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Nacional

China explora invertir en construcción y trenes

El país asiático ve con mayor interés hacia América Latina para apuntalar sus planes de expansión

Mario Carbonell e Iván Saldaña/ Enviados | 02-06-2013

PEKÍN, 2 de junio.— “Construir un país próspero, aprovechando su gran extensión”. Ése es el lema que está inscrito desde la época imperial, en 1420, en la parte superior del trono del emperador, en la Ciudad Prohibida, sede del imperio. Y ese mismo lema es el que siguen aplicando los chinos de hoy en día para lograr el crecimiento económico que los mantiene como potencia mundial.

Ese gigante asiático, con un mercado potencial de mil 300 millones de personas y un crecimiento anual de 7.8%, voltea hoy con mayor interés hacia América Latina para apuntalar sus planes de expansión, consciente de la importancia económica de la región.

A tan sólo dos meses de la visita del presidente Enrique Peña Nieto a China, este martes su homólogo Xi Jinping le devuelve la cortesía con una visita de Estado en la que uno de los principales objetivos es que su comitiva de inversionistas explore el mercado mexicano.

Con acuerdos de libre comercio ya en marcha con países latinoamericanos como Perú, Chile y Costa Rica, China busca incrementar su relación comercial con México en distintos rubros, como el de infraestructura de transporte y portuaria, el de telecomunicaciones, el minero y el agrícola, entre otros.

Un ejemplo claro de ello es el de China Harbour Engineering Company (CHEC), una de las empresas más importantes de la industria de la construcción, que ya cuenta con presencia en México y tiene actualmente en fase de edificación un puerto en la ciudad de Guaymas, Sonora.

La experiencia de CHEC en México ha sido fructífera, de acuerdo con Lin Yichong, vicepresidente de la empresa, a pesar de que una de las limitantes es que no pueden invertir más de 49% en los proyectos de infraestructura, según él mismo lo refirió. En entrevista, el ejecutivo de la constructora china recordó que en Manzanillo, Colima, tienen un contrato de construcción de infraestructura portuaria, la cual esperan concluir este año, que representa una inversión de casi cien millones de dólares y generó cerca de 800 empleos locales.

El presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer una lista de 105 proyectos, de los cuales, reveló Lin, CHEC está interesado en la construcción de ese puerto en Guaymas, Sonora. El plan está aún en etapa inicial de negociación y han entablado pláticas con las autoridades mexicanas. Depende, dijo, de dos cosas, “la factibilidad técnica y la factibilidad económica del proyecto; se tiene que ver primero las contribuciones a la sociedad local y la rentabilidad para el inversionista. Después de conocer la decisión del macroplán del sector gubernamental de México podemos tomar una decisión”.

–¿De qué monto de inversión estamos hablando?, se le preguntó.

Aún no se ha decidido el volumen de inversión ni la forma de financiamiento.

–¿Con el cambio de gobierno en los dos países, ven mayores oportunidades de inversión?

Seguro que sí, creo que con la visita mutua de nuestros líderes la confianza mutua política entre los dos gobiernos se va a fomentar. Hay una relación muy estrecha entre política y economía, si entre los dos países se puede mantener una relación política buena, las empresas de los dos países van a fortalecer sus intercambios.

De igual manera, Lin Yinchong expresó que están muy interesados en invertir en el sector ferroviario. Al ser inquirido sobre la posibilidad de que concursen en alguno de los tres proyectos de trenes de pasajeros que se tienen considerados en este sexenio, los de México-Toluca, México-Querétaro y el Transpeninsular, el directivo de la firma china confirmó que ya establecieron contacto con las autoridades mexicanas, aunque éste ha sido aún de manera muy inicial.

CHEC, o China Harbour, como también se le conoce, tiene negocios en 80 países y oficinas establecidas en 50 de ellos, con cerca de 8 mil empleados. Respecto de sus proyectos de inversión en Latinoamérica, por ejemplo, está el de la construcción de la Ruta 32, en Costa Rica, en el que ya han logrado un acuerdo en cuanto a costos y estándares técnicos. El volumen de inversión es de 460 millones de dólares, de los cuales ellos, con el financiamiento del Exit Bank de China, pondrán 400. En Trinidad y Tobago tienen diversos proyectos, como una central termoeléctrica, un puerto y una autopista, en la capital isleña de Puerto España.

Inconvenientes

Previo a la visita del presidente chino Xi Jinping, una comitiva de avanzada que encabeza el ministro asistente del Ministerio de Asuntos Extranjeros, Zhang Kunsheng, vino a México en una misión de exploración, en la que, de acuerdo con sus apuntes, pudieron apreciar que “a las empresas chinas les parece muy difícil entrar al mercado mexicano”, pues en las licitaciones se le da preferencia a las firmas de países con los que se tiene un tratado de libre comercio. No obstante, dijo, ello no ha sido obstáculo para invertir.

En cuanto al intercambio comercial, señaló Zhang en entrevista con Excélsior, reconocen que China mantiene un superávit, mas “no es ése el objetivo” del gigante asiático, sino lograr un balance, para lo cual China “ya ha tomado medidas” al respecto, aseguró el funcionario con rango de vicecanciller, sin abundar en detalles.

Durante su visita de reconocimiento en tierras mexicanas, Zhang dijo haber podido conocer la diversificación en el uso de energías alternativas en nuestro país, como la eólica y la solar. “Estos terrenos –dijo– son prioridad de cara a su futuro”. No descartó, sin embargo, tener “amplias perspectivas de cooperación” en el mercado del petróleo.

Por su parte, la subdirectora general del Departamento de Asuntos Americanos y Oceánicos  del Ministerio de Comercio, Xu Yingzhen, aseguró que el comercio de China con México ha crecido en los últimos años. En 2011, dijo, las exportaciones mexicanas a su país fueron superiores que las hechas a Japón, India y Corea del Sur en total. En 2010 comenzó el envío de crudo mexicano y, a su vez, las empresas chinas invierten en manufactura, minería y telecomunicaciones.

Empero, la barrera cultural y del idioma sigue siendo un obstáculo, “por la falta de conocimientos mutuos de ambas partes; las diferencias culturales llevan al desentendimiento. Los chinos están acostumbrados a hacer negocios en inglés, el español es una barrera para las empresas de este país. Por ejemplo, para ganar licitaciones deben hacerlo en español. A veces también existe falta de conocimiento sobre la legislación y los impuestos y la ley laboral; desde los horarios de comida, que son distintos, en fin”.

Por ello, señaló, el Ministerio de Comercio ha ofrecido asesoría y hay seminarios sobre la situación jurídica en los países latinoamericanos.

En el caso de México, la minería es un ámbito potencial: “Hoy hay algunas empresas que tienen intereses, y estamos negociando un memorando de entendimiento que servirá como marco de cooperación”, abundó  Xu Yingzhen.

Impulso

La visita china busca reconfigurar las relaciones  con Latinoamérica.

El presidente de China, Xi Jinping, llega hoy a Costa Rica con un portafolios lleno de proyectos de asistencia económica para consolidar la relación bilateral y, de paso, seducir a otros cinco países centroamericanos que aún mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán.

Estos cinco países (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Panamá) forman parte de los 23 Estados que mantienen nexos diplomáticos con el Estado-isla al que Pekín considera una provincia rebelde, y en consecuencia están inhibidos de normalizar relaciones con China.

Costa Rica es el único país de Centroamérica que ha dado el paso, hace seis años, de romper una tradición de seis décadas de trato diplomático con Taiwán, para retomarlo con China.

Desde entonces, la potencia asiática se ha transformado en el primer donante de este país, con obsequios que van desde la construcción de un estadio en la capital hasta computadoras para las escuelas.

Celebran que se retome el vínculo

La próxima visita a México del presidente de China, Xi Jinping, del 4 al 6 de junio es una clara muestra de que ambos países reanudarán el “diálogo político”, luego de dos sexenios en que esa relación estuvo fracturada y que el nuevo vínculo reabre la posibilidad para que nuestro país diversifique su economía para mejorar las relaciones comerciales con el Pacífico.

Cristina Barrón Soto, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (UIA), señaló que tras los “altibajos” que se dieron durante los dos últimos sexenios, “particularmente con el de Felipe Calderón” y el gobierno chino, es positivo que se retomen los vínculos y que haya un acercamiento rumbo a una nueva perspectiva para las relaciones comerciales.

“Este acercamiento va a ayudar mucho a la diversidad, desarrollo y productividad de nuestro país y por medio de una negociación el gobierno mexicano tiene que velar porque efectivamente los acuerdos comerciales que se planteen sirvan para el desarrollo y productividad y no que se vea afectada nuestra industria nacional”, enfatizó.

Para la profesora universitaria, la prontitud con la que ambos mandatarios reiniciaron el diálogo “es sorprendente”, porque tienen muy poco tiempo en sus cargos, pero también muestra que ambos están decididos y buscan ser pragmáticos.

“Me parece sorprendente la prontitud como se ha restablecido el diálogo político y no hay duda de que ambos se han dado cuenta de la importancia de este acercamiento, porque es una nueva perspectiva para las relaciones bilaterales”, consideró.

Dijo que China tiene un proceso de desarrollo económico acelerado y se ha convertido en la fábrica del mundo, pero si quiere seguir manteniendo esos niveles de desarrollo y productividad necesita recursos y ésos los puede obtener de América Latina, donde México tiene una posición geoestratégica.

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