La Constitución, inmortal y más allá de las letras: Pablo Andrei Zamudio Díaz

“Muchos piensan que al cambiar su texto pueden transformar la tinta viva de la Constitución y, con ello, alterar o restringir sus principios fundacionales”, señala Zamudio Díaz

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En un contexto donde las reformas recientes parecen buscar redefinir la esencia de la Constitución, el abogado constitucionalista Pablo Andrei Zamudio Díaz reflexiona con firmeza: “La Constitución no ha muerto ni morirá, es inmortal”. Sus palabras resuenan en un momento en que algunos creen que estas modificaciones pueden alterar los principios que sostienen el fundamento de la Constitución. No obstante, Zamudio Díaz asegura que la esencia constitucional sigue viva, más allá de las letras reformadas.

“Muchos piensan que al cambiar su texto pueden transformar la tinta viva de la Constitución y, con ello, alterar o restringir sus principios fundacionales”, señala Zamudio Díaz. “Sin embargo, esa creencia denota un desconocimiento de lo que realmente significa la Constitución: no es un texto y ya; vive y trasciende lo escrito. Se arraiga en la justicia y en el respeto profundo de los derechos humanos”.

El abogado subraya que la Constitución posee anticuerpos naturales que le permiten resistir los intentos de distorsión por parte de quienes nunca han comprendido su verdadero alcance. “Las reformas de época pueden responder a coyunturas políticas, pero no pueden suprimir los cimientos que garantizan derechos y libertades fundamentales”, puntualiza.

Zamudio Díaz sostiene que, mientras el Poder Judicial conserve, rescate y sume en sus filas a personas que asumamos que nuestra misión debe ser proteger los principios que trascienden cualquier cambio de grafema, la Constitución seguirá prevaleciendo. “Podrán modificar las letras, pero jamás cambiarán la esencia de lo que constituye”, afirma con determinación.

Para él: “La auténtica defensa de la Constitución no radica en preservar simplemente las palabras que la componen, sino en la convicción y el compromiso de quienes desde dentro del Poder Judicial reconozcamos y sumemos que nuestra misión es y será proteger los principios fundamentales que, a pesar de las reformas, permanecen y permanecerán inquebrantables”, concluyó.