Un archivo vivo, replicadores del conocimiento

Excélsior hizo un reconocimiento al interior del Archivo Histórico y Biblioteca Central del Agua, perteneciente a la Comisión Nacional del Agua

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Fotografía en blanco y negro del edificio que albergaba la Comisión Nacional de Irrigación en la Ciudad de México, captada desde la avenida Balderas a mediados del siglo XX, con autos antiguos y personas en la calle, destacando la arquitectura porfiriana y detalles neoclásicos del inmueble ahora sede del Archivo Histórico del Agua.

En el corazón del bullicio de la avenida Balderas, se esconde un acervo donde se conservan documentos, planos y fotografías que son un testimonio vital de la importancia del agua desde la época virreinal.

Excélsior hizo un reconocimiento al interior del Archivo Histórico y Biblioteca Central del Agua, perteneciente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ubicado en la avenida Balderas No. 94, alcaldía Cuauhtémoc, colonia Centro de la Ciudad de México.

En compañía de la subgerenta de cultura del agua, Anel Oceguera Vergara; la coordinadora del archivo, Olga Manuel Castillo; la responsable de proceso de gestión documental, María Gabriela Vilchis; y el supervisor técnico, Jesús Garrido Gatica, se exploraron los rincones del edificio histórico que alberga gran parte de la historia del agua.

Diseñado por el arquitecto Carlos Herrera, el inmueble fue construido a finales del siglo XIX; inaugurado por Porfirio Díaz en 1906 como parte de las celebraciones del centenario de la Independencia de México.

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Imagen en blanco y negro de los años 20 del edificio histórico que albergó la Comisión Nacional de Irrigación en la Ciudad de México, con una persona cruzando la calle empedrada y un automóvil antiguo estacionado frente al inmueble, destacando la arquitectura original porfiriana.

En un inicio, se convirtió en sede de diferentes dependencias, incluido un centro médico, hasta 1926, año en que fue ocupado por la Comisión Nacional de Irrigación, principal antecesora de la Conagua. Desde entonces es la sede del archivo relativo a la situación del agua en el país generado a lo largo de casi cien años. 

De acuerdo con información oficial, “dentro de las instituciones que le antecedieron destacan la Dirección de Aguas, Tierras y Colonización creada en 1917; la Comisión Nacional de Irrigación, en 1926; la Secretaría de Recursos Hidráulicos en 1946 y la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en 1976”.

En enero de 1989 se creó la Comisión Nacional del Agua, como institución regente en materia hídrica e infraestructura hidráulica a nivel nacional. Mediante la entrada en vigor de la Ley de Aguas Nacionales, nació el organismo descentralizado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Actualmente, sólo se alberga el archivo aquí porque es muy grande el inmueble, lo demás se encuentra desocupado; aquí se albergaron diferentes instituciones relacionadas con el agua, por eso tenemos un árbol genealógico muy amplio con un legado patrimonial desde 1891 a la fecha”, destacó Castillo.

“Somos replicadores del conocimiento y eso va muy encaminado al objetivo principal que es sumarnos a esta cultura del agua, a este derecho humano. Para transformar esta información en conocimiento, en derecho a la cultura, es necesario cuidar el patrimonio que tiene un registro de Memoria del Mundo de México ante la UNESCO”, agregó.

Por otro lado, el acervo se encuentra en pláticas con la Secretaría de Educación Pública del Estado de México para recibir a alumnos de secundaria de esa demarcación y con ello introducirlos a la cultura del ahorro del agua a través de los documentos.

En ese sentido, el convenio con las autoridades educativas mexiquenses busca sensibilizar a los niños y adolescentes sobre la importancia del patrimonio histórico que resguarda Conagua en sus archivos.

“Estas son las raíces de nuestra memoria histórica hídrica, aquí nace todo, tenemos estos recursos documentales, eso nos compromete a promover la cultura del agua”, intervino Oceguera.

Y continuó, “en noviembre del año pasado, nuestro director general, junto con la presidenta Claudia Sheinbaum, firmaron un acuerdo nacional por el derecho humano al agua y la sustentabilidad. Así, logramos conjuntar a diferentes distritos de riego, industria, empresas, comunidades indígenas, instituciones académicas: todos los sectores de la sociedad se unieron para cuidar el agua”.

Para lograr el objetivo, a la subgerencia de cultura le corresponde implementar una campaña nacional permanente enfocada en el uso y reutilización del agua. “Por ello, nosotros creemos que esta es una gran oportunidad de dar a conocer el patrimonio histórico, que la ciudadanía conozca su historia hídrica que tiene el acervo documental: es un legado patrimonial no sólo para los mexicanos sino también para el mundo”, enfatizó.

Una huella intachable

Con más de veinte años de experiencia dentro del archivo, el equipo ha dado continuidad al trabajo que muchos de ellos comenzaron en su etapa inicial. Identificación, organización, tareas de conservación y hasta el rescate de documentos importantes provenientes de otros estados del país, han formado parte de la labor emprendida por el grupo de trabajo.

Hoy en día, la unidad de información cuenta con un sistema de consulta digital a través del cual se puede acceder al catálogo en línea. En el sitio pueden consultarse algunos de los fondos digitalizados, además de unas 60 mil imágenes disponibles de la colección fotográfica.

Un acervo técnico

En el área de Procesos Archivísticos se encuentra la responsable Jessica Ríos Alvarado, quien detalló que la estructura del archivo está conformada por 7 fondos documentales: Aprovechamientos Superficiales, Aguas Nacionales, Infraestructura Hidráulica, Comisión del Río Grijalva, Consultivo Técnico, Comisión del Río Papaloapan y Colección Fotográfica. 

Más de 240 mil expedientes reflejan la historia del agua como recurso natural desde tiempos de la Nueva España hasta la actualidad. 

“Al tener un vasto acervo es importante que siempre esté organizado y actualizado, porque la información tiene que estar disponible en todo momento para recuperar esa información. El trabajo del archivista es fundamental en cualquier institución, es algo interminable que no se ve pero que a nosotros nos da una satisfacción”, dejó ver Ríos. 

“Las características del inmueble y su infraestructura permiten que las condiciones ambientales sean adecuadas para la conservación de los documentos; nuestro trabajo es que los documentos estén disponibles, para ello aplicamos procesos técnicos de limpieza manuales”, pormenorizó.

Complemento de lujo

En la biblioteca se encuentra a cargo José Roberto Benitez Camacho, un bibliotecario de profesión que tiene poco tiempo de haberse integrado al equipo.

“Esta es una biblioteca especializada con la literatura en materia biotecnológica, pero también somos una biblioteca gubernamental. Nosotros tenemos los trabajos escritos publicados por parte de la Comisión, sus instituciones antecesoras y también de otras editoriales”, dijo Benítez sobre la composición de la unidad de información especializada en estudios sobe el agua, la cual reúne un compendio de tesis y otras publicaciones del mismo organismo.

“El rescate de la memoria nos da identidad y la identidad nos da una personalidad, eso es lo que se ha hecho en estos casi 100 años de gestión de la Comisión en materia de administración del agua: aquí podemos encontrar todos esos procesos”.

La colección bibliográfica está ordenada y catalogada con base en diferentes normas nacionales e internacionales. A decir de Benítez, una de las prioridades es involucrar los diferentes recursos con que cuenta el repositorio para brindar un buen servicio a sus usuarios.  

Con respecto a la integración de nuevos títulos al acervo, dijo que “el programa de ediciones no contempla compras, nos manejamos como una especie de donataria de las publicaciones que hace la propia institución, se adquieren a modo de repositorio institucional, también se aceptan donaciones y tenemos adquisiciones a través de convenios”.

“En cuanto a la importancia de nuestro trabajo, muchas veces es complicado medir ese impacto; nuestras profesiones no son tan vistas, pero sabemos que la labor tiene un propósito que es el bien de la gente: esa es nuestra función como servidores públicos en esta noble institución”, finalizó el especialista en Ciencias de la Información.

Compromiso con la sociedad

Al acompañamiento se unió el responsable de digitalización y apoyo a usuarios, José Rangel, quien cuenta con una amplia experiencia en el manejo de los expedientes que integran el archivo, además, gracias a su papel como historiador, se ha especializado en estudiar la historia del agua en México.

“Los archivos históricos son considerados como un archivo muerto, sin embargo, te puedo decir que el archivo histórico del agua es un archivo vivo, porque mientras el agua sea un recurso indispensable para la vida, en todo proceso económico la documentación que genera el uso social del agua siempre va a estar presente”, subrayó Rangel.

“La Conagua mantiene esa tendencia nacional de administración del recurso y me parece que ahora se le agregaría el considerar el acceso al agua como un derecho humano que es una cuestión fundamental”, complementó el experto.

Rangel explicó algunos documentos seleccionados exclusivamente para Excélsior. La pieza más antigua se trata de un título primordial del pueblo de Alfajayucan en Hidalgo que data de 1558. Asimismo, estaca el reporte de declaratoria de propiedad nacional de las corrientes entre barrancas, arroyos, manantiales, del Valle de México, cuyo expediente fechado en 1922. 

Entre reportes de obra, planos de distribución, títulos de concesión originales, expedientes de construcción de infraestructura, seguimientos fotográficos de regulación, piezas fotográficas que dan cuenta del uso y delimitación de territorios lacustres a lo largo de diferentes periodos históricos, documentos firmados por el propio Porfirio Díaz, así como materiales bibliográficos publicados por investigadores que han abordado el tema del agua, se puede dar cuenta de la riqueza documental que resguarda el archivo.

Actividad digital

“En 1980 se decreta como patrimonio también de la Ciudad de México. También tenemos el reconocimiento dentro de la UNESCO por formar parte del Centro Histórico de la Ciudad de México como Memoria del Mundo. Entonces estamos en una zona reconocida cultural científica y de este valor social”, concluyó la titular del acervo.

El archivo está abierto al público en general y sus catálogos en línea pueden consultarse a través de la página: https://www.gob.mx/conagua/acciones-y-programas/catalogos-en-linea

Por medio de la cuenta oficial de Instagram de Conagua @conaguamx, cada viernes se publica la foto de la semana, además de todo tipo de contenidos acompañados con documentos del acervo. Para mayores informes está disponible el correo electrónico ciagua@conagua.gob.mx

 

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