Humo negro y retrasos en el día 1 del cónclave
La capilla sixtina se cerró para mantener en secreto la decisión de los 133 cardenales; hoy habrá cuatro votaciones

CIUDAD DEL VATICANO.— Primera votación del cónclave para elegir al nuevo Papa: fumata negra. Los cardenales no lograron ayer un acuerdo sobre el sucesor del papa Francisco y permanecerán aislados hasta que un nombre consiga al menos 89 de los 133 votos.
Si bien, por tradición, los cardenales no designan al líder católico en primer día, la fumata se demoró por dos horas.
El anuncio estaba programado para las 11:00 horas (tiempo de México), sin embargo, a las 13:00 horas la chimenea lanzó el primer humo del encuentro para elegir al sucesor del Papa Francisco.
Con la frase Extra omnes (Fuera todos, en latín), las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron este miércoles y aislaron del mundo a los 133 cardenales que deberán elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril tras 12 años de pontificado.
El maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Diego Ravelli, cerró las puertas de la capilla, después que la abandonaran las personas no autorizadas a participar en la reunión.
La Capilla Sixtina fue acondicionada con varias hileras de mesones con telas marrones y rojas, sobre las cuales estaba el nombres de cada elector.
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Previamente, bajo los murales de Miguel Ángel, los cardenales juraron guardar el secreto de su votación y de todas las discusiones del cónclave.
Los purpurados pronunciaron el juramento juntos y luego cada uno se acercó de nuevo al altar para jurar de nuevo de forma individual con la mano sobre el Evangelio.
Yo N. N. prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice”, reza el pronunciamiento de los purpurados.
Cada cardenal escribe el nombre de su candidato, dobla la papeleta y la coloca en un plato de plata, que se usa para depositarla en una urna ubicada precisamente a nivel de la imagen del Juicio Final.
Francisco nominó a 80% de los cardenales que participan en el cónclave, el mayor y más internacional de la historia con prelados de 71 países.
Las papeletas se queman en una estufa con ayuda de químicos para dar el color del escrutinio, según dicta el protocolo.
Se procede a lanzar la fumata.
En este cónclave, la Capilla Sixtina no será un espacio para discursos, debates y negociaciones de los llamados príncipes de la Iglesia.
Los intercambios se darán durante las comidas o reuniones en la residencia Santa Marta y otras dependencias vaticanas.
En los diez cónclaves anteriores, correspondientes a los de los siglos XX y XXI, ninguno se resolvió el primer día.
Estos encuentros se prolongaron por entre dos y cinco días. Con un máximo de 14 votaciones.
Algunos cardenales dijeron esta semana que esperaban que se anunciara un nuevo pontífice hoy o mañana, para demostrar que la Iglesia puede permanecer unida después del papado a menudo divisivo de 12 años del primer Papa latinoamericano.
En los últimos días, los cardenales han planteado diferentes posturas de lo que buscan en el próximo Pontífice que dirigirá la Iglesia.
Algunos han pedido continuidad, con una mayor apertura y reforma, otros han dicho que quieren volver a viejas tradiciones.
Otros más han indicado que quieren un pontificado más predecible y mesurado.
“Momento difícil y convulso”
Ayer (tiempo de Roma), previo al inicio del cónclave, el cardenal decano, Giovanni Battista Re, encabezó la misa Pro Eligendo Pontifice.
Que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo”, pronunció en la homilía.
Además, el prelado de 91 años llamó a mantener la unidad de la Iglesia católica.
Previo a la misa, el prelado italiano evocó al Espíritu Santo.
Rezar es la única actitud justa y necesaria”, sostuvo.
Tres horas después de que se cerraron las puertas de la Capilla Sixtina, ante la impaciencia de miles de católicos, salió la ansiada fumarola.
El anochecer volvió complicado distinguir el color del humo en un primer momento.
Tras quedar claro que era negra, un lamento de 50 mil personas congregadas en la plaza de San Pedro acompañó la columna de humo que emanaba de la pequeña chimenea de cobre ubicada en el tejado de la Capilla Sixtina.
No me sorprende, creo que va bien”, dijo Marcelo Castro, religioso mexicano de 26 años.
Ayer, por ser el primer día, los cardenales votaron sólo una vez, tras lo cual se lanzó una fumata. Pero a partir de hoy, los religiosos votarán en cuatro ocasiones: dos por la mañana y dos por la tarde.
Habrá dos humaredas: una por la mañana y otra por la noche.
En caso de no tomar una decisión, se mantendrá la misma cantidad de votaciones mañana.
Con información de DPA y Reuters
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