del excremento y luego se paran en comida, trastes o superficies dentro de las casas. Pueden provocar diarreas, infecciones estomacales y otros problemas.
Lo único que han podido hacer los vecinos es mantener botes bien cerrados, no dejar comida expuesta, usar mallas en ventanas y trampas, pero ya están hartos de la situación.
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