KIEV.
Miles de civiles huyeron ayer de ciudades asediadas por tropas rusas, en el breve tiempo que cesaron los bombardeos en otro intento de instalar corredores humanitarios.
Dos convoyes de decenas de vagones salieron de Sumy, a unos 350 km al noreste de Kiev.
Las evacuaciones continuaron también en la región de Kiev, capital ucraniana.
En Bucha (norte) y Mariúpol (sur), los civiles seguían siendo bloqueados.
En Mikolaiev, cerca de Odesa (sur), los coches formaron filas de varios kilómetros para huir de los combates que se acercaban.
Delante del hospital central de la ciudad, Sabrina, de 18 años, esperaba a su madre, cargada con un gato, un perro y varias bolsas. “Vamos a irnos lo más rápidamente posible. Todos los días hay bombardeos, es aterrador”, dijo.
El último balance de Naciones Unidas cifra en 406 el número de civiles fallecidos por la invasión, aunque ese número es seguramente muy inferior al real.
Horas después, el Ministerio ucraniano de Defensa acusó a Rusia de no respetar el corredor humanitario en Mariúpol, ciudad portuaria estratégica del sur, de donde debían salir unas 300 mil personas.
El enemigo lanzó un ataque exactamente en la dirección del corredor humanitario”, denunció el Ministerio.
Rusia había anunciado un alto al fuego en cinco ciudades para dejar que los civiles de las grandes urbes pudieran partir.
Pero buena parte de las vías de evacuación propuestas por Moscú pasan por Rusia y Bielorrusia (aliado de Rusia), algo inaceptable para Ucrania.
El ejército ruso anunció una nueva tregua humanitaria para hoy a partir de las 07:00 GMT (09:00 hora local).
Las fuerzas rusas siguen desplegándose en torno a las grandes urbes y bombardeándolas en algunos casos, según dirigentes ucranianos.
El presidente ruso reclama la desmilitarización de Ucrania, un estatuto neutral para el país (ahora orientado hacia Occidente) y garantías de que nunca formará parte de la OTAN.
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