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Función

Rammstein paga sus deudas

Después de dos años de posponer su presentación en el país a causa de la pandemia por covid-19, la banda alemana dio el primero de tres shows en la Ciudad de México

Azul del Olmo | 02-10-2022
Rammstein en concierto
Con un despliegue de luces que iluminaban todo el escenario y una estruendosa explosión fue como los alemanes comenzaron a saldar la deuda de reencontrarse con sus seguidores al darle vida a Armee der Tristen. Foto: Daniel Betanzos

 

 

Con un show en el que la pirotecnia, el fuego, la papirotecnia, los disfraces, un diseño de iluminación inigualable y un sonido impecable, fue como Rammstein regresó a México después de seis años para reencontrarse con 65 mil mexicanos ávidos de escuchar su metal industrial, en la primera de tres fechas que ofrecerán en la capital del país.

En punto de las 20:30 horas, las bocinas del Foro Sol comunicaron a los asistentes que la banda les pedía que para disfrutar el show se “abstuvieran de sacar sus celulares y grabar”. Así, con un despliegue de luces que iluminaban todo el escenario y una estruendosa explosión fue como los alemanes comenzaron a saldar la deuda de reencontrarse con sus seguidores al darle vida a Armee der Tristen.

Seis años después de la última vez que la banda pisara suelo mexicano —en el festival Hell & Heaven de 2016—, Till Lindemann, Richard Z. Kruspe, Paul Landers, Oliver Riedel, Christoph Schneider y Christian Flake Lorenz aparecieron en el monstruoso escenario que montaron en el recinto capitalino y ahí canciones como Zick Zack, Links 2-3-4, Sehnsucht y Zeig Dich —estas dos últimas llegaron acompañadas con un escenario encendido en rojo y fuegos artificiales— hicieron vibrar y saltar a los fans que disfrutaban del show.

Botas militares, chamarras de piel, playeras de la banda, algunas faldas escocesas para hombres y cortes de cabello estilo mohawk, fueron los atuendos que los fans eligieron para el reencuentro que había sido pospuesto en dos ocasiones por la pandemia. Con Mein Herz Brennt algunos se animaron a acompañar a Lindemann entonando la letra de la canción que iluminó el recinto con luces rojas y blancas. Pero Puppe llegó para llenar el escenario de verde mientras una hoguera ardía en el entarimado a la vez que el público recibía una lluvia de pequeños papeles en color negro, quienes en retribución lanzaron una ovación a la banda.

Lindemman tomó una estructura de metal que arrastró al centro del escenario donde le dio tres cabezazos para después pedir al público, con sus manos, hacer ruido hasta que los escuchara; así fue como llegó Heirate mich, a la cual siguió Zeit, la cual pinto de azul el lugar.

Si bien la petición de no usar los celulares para guardar un recuerdo del show fue al inicio, muchos, tanto en la pista como en las gradas, encendieron las luces de sus dispositivos para llevarse con ellos un pedazo de la velada.

Rammstein se tomó un momento y dejó el escenario a Stick Figure Dance, quien hizo un breve DJ Set que sólo encendió aún más el ánimo de los asistentes, quienes recibieron de vuelta a los alemanes para acompañarlos, cerveza en mano, a hacer un homenaje a su país natal con Deutchland.

Así llegaron Radio y Mein Teil y ser el preámbulo de la locura que se desató con Du Hast, la canción que todos los asistentes conocían. Rammstein puso cohetes volando sobre el público y las seis torres de bocinas encendiéndose al mismo tiempo con fuego, mientras que México aportó los vasos de cerveza que volaban, los mosh pits en donde era todos contra todos, el headbanggiing casi para lesionarse el cuello y a los que gritaban con todas sus fuerzas el coro de la canción.

Tras Sonne, la banda parecía que se estaba despidiendo de sus fans, sin embargo, el grito de “Rammstein, Rammstein”, de miles de personas fue como México pidió que volvieran al escenario, no sin que antes algunas chicas enseñaran sus pechos, sin brasier, a la cámara, a pesar del frío que se sentía.

Ante la gráfica petición, el grupo accedió a regresar, mientras que el público iluminó el lugar con sus celulares. Rammstein apareció en un escenario alterno y fue ahí donde dieron vida a Engel, Ausländer, Du riechst so gut y Pussy feron el plato que siguió en la velada sólo para darle espacio al tema que da nombre a la banda: Rammstein y seguir con Ich Will y Adieu. “¿Quiéren más? ¿Quieren más?”, dijo Lindemann antes de despedirse con Te quiero puta!, la única canción que tiene la banda en español.

 

Rammstein es inclusivo

La banda lanzó una convocatoria para todas aquellas personas que fueran ciegas, tuvieran boletos para el concierto del 4 de octubre y quisieran conocer el escenario, tienen que escribir a la página de su management para poder acceder a un recorrido por el escenario y conocerlo, además de tener acceso a algunos detalles detrás de escena de la gira. El correo al que hay que escribir es community@ rammstein-management.de

 

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