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Someten a votación legado de Pinochet; plebiscito constitucional

Más de 14.1 millones de chilenos votan hoy el referéndum que emanó del estallido social

AFP y AP | 25-10-2020
Se inclinan por el cambio Varias encuestas nacionales le dan un amplio triunfo al “Apruebo”, con entre 60 y 75% de los sufragios.

SANTIAGO.

Cambiar la Constitución fue la gran reivindicación que unió a los chilenos durante la revuelta social que empezó hace un año y hoy podrán votar en un plebiscito para enterrar o no la Carta Magna heredada de la dictadura, percibida como la base de la desigualdad.

Para los partidarios del “Apruebo” al cambio, una nueva Constitución eliminaría el freno fundamental a las reformas sociales profundas en uno de los países más desiguales de América Latina, que en los últimos 30 años fue uno de los más estables y con mayor prosperidad económica de la región.

Los defensores del “Rechazo”, que comparten parte de los partidos de la coalición conservadora gobernante, creen que es posible introducir cambios en el texto básico, pero no redactar una nueva Constitución. Para ellos, la estabilidad de Chile está en juego.

“Este plebiscito lo ganó el pueblo; no lo ganaron los partidos (políticos)”, considera Alejandra Sepúlveda, que la tarde del jueves participó de uno de los cierre de campaña de la opción “Apruebo” en el centro de Santiago.

Para Luis Álvaro, de 51 años y desempleado desde marzo, “Chile necesita un cambio radical”.

“Queremos un nuevo Chile. Un Chile justo, un Chile digno; un Chile que sea para todos”, dice esperanzado sobre el proceso que se puede abrir en caso de ganar el “Apruebo” y la opción para redactar una nueva Constitución a través de una Convención Constituyente, integrada por miembros electos en votación popular.

La otra alternativa es una “Convención Mixta”, integrada en partes iguales por parlamentarios en ejercicio y miembros electos especialmente para la ocasión.

El temor de los partidarios del “Rechazo” es que “Chile pierda su posición de privilegio en América Latina”, ganada en los 30 años de democracia, y se convierta en “una nueva Venezuela”. Para ellos, no es necesario cambiar una Constitución que le ha dado estabilidad a Chile aunque sí introducirle reformas.

Los episodios de violencia que han acompañado las multitudinarias marchas contra el gobierno de Sebastián Piñera, que iniciaron el 18 de octubre del año pasado, y que volvieron a repetirse la semana pasada con la quema de dos iglesias, sustentan estos temores.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó su visión sobre el proceso, agregando una nota de tranquilidad. “Este proceso constitucional abre la puerta a que Chile siga siendo un líder en la región en el ámbito económico”, dijo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.

Más de 14.1 millones de chilenos están habilitados para votar en estos comicios bajo sufragio voluntario.

Desde que se instauró el voto voluntario en 2013 aumentó el nivel de abstención en Chile, sobre todo entre los más jóvenes. En las últimas elecciones de 2017, cuando resultó electo presidente el conservador Sebastián Piñera, la abstención fue de casi 50 por ciento.

 

 

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