Con yoga, buscan en reos una mejor readaptación

El grupo de distribución de drogas en el Cereso de Atlacholoaya, Morelos, se inconformó por las clases de esta actividad, pues golpeó al consumo

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El narcotráfico al interior de los penales y la burocracia complican los proyectos de organizaciones civiles que buscan la readaptación de los internos.

Así lo advirtió Ann Moxey, directora de la Fundación Parinaama, quien cumple 20 años de llevar yoga a reclusorios, centros de rehabilitación, y comunidades vulnerables a la violencia.

Ann Moxey relató el control que ha tomado el narcotráfico al interior de los penales y expuso su experiencia en el Centro de Reinserción Social de Atlacholoaya, en Morelos, donde el grupo de distribución de drogas entre los internos se inconformó por las clases de yoga al alejar a los convictos de las adicciones.

Hace 5 años me llega un día el que estaba encargado de cultura y deporte empleado del gobierno del penal y me dice ‘maestra, tenga usted cuidado, porque la Comisión no está nada contenta con usted, porque ha bajado el consumo’”, recordó.

La también periodista, psicóloga y tanatóloga relató que en diciembre pasado regresó al penal, luego de que se limitaron los espacios para practicar yoga en dicho penal y la sugerencia que le dieron fue hablar con un líder a quien identificó como Ántrax, para que se pudiera seguir con los ejercicios.

Yo hablé con el llamado Ántrax en una visita al penal desde que salí por las amenazas. Pedía hablar con las autoridades y resulta que las autoridades me dicen vamos hablarle al Ántrax”, recordó.

Daniela Mondragón, integrante del colectivo Hermanas en la Sombra, declaró que tanto familiares como para organizaciones sociales se ven limitadas por la burocracia para poder ver a sus familiares privados de la libertad.

A nosotras como colectiva editorial Hermanas en la Sombra que trabajamos desde 2007 en el Cereso femenil de Atlacholoaya van dos años que nos han negado el acceso en un trabajo que tenía un ritmo semanal. No hemos podido ingresar, nunca se nos dio una razón por la cual ya no podíamos continuar con este proceso”, lamentó.

Carla Esmeralda Ramírez, exinterna y ahora coordinadora del programa de prevención de Fundación Parinaama de Parque Acapatzingo, expresó que en algunas ocasiones las autoridades penitenciarias ponen obstáculos a los profesores para que no den las clases.

Ramírez, quien estuvo presa durante nueve años y quien aprendió de Ann Moxey, aseguró que practicar yoga durante los años de reclusión cambió su vida positivamente.

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