El Cinturón de Fuego, una de las regiones sísmicas y volcánicas más activas del mundo

Eran las 7:15. Como cualquier mañana, la gente se dirigía a sus trabajos, muchos otros despertaban a los niños para llevarlos a la escuela, todo transcurría como de costumbre y todo cambiaría luego de un par de minutos: lujosos hoteles, edificios emblemáticos, zonas habitacionales colapsarían después de un sismo con epicentro en Guerrero, cuya magnitud sería de 8.1.

El número preciso de muertos, heridos y daños materiales nunca se conoció con precisión. En cuanto a las personas fallecidas, sólo existen estimaciones: 3 mil 192 fue la cifra oficial, mientras que 20 mil fue el dato resultante de los cálculos de algunas organizaciones.

37 años después, a las 13:05 horas, la Tierra se volvería a mover, ahora en menor magnitud, pero con un protocolo de protección civil; sin embargo, después de este sismo, usuarios de redes sociales comenzarían elaborar teorías: que si hay un relación causal con esta fecha o que inclusive pudiera estar asociado con el sismo que ocurrió hace unas horas en Rusia debido a una zona llamada Cinturón de Fuego, pero qué tan ciertas serían estas afirmaciones.

La Tierra como un aguacate

Regresemos a las clases de primaria cuando nos enseñaron que la Tierra estaba conformada por tres capas: manto, núcleo y corteza terrestre (esto será importante para lo que explicaremos en unos párrafos). Imagina que es como un aguacate, el cual tiene su hueso, su pulpa y la cáscara. 

Raul Valenzuela Wong, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, hace esta comparación y agrega que esta corteza se divide en diferentes partes, lo cual se conoce como placas tectónicas.

“Resulta que estas placas tectónicas, bueno la Tierra en su interior, tiene una cierta cantidad de calor que está atrapado. Este calor se produce por la desintegración de elementos radiactivos en el manto como el torio, el uranio y el potasio. Parte de ese calor también está atrapado desde que la Tierra se formó. Este calor está tratando de escapar, tratando de salir y produce un fenómeno que nosotros llamamos de convicción, que hace que el material del mando esté en movimiento”, explica el investigador. 

Al momento en que este material del manto se mueve, las placas tectónicas también se van a mover para liberar ese calor que se encuentra normalmente atrapado. 

Las piezas del rompecabezas: ¿Qué son las placas tectónicas?

La tectónica de placas es una teoría que explica una variedad de características y acontecimientos geológicos. Se basa en un sencillo modelo de la Tierra que expone que la rígida litosfera se encuentra fragmentada, formando un mosaico de numerosas piezas de diversos tamaños en movimiento llamadas placas, las cuales encajan entre sí y varían en grosor, según su composición.

“La orilla de una placa donde se junta contra la orilla de otra placa distinta la mayor parte del tiempo no tienen un movimiento, no tienen un desplazamiento. Sucede que, como consecuencia de esta situación vamos a producir una deformación, la cual va ocurrir cercana a las orillas de las placas”.

El investigador de la UNAM lo compara como si fuera una liga, la cual sostenemos entre los dedos de las dos manos y si la estiramos al momento que nos estiramos o alargamos esa liga, estaremos produciendo una deformación, si se jala muy fuera se va a romper y lo mismo pasa con las placas tectónicas una vez que acumulan una orilla de una placa junto con otra. 

Los tipos de límites de placas tectónicas

Los geólogos han identificado tres diferentes tipos de límites o bordes de placas: zona de subducción, dorsales oceánicas y bordes transformantes.

La zona de subducción

En esta zona es donde dos placas chocan por tener movimientos con direcciones opuestas, la más densa se hunde debajo de la menos densa a lo largo de lo que se conoce como zona de subducción, es decir, la placa que subduce se va hacia el interior del manto, calentándose y fundiéndose parcialmente generando magma que asciende a la superficie. 

“Esta es la placa de Cocos, esencialmente al momento que la placa de Cocos se está moviendo, se está acercando o se está desplazando en contra de la placa de América del Norte”, explicó el investigador.

Las dorsales oceánicas

Las placas se están separando una de otra debido a movimientos que las alejan. Cuando dos placas oceánicas se separan, la corteza adelgaza y se fractura a medida que el magma, derivado de la fusión parcial del manto, asciende a la superficie, se cuela en las fracturas verticales y fluye sobre el suelo marino; al llegar a la superficie, sufre cambios formando una nueva corteza oceánica.

“Vamos a imaginar que tenemos dos placas aquí horizontales y que una placa se está alejando de la otra. Al momento que yo hago la separación estoy creando un hueco y yo voy a permitir que material del interior de la Tierra empiece a salir a la superficie, entonces este es un límite de placas de tipo extensivo o de extensión todo al momento que yo estoy permitiendo que este material empiece a subir”.

Es así como se van generando volcanes y a estos se les llaman dorsales y abarcan buena parte de los límites de placas o de las orillas de las placas tectónicas.

Los bordes transformantes

Estos bordes ocurren cuando dos placas se deslizan en sentido opuesto, de forma más o menos paralela a la dirección del movimiento de la placa, dando por resultado una zona rocosa muy fracturada que a menudo une secciones de cordilleras oceánicas o de trincheras.

“Un ejemplo es la muy famosa, gracias a nuestra nuestros amigos de Hollywood, la  famosa falla de San Andrés en California y que, de hecho, continúa en México. Pasa cerca de Mexicali, aunque en sentido estricto, ya en México no le llamamos falla de San Andrés”, comentó el investigador

El Cinturón de Fuego, una de las regiones sísmicas y volcánicas más activas del mundo

En promedio, hay de 10 a 20 volcanes en erupción en todo el mundo en un momento dado. Si los miráramos en un mapa y agregáramos a los volcanes que no están en erupción, nos daríamos cuenta de algo: la mayoría se concentra a lo largo de los bordes del Océano Pacífico. Esta región se conoce como Cinturón de Fuego.

“Nosotros estamos empezando en México, no, pero si nosotros nos vamos de México hacia el sur, pasamos por la costa oeste, la costa occidental de Centroamérica, donde está Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y luego nos vamos hacia América del Sur”.

En América del Sur encontraremos Colombia, Ecuador, Perú, Chile. Todas esas zonas tendrán una gran actividad, tanto sísmica como volcánica.

Por América del Norte, podríamos pasar por el Golfo de California, que es parte del límite de placas, aunque ahí no hay destrucción sí hay actividad sísmica y volcánica. Al igual que si pasamos por Estados Unidos y Canadá del lado del Pacífico.

“Y llegamos a Rusia, a la península de Kamchatka, nos seguimos bajando ya hacia el sur llegamos a Japón, podemos llegar Filipinas a Taiwán toda esa zona y nos podemos seguir inclusive hasta hasta Nueva Zelanda, donde existen una serie de islas de origen volcánico. Toda esta región que acabamos de describir ahorita es lo que nos integra lo que llamamos el cinturón de fuego del Pacífico”.

¿Hay alguna relación entre las placas tectónicas de diferentes países?

Luego del sismo del 19 de septiembre de 2022, usuarios de redes sociales comenzaron a formular hipótesis en las que presuponen que el sismo de Taiwán provocó el sismo ocurrido en México días después; sin embargo, el investigador de la UNAM descarta esto.

“Al menos la experiencia, hasta donde hemos encontrado ahora, el sismo más grande es de magnitud 9,5 y abarcó sólo una parte de la costa del país de Chile y no afectó a nuestro país. Entonces, bueno, no podemos pensar que si nosotros tenemos un sismo en Taiwán o Japón eso va a desencadenar actividad sísmica en México, no de la magnitud de la que estamos hablando”.