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Aretha Franklin la reina del soul, inmortal

Ayer se apagó la voz, eterna e incomparable, de todo un símbolo estadunidense; la cantante, quien padecía cáncer de páncreas, falleció en su casa de Detroit rodeada por sus seres queridos

EFE, AFP y DPA | 17-08-2018
Aretha Franklin la reina del soul, inmortal
Aretha Franklin la reina del soul, inmortal

LOS ÁNGELES.

Aretha Franklin, la Reina del Soul que exigió Respect con su poderosa voz, esa que cuidaba como un tesoro, y que se erigió en una de las voces más imponentes y carismáticas del siglo XX, falleció a los 76 años en su casa de Detroit, Michigan.

La intérprete de temas eternos como Think o Chain of Fools, retirada de los escenarios desde 2017, murió rodeada por sus seres queridos tras varios días de cuidados paliativos debido al cáncer de páncreas que sufría, indicó su representante Gwendolyn Quinn.

En días recientes, medios locales informaron que Franklin, con una salud muy deteriorada, estaba en su residencia esperando la muerte. Aunque por mucho tiempo circularon informaciones sobre su cáncer, siempre fue muy discreta sobre su salud y no confirmó los rumores, como tampoco lo hizo su círculo cercano.

“En uno de los momentos más oscuros de nuestras vidas, no somos capaces de encontrar las palabras apropiadas para expresar el dolor de nuestro corazón”, expresó su familia en un comunicado.

“Hemos perdido a la matriarca y roca de nuestra familia. El amor que tuvo por sus hijos, nietos, sobrinas, sobrinos y primos no encontró límites”, añadieron sus parientes, quienes no detallaron cuándo y dónde se celebrará el funeral.

Los detalles sobre éste serán anunciados a inicios de la próxima semana, dijo Gwendolyn Quinn, según usatoday.com. Múltiples eventos se realizarán en Detroit, añadió Quinn. Los arreglos son realizados por Swanson Funeral Home de Detroit, añadió el sitio.

Icono incomparable del soul más apasionado, referencia ineludible para  diversas solistas y emblema de las reivindicaciones feministas y raciales, su fallecimiento fue recibido con gran tristeza por celebridades y figuras de todo tipo.

Ya lo dijo el reverendo Al Sharpton en 2008, cuando la Fundación MusiCares le entregó a la diva el premio honorífico Persona del Año de los Grammy, meses antes de la elección de Barack Obama como presidente de EU: “Podemos debatir sobre quién será el presidente, pero no hay debate sobre quién es la reina”.

De la iglesia bautista en la que su padre era predicador hasta los corredores abovedados del Capitolio estadunidense, Aretha actuó ante feligreses y presidentes, y dejó su marca en melómanos de todo el mundo por décadas, gracias a sus impresionantes actuaciones, y así lo certifican sus más de 40 álbumes y haber sido proclamada por la revista Rolling Stone como la Mejor Cantante de la historia.

Su reinado inspiró a solistas que abrevaron de su obra y legado, como Whitney Houston, Mariah Carey o Beyoncé. Colegas  como Paul McCartney, Diana Ross, Elton John, Barbra Streisand, Christina Aguilera y Carole King lloraron en las redes sociales su pérdida.

Ganadora de 18 Grammy, con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood desde 1979 y con el logro de haber sido la primera mujer admitida en el Salón de la Fama del Rock and Roll, la muerte de Franklin supone la desaparición de un mito del soul a la altura, si no por encima, de otros genios del género, como Sam Cooke, Otis Redding o James Brown.

“Ha adoptado muchos roles: la cantante góspel devota, la sirena sensual del R&B, el fenómeno híbrido del pop, la dama del soul, y los dominó a todos”, señala el Salón de la Fama en su biografía.

La ceremonia, sin embargo, fue un asunto de hombres: Franklin no se presentó y Keith Richards pronunció el discurso de su incorporación. El hermano de Franklin, Cecil, un ministro, aceptó el honor en su nombre e hizo un bailecito de victoria improvisado con Richards.

Aretha Franklin fue una de las figuras clave en el éxito del soul en los años 60, un género que supo reciclar la ardiente pasión y la fogosa intensidad del góspel de las iglesias negras para llevarlas a las calles y adaptarlas a temas profanos y reivindicaciones sociales.

Además, Franklin tuvo decenas de canciones que alcanzaron el codiciado Top 40, según el Salón de la Fama del Rock and Roll.

Con el movimiento por los derechos civiles como telón de fondo, la vocalista, que había pasado sin mayor gloria por la discográfica Columbia Records, encontró en Atlantic Records y en la engrasada banda de los estudios Fame los ingredientes ideales para aderezar su poderosa y tremendamente expresiva voz. Su versión feminista de Respect, de Otis Redding (1967) fue probablemente la cúspide de una carrera en la que grabó otros temas imperecederos como (You Make Me Feel Like) A Natural Woman, I Say a Little Prayer, Chain of Fools, Think, I Never Loved a Man the Way I Love You, Spanish Harlem y Day Dreaming, a lo largo de una carrera en la que no hubo estilo que se le resistiera, puesto que también abordó el jazz, el rock y el blues.

“Si una canción es sobre algo que viví o que me podría haber pasado, es bueno. Pero si me es extraño, no podría agregarle nada. Porque el soul es eso, vivir y simplemente tener que arreglárselas”, dijo a la revista Time, para un artículo de portada de 1968 sobre su éxito.

Además, cuidaba su voz sin revelar jamás detalles al respecto. “Es un secreto empresarial”, dijo en cierta ocasión.

Capaz de navegar sobre las aguas de otros estilos como el jazz, el R&B e incluso la ópera (todavía se recuerda su interpretación del aria Nessun Dorma, de Turandot, en los Grammy de 1998), el genio de Franklin también llegó al cine con una memorable interpretación de Think en la comedia The Blues Brothers (Los Hermanos Caradura, 1980).

Comenzó cantando en Detroit, donde creció, en la iglesia de su padre, el reverendo C.L. Franklin, y realizó sus primeras grabaciones de góspel con 14 años, a través de la discográfica Checker Records,  junto a sus hermanas, mientras aprendía a tocar el piano de oído. En esa época tuvo a sus dos primeros hijos, Clarence y Edward.

El padre de Franklin, casado por entonces con Barbara Siggers, era conocido como La voz del millón de dólares por sus sermones y contaba con Martin Luther King entre sus amigos más cercanos.

Tras rechazar las ofertas de Motown y de RCA Label, Aretha Franklin firmó con Columbia Records y se mudó a Nueva York. Allí grabó su primer sencillo, Today I Sing the Blues.

Pero fue con Atlantic Records donde halló su verdadera identidad y empezó a saborear las mieles del éxito. En 1967 versionó Respect, de Otis Redding, lo que  la llevó al número uno de ventas en EU.

Con el engrasado acompañamiento del grupo The Muscle Shoals Sound Rhythm Section en el estudio, Franklin llevó la intensidad y la pasión del góspel a temas y espacios profanos como las reivindicaciones feministas o raciales.

Se casó en dos ocasiones, con Ted White —con quien tuvo otro hijo, Ted White Jr.— y con el actor Glynn Turman. Tuvo un cuarto hijo durante una relación anterior con Ken Cunningham.

En febrero de 2017 anunció su retirada de los escenarios y aprovechó esa ocasión para asegurar que grabaría un último álbum con Stevie Wonder. Ese disco, sin embargo, no ha llegado a ver la luz.

Su última actuación en público fue en noviembre del año pasado, en un concierto en Nueva York de la Fundación Elton John para la lucha contra el sida.

“Me siento muy, muy enriquecida y satisfecha con respecto al origen de mi carrera, y donde está ahora”, afirmó en aquel entonces.

La artista publicó en 1998 su autobiografía bajo el título Aretha: From These Roots (Aretha Franklin: de estas raíces).

Esas raíces de las que brotó la voz de Franklin, “un tesoro natural”, como declaró en 1985 el exgobernador de Michigan James Blanchard.

Conócela

Aretha Louise Franklin

  • Nació el 25 de marzo de 1942 en  Memphis, Tennessee.
  • Grabó su primer disco de góspel a los 14 años.
  • Fue una de las figuras clave en el éxito del soul en los años 60.
  • Sus padres fueron C.L. Franklin, ministro baptista y cantante de góspel, y Barbara (Siggers) Franklin, ama de casa.
  • Fue una pianista autodidacta, que aprendió sin saber leer música.
  • Era una mezzosoprano; tenía un rango vocal de cuatro octavas.
  • Su película favorita era The Private Lives of Elizabeth and Essex (1939).
  • En 1979 recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
  • En 1987 fue la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Rock and Roll.
  • En Nueva York acostumbraba a actuar en clubes de jazz, entre ellos en el elitista Village Vanguard.
  • Tiene dos doctorados honoríficos de música, del Berklee College of Music y de la Universidad de Yale.

Junto al poder

En 1968 cantó con el corazón en el funeral del icono de los derechos civiles Martin Luther King Jr.

George W. Bush le otorgó a Franklin la Medalla Presidencial de la Libertad en una ceremonia en la Casa Blanca en 2005. El máximo honor civil de la nación, que honra a quienes han hecho contribuciones especialmente meritorias a la seguridad o el interés nacional de Estados Unidos, la paz mundial, la cultura u otros esfuerzos públicos o privados.

Cantó en la toma de posesión de Jimmy Carter, en las festividades en torno a la investidura de Bill Clinton.  También interpretó el himno My Country, ‘Tis of Thee en la primera investidura del presidente Barack Obama. La celebración de la elección del primer mandatario negro de la nación fue quizás el pináculo en la larga tradición de Franklin de cantar en grandes momentos ceremoniales de EU. Franklin se presentó ese frío día de enero con un abrigo y un sombrero con un enorme lazo gris que desató un río de chistes y comentarios en redes sociales. En 2015 cantó Amazing Grace ante el papa Francisco cuando éste visitó Filadelfia para el Festival de las Familias.

Oda feminista

WASHINGTON.—  Aretha Franklin se convirtió en la Reina del Soul de la mano de Respect, que su voz transformó en un himno al feminismo, pese a que no era de su autoría.

La canción había sido escrita y grabada por Otis Redding, pero la versión de Franklin, publicada en abril de 1967, con apenas algunos coros adicionales y un carácter especial en la interpretación y los arreglos, le dio un sentido de reclamo feminista del que carecía el tema original.

Redding planteaba la canción desde la óptica de un hombre, pero la artista, con su interpretación y escasas variaciones al texto, cambió de raíz el tono algo machista del tema original y lo transformó en lo que fue desde entonces un poderoso himno feminista que también fue abrazado por el movimiento de derechos civiles.  (EFE)

EMBLEMÁTICOS

  • Respect, de Otis Redding.
  • I NEVER LOVED A MAN THE WAY I LOVE YOU, de Ronnie Shannon.
  • (YOU MAKE ME FEEL LIKE) A NATURAL WOMAN,  compuesta por Carole King, Gerry Goffin y Jerry Wexler.
  • THINK, compuesta por Aretha Franklin y Teddy White
  • CALL ME, de Aretha Franklin.
  • SON OF A PREACHER MAN, escrita por John Hurley y Ronnie Wilkins.
  • I KNEW YOU WERE WAITING (FOR ME), que cantó con George Michael en 1987. Fue escrita por Simon Climie y Dennis Morgan.
  • CHAIN OF FOOLS, de Don Covay.
  • FREEWAY OF LOVE,  el tema cosechó un Grammy en 1985 y alcanzó también la tercera posición de la lista Billboard Hot 100, en la que permaneció durante 19 semanas.
  • (SWEET SWEET BABY) SINCE YOU’VE BEEN GONE, compuesto por Franklin y Teddy White.

Sus batallas

Su vida personal fue una lucha. Tuvo un hijo como madre soltera a los 13 años, y otro hijo dos años más tarde. Tuvo dos hijos más y se casó y se divorció dos veces. Durante toda su vida batalló con su peso y el alcoholismo.

Su padre recibió un disparo durante un asalto en 1979 y pasó cinco años en coma antes de morir a los 69 años, en 1984.

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