Foo Fighters salvan el rock

¿Por qué se sigue pensando que el rock ha muerto? ¿Sólo porque un demonio de lengua larga lo dice? Dave

Grohl apareció entre las sombras del escenario del Foro Sol, anoche, pasaban de las 21:00 horas. Cargaba su guitarra, miró al horizonte: “¡Ésta va a ser una larga noche!”, gritó.

Y sí, Dave, la deben. Times Like These comenzó, a capella, sólo él y la banda chilanga cantando. Se detenía en  estribillos para escuchar todas esas voces que fácilmente mandaban a la mierda esa tontería de ‘el rock ha caído’.

Después, Taylor Hawkins hizo trizas la batería; pasamos a The Pretender, Chris Shifflet, sin olvidar su tiempo en No Use for a Name, reventó la lira. Desde el cielo, Tony Sly tuvo que verlo orgulloso. Tristemente, el lugar tuvo sus huecos en las gradas, no llenaron, pero se sintió el poder de la gente, aperrada por ver lo más cerca a Foo Fighters.

Llegó Time to Fly, y el momento de Dave hablando hasta por los codos. Estaba empapado, no por la lluvia, por el sudor. Drenó todo lo que se chupó en camerinos y lo que suele darse. “¿Quieren que toquemos todo lo que podamos? ¿Más de dos horas y media?”, preguntó.

Obviamente se quería. Y así llegó Breakout, puro rocanrol de la old school, de los mejores screams de

Grohl, solos de Taylor. La cerveza voló. No se quita la costumbre de gastar 130 varos para bañar a otro carnal. La nostalgia de estas rolas de antaño tienen el poder como para iluminar todo el venue con los celulares, como si se tratara de una balada.

¡Hey, no es tan balada, pero el terreno perfectísimo para My Hero! Bueno, antes de tocarla, Dave pidió más luces. Lo suyo es hablar y hablar, no se le quita la costumbre de hacer que los adoren. “Me gusta que cantemos juntos”. Deseo hecho, compadre.

Todos, desde los sobrios hasta los más perdidos, emocionados porque ahí estaba su héroe, venido de la mejor banda de grunge de la historia, preservando la vena depresiva. Pat Smear, el otro guitarro, también es parte de ese legado. Y así llegó These Days, más añoranza para el momento.

Supimos que la medicina de la banda en pandemia fue bailar, al menos eso dijo Grohl para presentar Medicine at Midnight, la misma que fueron a tocar a The Morning Show, el show ficticio de Jennifer Aniston y Reese Witherspoon. Trivia para los fans del show de Apple TV+.

Después vino un cover de los Bee Gees, You Should be Dancing, con los movimientos cero disco y cero sensuales de los músicos, sí de las coristas, que les hicieron el gran favorsote de no quedar en ridículo. Después vino otro tributo, a Queen, Somebody to Love. Y la presentación de los músicos y el pase de Dave a la batería, la que solía ocupar para tocar junto a Kris Novoselic y Kurt Cobain. Nirvana, señores, el segundo logo más impreso en las camisetas de los asistentes al concierto.

Al cierre de esta edición, Foo Fighters aún estaban por tocar Big Me, Best of You, All My Life, Monkey Wrench y Everlong.

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