Iron Maiden, vuelve la bestia a enloquecer a México

Casi 10 minutos después de las nueve de la noche la bestia inglesa llamada Iron Maiden apareció en el escenario del Foro Sol en su regreso a los escenarios mexicanos, después de una pausa en la gira Legacy Of The Beast por la pandemia de covid-19. Entre pirotecnia, cambios de escenografía, peluches del Doctor Simi y una feliz entrega por estar de vuelta en México, los británicos volvieron a dejar claro por qué son una de las bandas de metal más respetadas.

Con un templo japonés como escenario fue como Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, Steve Harris, Nicko McBrain y Bruce Dickinson se presentaron frente a 65 mil asistentes y les dieron la bienvenida con Senjutsu a la cual siguió Stratego.

“Hola, México City, buenas noches amigos”, lanzó Dickinson a su público que sin reparar respondió con una ovación a la banda. “Maiden, Maiden, Maiden”, gritaba el público mientras se entregaba a los ingleses. “Miren el cielo, ¿pueden ver The Writing on the Wall?”, dijo Dickinson para presentar el tema que tuvo una introducción con un breve video al mejor estilo de los cómics, donde se vieron las cuatro jinetes del Apocalipsis… en motocicletas por el desierto… para que la ovación llegara cuando el vocalista recibió del público un peluche del Doctor Simi, el cual tomó y hasta el micrófono le colocó.

Con el sonido de motocicletas, un cambio de escenografía a una catedral católica y Dickinson con un abrigo negro desgarrado fue como Iron Maiden le dio paso a Revelations. No importaba si eran adultos contemporáneos de los británicos, o niños acompañados de sus padres, todos reaccionaban a las indicaciones de Dickinson al acompañarlo a cantar con él.

“Ustedes, amigos, son jodidamente increíbles, Hemos tocado muchos shows, 63 mil personas en Suecia, 60 mil en Sao Paulo, pero aquí tenemos el show más grande… 65 mil personas. Tres años de porquería en el mundo y hoy es una noche hermosa porque estamos juntos, puedo verlos a todos mis amigos, mis amigos, mis Blood Brothers”, dijo el vocalista para presentar la canción no sin antes mostrar que en la batería tenían dos peluches del Doctor Simi y que el público le respondiera con el ya clásico grito de “México, México, México”

Las guitarras impecables de Murray, Smith y Gers, así como la precisión de McBrain, el ritmo de Harris y la personalidad de Dickinson, estuvieron acompañadas por una lluvia leve pero constante casi desde el comienzo del show, pero para cuando llegó Sign The Cross, como una señal… ¿divina?, la lluvia cesó.

La imagen del ángel caído en medio de la catedral apagada fue como Flight Of Icarus llegó a las bocinas de Foro Sol, haciendo que el público no pudiera resistirse a cantar junto a Dickinson el tema, el cual continuaron en la intro de Fear of The Dark, donde las luces de los celulares, y las brisas olor a mariguana, se volvieron parte del show mientras el vocalista portaba una máscara y un quinqué que alumbró su espacio con un tono verde.

Poco a poco el final se fue acercando y con él canciones como Hallowed Be Thy Name y las que el público ha convertido en emblemáticas  como The Number of the Beast, las cuales se dieron paso para enloquecer a los fans mexicanos.

La banda no podía dejar el escenario sin presentar a su afamada mascota, Eddie, quien estuvo presente en The Trooper, a la cual siguieron The Clansman y Run to The Hills. Fue así como tras una breve salida del escenario, Iron Maiden volvió a la tarima,  —tras un discurso de Winston Churchill en video— para dar vida a Aces High, con la cual se despidieron de sus seguidores mexicanos.