Issabela Camil: la busca la comedia

Cuando a la actriz Issabela Camil la invitaron a la obra de teatro Busco al hombre de mi vida… marido ya tuve, en el Teatro Xola Julio Prieto, se cuestionó lo que le quería decir en la vida.

La actriz atravesaba el duelo de la pérdida de su padre de crianza, Jaime Camil Garza, quien falleció el 6 de diciembre de 2020, tras lo que pensó que era necesario hacer una pausa en su carrera. Sin embargo, diferentes opciones se le presentaron para regresar a actuar y una de ellas fue esta obra, que actualmente está en cartelera.

Fue entonces cuando se dio cuenta que era momento de volver y que un mensaje del Universo le decía que también era momento de compartir historias positivas y contenidos de buen humor con el público.

La pérdida es algo que no se va, siempre está en el corazón, en el alma, pero encuentra un lugar, una paz y empieza a ser un recuerdo hermoso. Te acuerdas cuando reías con tu padre cuando te enseñó o te regañó; una bandeja de memorias hermosas que muchas veces te gusta platicar y compartir. La vida tiene una manera muy hermosa de hablarnos, cuando te conectas con el mundo, entiendes lo que te está diciendo, como cuando me empezó a llegar comedia, comedia y comedia. Pensé ‘me están mandando un mensaje’. La vida es así y a mi papá no le hubiera gustado que estuviera llorando.

No había hecho comedia, pues venía de esta pérdida de mi papá y paré un poco en todos los niveles, porque me afectó mucho. De repente, se me empezaron a presentar puras cosas de comedia como un personaje que hice en la serie 40 y 20. El Universo te manda señales para ya no llorar. Esta obra es sumamente bondadosa y generosa en ese aspecto, porque me divierto y la gozo enormemente. La he hecho muchas veces, hemos ido por la República con ella y me sigo riendo. Me causa un alimento al alma muy particular; es muy generosa. Me siento muy agradecida de estar en ella”, expresó Issabela Camil a Excélsior.

Lo primero que llamó la atención de la actriz para sumarse a la producción de Antonio Escobar fue el título, pero enseguida, se enamoró de su estructura y de los temas que aborda.

Acaparó mi atención el título, aunque no me ha pasado a mí. Tengo una famiia sólida, un marido que hoy por hoy lleva conmigo 18 años (Sergio Mayer) y nos seguimos amando muy profundamente, pese a que las parejas de repente tienen sus baches, sus problemas y conflictos; sigue habiendo un amor, una complicidad y un proyecto de vida con el que Sergio y yo caminamos juntos.

Me dijo Antonio Escobar, nuestro productor, ‘tengo esta obra, vengo de una pérdida de mi pareja’ y me dijo que esta obra siempre le había traído mucho éxito. Cuando recibí la obra, la leí y le dije a mi amiga Anna Ciocchetti, quien también está en la obra, ‘no entiendo nada’. Y me explicó que los personajes hacían a otros personajes y a otros. Me confundí al principio y cuandio entendí cómo era, me enamoré de la obra.

Es noble, rica en personajes, que se echa un clavado en las relaciones, el amor y el amor propio. Tiene una gama de colores que me interesaron como actriz.

Es una obra muy frontal al público, pues lo invitas a que sea parte de lo que sucede en escena y eso es precioso, porque muy pocas obras lo hacen. Es una obra que habla de la realidad, de qué pasa con la sociedad cuando estás sola, cómo te califican y te miran. Además, aborda la gama de personajes que hay en la soltería y qué pasa cuando quieres conocer a alguien y las trabas que hay”, dijo.

Es así que el elenco, también integrado por Olivia Collins, Anna Ciocchetti, Ivonne Montero y  Lourdes Murguía, en alternancia, recrean a diferentes personajes que pueden ser femeninos o masculinos.

Planteamos los diferentes tipos de hombres que hay y cómo una mujer se relaciona con ellos, como el macho controlador, el gañán, aunque no todo es malo, pues no es un discurso feminista, sino colores que se pintan en la realidad.

Es un clavado a esta alberca de posibilidades y estas tres mujeres que están solas en la vida y están poniendo estas cosas de pareja sobre la mesa, se dan cuenta que lo más importante es quererte a ti misma y que está bien estar sola, que no pasa nada, que no te mueres, que un hombre no te valida y que no eres una mitad sin un hombre, sino que eres una mujer completa. Eso es precioso, pues cuando la obra torna el diálogo a ese cambio, hacia uno mismo, da un mensaje: ‘estamos completos simplemente por ser nosotros’.

Claro, es hermoso compartir la vida, pero si no la compartes, no pasa nada, no te falta un pie ni una cabeza ni un ojo, estás completa o completo”, concluyó.

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clm