En torpe operativo policiaco máquina de resonancia arrebata rifle a necio agente

Prepárate para leer el resbalón del año.

En lo que parece sacado directamente de un guión de comedia de errores, un grupo de policías de élite de Los Ángeles protagonizó una redada que terminó más en desastre que en arresto. ¿El objetivo? Una supuesta granja de cannabis. ¿El lugar? Un centro médico de diagnósticos con una máquina de resonancia magnética que, al parecer, hizo más que solo escanear pacientes: ¡también atrapó un rifle!

Y es que, policías estadunidenses realizaron una redada en un centro médico de diagnósticos pensando que se trataba de un granja de cannabis y causaron una caótica escena, de acuerdo con una demanda presentada en California.

Se desarrolló cuando el agente Kenneth Franco, armado con doce gloriosas horas de entrenamiento en narcóticos, concluyó que un centro de diagnósticos utilizaba demasiada electricidad. ¿Luz verde para pensar en una plantación de mariguana? ¡Claro que sí! Porque, según Franco, ¿qué otra cosa podría consumir tanta energía aparte de un ejército de plantas "recreativas"? (Spoiler: una máquina de resonancia magnética consume un poquito más de electricidad que la lámpara de escritorio de la tiendita de la esquina).

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Convencido de su teoría, Franco convenció a un juez para que firmara una orden de allanamiento, y así, el escuadrón de élite irrumpió en el Centro Diagnóstico Noho, listo para atrapar al gran capo del cannabis. ¿Qué encontraron? Oficinas vacías, una persona trabajando... y una imponente máquina de resonancia magnética. Eso sí, ignoraron un letrero bastante visible que advertía sobre mantener los objetos metálicos lejos de la máquina. Porque, ¿quién tiene tiempo para leer instrucciones en medio de una redada?

Uno de los valientes oficiales, con rifle en mano, se acercó peligrosamente a la máquina, que hizo lo que mejor sabe hacer: atraer objetos metálicos. En este caso, el rifle quedó pegado como un imán a la nevera, cortesía de la poderosa fuerza magnética de la resonancia. ¿Qué hacer ante tal crisis? ¡Apagar la máquina! Sin consultar a nadie, un oficial decidió presionar el botón de apagado de emergencia, lo cual, por supuesto, desató una verdadera fiesta de gas helio evaporándose en el aire y daños millonarios al equipo médico.

Finalmente, lograron retirar el rifle, pero, en un toque final digno de una película de slapstick, el agente dejó un cargador lleno de balas en el piso. Porque, si vas a hacer las cosas mal, ¡hazlas completamente mal!

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Ahora, los dueños del centro médico han presentado una demanda, no por una confusión cualquiera, sino por lo que ellos mismos han descrito como "un circo desorganizado" y buscan que el Departamento de Policía de Los Ángeles se haga cargo de los daños.

La querella detalla cómo un equipo de la unidad táctica de élite inundó el Centro Diagnóstico Noho luego de que el líder del grupo convenciera a un magistrado de firmar una orden de allanamiento.

El agente Kenneth Franco echó mano de sus "doce horas de entrenamiento en narcóticos" y descubrió que el lugar utilizaba más electricidad que establecimientos vecinos, afirma la demanda. 

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"El agente Franco, por lo tanto, concluyó que (el centro) cultivaba cannabis, ignorando el hecho de que es un centro diagnóstico que emplea una máquina de resonancia magnética, rayos X y otros equipos médicos, a diferencia de los comercios vecinos que venden flores, chocolates y mercancía infantil", dice el documento legal.

Y a pesar de que un aviso advertía que los objetos de metal deben mantenerse lejos, un agente se acercó a la máquina "con un rifle colgado en su mano derecha", aclaró la demanda. 

"Como era de esperarse, la fuerza magnética de la máquina de resonancia atrajo el rifle y lo pegó a la máquina", precisa el texto.

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En vez de pedir ayuda con los expertos sobre cómo retirar el arma, un agente decidió activar el botón de apagado de emergencia.

"Esta acción hizo que el imán de la resonancia magnética perdiera rápidamente la superconductividad, lo que provocó la evaporación de aproximadamente 2.000 litros de gas helio y causó grandes daños en la máquina de resonancia magnética", explicó la demanda.

El agente retiró su arma, pero dejó un cargador lleno de balas en el piso de la sala de resonancia magnética, prosiguió el documento. 

La demanda, que fue presentada en California la semana pasada, pide una compensación por los daños causados.

Un vocero de la Policía de Los Ángeles le dijo que el departamento no comenta en procesos abiertos.

Habrase visto torpeza igual. 

Con información de Agence France-Presse.

«pdg»

N. de la R. Este incidente subraya un problema recurrente en la actuación policial en los Estados Unidos: el uso excesivo de la fuerza y la falta de preparación o análisis detallado antes de ejecutar órdenes de allanamiento. Este tipo de fallos en operativos de alto nivel pueden tener consecuencias graves, tanto en términos de daños materiales como de responsabilidad legal. En este caso, el uso indebido del equipo especializado como la máquina de resonancia magnética (que puede requerir hasta 15 mil vatios o más para operar) demuestra una preocupante falta de conocimiento técnico por parte de los agentes involucrados. Además, las demandas presentadas por incidentes como este pueden generar costos multimillonarios para las autoridades locales en reparaciones y posibles indemnizaciones, agravando las tensiones entre la comunidad y las fuerzas del orden.