Paquita, niña bonita

CIUDAD DE MÉXICO.

Paquita Salas se convirtió en un fenómeno en redes socia­les. El “boca a boca" ha sido su mejor promoción y la audien­cia se ha identificado con su filosofía. Paquita tiene algu­nas penas, pero siempre va por más.

Lo que inició como un vi­deo de Instagram de 15 se­gundos surgido durante una charla entre amigos, se vol­vió una de las series más fuer­tes en internet hace dos años y que ahora transmite su se­gunda temporada por Netflix.

La trama de Paquita Salas, contada a manera de docu­mental, es sencilla: Una pu­blicista y mánager de actores, destacada en la década de los 90 que ahora, entrada en sus 50 años, debe aprender a li­diar con la competencia, a adaptarse a los estragos de la vida moderna y comprender cosas como que en el correo electrónico hay una carpeta llamada “spam".

El actor Brays Efe es Paqui­ta Salas y en entrevista exclu­siva con Excélsior comparte el origen de esta mujer que nada se le pone por delante, pues si alguien toma el mundo por montera, es Paquita Salas.

El personaje de Paqui­ta Salas surgió una tarde en­tre amigos con (la actriz) Anna Castillo en casa de Los Javis (los productores). Hicimos un video para Instagram de 15 segundos del personaje que en principio era yo con unas gafas e incluso con barba, y ese video fue la génesis de la serie", cuenta Efe.

Desde el primer segundo, añade Brays, se dieron cuen­ta de lo divertido y potente del personaje. Mil chistes y situa­ciones se les venían al mo­mento, pero cuando llegaron los guiones, vio lo complejo y maravilloso del personaje, la oportunidad que le ofrecía como intérprete y por ello de­cidió quedarse con él.

Paquita Salas es una mu­jer segura y decidida, pero también sensible al recono­cer cuando las cosas no van bien. Los actores le abando­nan, pero ella debe sobrepo­nerse para sacar adelante a PS Management, su empresa en la que trabaja con su asisten­te Magüi.

“Cuando los guiones lle­garon, aparte de la comedia, vimos que Paquita también tenía muchos momentos de intensidad emocional, así que empezamos a traba­jar para que su apariencia reflejara más la categoría del personaje.

En cuanto a look hay va­rias inspiraciones tanto de nuestras familias como televi­sivas. En cuanto a su persona­lidad, sí que es una amalgama de influencias, tiene gestos de mi madre, de personajes de YouTube... incluso algunos gestos que me sorprenden a mí mismo”, enumera el actor.

Paquita Salas fue lanza­da en la plataforma online Flooxer (Atresmedia) en junio de 2016. Sus capítulos fueron tendencia en redes y también se transmitieron por el ca­nal Neox. Tras ser premiada en España, fue comprada por Netflix, plataforma con la que trabajó su segunda entrega, disponible desde el pasado 29 de junio.

“La primera temporada fue una producción absolu­tamente low cost (bajo costo), que no sabíamos ni siquiera cuánta gente iba a ver, y ob­viamente con Netflix es ya una producción como la de una serie de televisión habi­tual. Sin embargo, el conte­nido (con la segunda) es muy parecido, se ha respetado mu­cho la personalidad de la se­rie, también porque es lo que a Netflix le gustó y ha dado carta blanca con eso.

Obviamente ahora exis­tía cierta responsabilidad que al principio no teníamos, más presión, pero hemos traba­jado mucho para que eso no fuera determinante en el re­sultado y yo creo que en líneas generales hemos conseguido desprendernos de las expec­tativas”, dice Brays.

El personaje se ha vuel­to famoso con frases como “Hola, soy Paquita Salas y soy representante” o “Es una ac­triz 360”. Brays sigue sorpren­dido por la retroalimentación que le hacen sobre el perso­naje y el cariño que le tienen.

Poco le puedo decir yo a ella. Me ha enseñado mu­cho, y más que me queda por aprender”, confiesa.

Paquita Salas está confir­mada para una tercera tem­porada, a estrenarse quizá para 2020. El éxito, subraya Brays, se lo atribuye a varios factores, aunque reconoce que es difícil de saber.

El tono que mezcla co­media y drama, que se trate de una serie sobre la trastien­da del mundo de los actores y que eso a la gente le genere curiosidad y también que sea una comedia de 30 minutos, que puedes ver dónde y cuán­do quieras... yo creo que estos tres factores deben ser im­portantes claves de su éxito”, concluye.

hch