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'Alguien tiene que morir', retrato de la estructura patriarcal

Cecilia Suárez protagoniza a una madre mexicana, reprimida en el régimen franquista de los años 50 en España

Nancy Méndez C. | 16-10-2020
Foto: Cortesía Gorka Postigo - Netflix

CIUDAD DE MÉXICO.

Para Cecilia Suárez, la más reciente serie creada por Manolo Caro, Alguien tiene que morir, está hecha con un entramado fino para hablar de la estructura patriarcal, la libertad de expresión, los roles de género, la discriminación, la intolerancia y las apariencias en una sociedad conservadora, que, aunque están enmarcadas en la España de los años 50, revelan fragmentos de problemáticas actuales.

La serie habla de problemáticas envueltas en un marco de la historia muy interesante, que no se nos puede olvidar, porque parece estar en un momento de resurgimiento a nivel global. Hay que observar y estar atentos. La serie nos ayuda a recordar que aunque parecieran cosas que están en el pasado, no están exentas de volver y de hacerlo envueltas en otro disfraz”, expresó Cecilia Suárez vía telefónica con Excélsior desde España.

En la trama, la actriz recrea a Mina, una madre mexicana que parece habitar en las comodidades durante el régimen franquista, pero que, en realidad, es una mujer que soporta la violencia y la represión familiar y política, porque parece no tener otras opciones.

Mina es la representación de muchísimas mujeres de esa época, pero lamentablemente es algo de lo que aún se tiene que seguir hablando, porque muchas cosas no han cambiado. Ella es una mujer que aguanta de más, porque no sólo está sometida a lo que se espera de ella en su, entre comillas, rol de mujer, sino que además está fuera de su país lo cual complica aún más la situación”, dijo.

Alguien tiene que morir tiene como premisa la llegada a España de un joven (Alejandro Speitzer) quien, tras recibir una llamada de sus padres, debe regresar desde México para conocer a su prometida. Sin embargo, vuelve acompañado por un bailarín de ballet (Isaac Hernández).

En el transcurso de la temporada de tres episodios, que estarán disponibles a partir de hoy en Netflix, uno de los símbolos de la serie son las aves imposibilitadas para volar, usadas como juego de caza. Tal imagen hace eco en la historia acerca de las pocas posibilidades de libertad de expresión que tienen los personajes y su reprimida elección de preferencias sexuales, amorosas, políticas, laborales y artísticas, además de la nulidad de las opiniones femeninas sobre las masculinas.

Es esta estructura patriarcal, de eso habla, de cómo está construida justamente para no permitir el movimiento de nadie más que no sea el privilegiado, que en este caso claramente es el hombre y qué tipo de hombre. ¿Cuál es la masculinidad aceptada y la no aceptada? La serie habla muy en particular de ese tema: ¿Qué significa ser hombre y cómo es ser un hombre? Eso dibuja el resto del contexto. Si la misma masculinidad está enmarcada por la mano patriarcal, hay que imaginar todo lo demás: ¿Quiénes somos las mujeres, los niños, las niñas, las personas mayores? Es decir, todos los demás pasan a ser de segunda. Ésa es la estructura patriarcal. Es un retrato interesante”, señaló.

Para la actriz, la construcción de esta historia y sus personajes, protagonizados también por Ernesto Alterio, Eduardo Casanova, Ester Expósito y Carmen Maura, entre otros, tuvo referencias actuales.

Fue construido desde lo que seguimos viendo que sucede, los discursos del poder y cómo somos vistas las mujeres desde ahí, porque es la magnificación del discurso patriarcal. También desde entender cómo en esa época lo que te permitía movilizarte eran tus afectos, tu verdadero amor. Lo que a esta mujer la mueve es su verdadero amor que le tiene a su hijo”, acotó.

Acerca del trabajo con el bailarín profesional de ballet Isaac Hernández, reconocido internacionalmente con el máximo galardón de su disciplina, el Benois de la Danse, Suárez detalló que era importante reflexionar acerca de la masculinidad en el mundo de la danza.

En esa época era impensable e incluso hoy en día hay personas que siguen cuestionando por qué un hombre decide bailar ballet o por qué las clases de ballet están llenas de niñas y no de niños. Eso le ha movido mucho a Isaac en esta historia. Por eso la serie tiene una vigencia bestial en todos los temas que aborda, como el resurgimiento de la ultraderecha en el globo entero; son cosas que nos tenemos que cuestionar en este momento”, apuntó Suárez, quien repite trabajo con Caro luego de La casa de las flores.

 

UN REFLEJO ACTUAL

Manolo Caro, creador, guionista y director de Alguien tiene que morir, relató que el concepto visual de la serie surgió de la investigación en la que descubrieron un video del tiro al pichón, que usaron como símbolo. Luego, insertaron la historia en el franquismo.

No veo otra atmósfera ni política ni social en la que pudiera convivir esta historia para hacer un reflejo de lo que está sucediendo actualmente. Lo interesante de la serie es que, si no revisitamos esto, va a seguir ocurriendo. Es una realidad que tenemos en nuestra cara. Los años 50 parecen lejos, pero el problema persiste y hay que poner el diálogo sobre la mesa si queremos erradicarlo”, dijo.

Acerca del trabajo con Isaac Hernández, Caro destacó que el personaje que representa aborda la censura a los bailarines masculinos en aquella época, pues incitaban al erotismo.

Me llamó mucho la atención cuando investigamos sobre esto y por eso invité a Isaac, quien se arriesgó a contar esta historia. Él sabía que, si caía en sus manos el papel, habría una lectura llena de prejuicios de qué es un bailarín de ballet hoy en día”, afirmó.

 

SU PRIMERA VEZ EN TERROR

Cecilia reveló que por el momento tiene como base España, debido a los proyectos que se han presentado a su puerta, como la película de terror La pasajera, que filmó en Navarra junto a los actores Ramiro Blas, Paula Gallego, Cristina Alcázar y Yao Yao. En esta trama, los ocupantes de una camioneta que transporta a un excursionista herido deben evitar sentarse a su lado durante el viaje, pues, de lo contrario, morirán.

Estoy muy agradecida con la forma que me han acogido y recibido aquí, muy amorosamente.

La pasajera es una película de terror, algo que no había hecho y que en México se hace muy poco”, concluyó.

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