¿Por qué deberíamos leer a León Tolstói, y con cuáles obras comenzar?

Leer a Tolstói es embarcarse en un viaje donde la introspección y el cuestionamiento se mezclan con narraciones detalladas y llenas de vida

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Retrato de León Tolstói, autor ruso célebre por obras como “Anna Karénina” y “Guerra y paz”, símbolo de introspección literaria y transformación filosófica.

León Tolstói (1828-1910) es un gigante de la literatura universal, autor de obras como “Anna Karénina” y “Guerra y paz”. A través de sus textos, exploró la profundidad del alma humana, cuestionó las normas sociales y reflexionó sobre el sentido de la vida. Su transformación espiritual lo llevó a criticar el materialismo y promover ideales basados en el amor y la no violencia, influyendo incluso en líderes como Gandhi. Tolstói sigue siendo una figura clave, cuyas historias y filosofías invitan a la introspección, la empatía y la búsqueda de una existencia auténtica.

León Tolstói (9 de septiembre de 1828-20 de noviembre de 1910), uno de los gigantes de la literatura rusa, nos ofrece una puerta de entrada al alma humana, una perspectiva que trasciende la época en la que escribió y que resuena con fuerza hoy en día.

Tolstói no solo fue un escritor, sino también un filósofo y un crítico social que cuestionó las estructuras de poder, la religiosidad y el sentido de la vida. Sus obras son un viaje hacia las profundidades de las emociones, la moral y la condición humana, temas que siguen vigentes y que desafían al lector a reflexionar sobre sus propias vidas y convicciones.

Leer a Tolstói es embarcarse en un viaje donde la introspección y el cuestionamiento se mezclan con narraciones detalladas y llenas de vida. En sus novelas encontramos descripciones tan vívidas y personajes tan complejos que es imposible no empatizar con ellos o ver reflejadas nuestras propias debilidades y virtudes. Tolstói se atreve a explorar la naturaleza contradictoria del ser humano, sus conflictos internos y su búsqueda de sentido, algo que le permite conectarse con lectores de distintas generaciones.

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Para aquellos que desean sumergirse en la obra de Tolstói, el mejor punto de partida es “Anna Karénina”. Esta novela no solo es una de las más importantes de la literatura mundial, sino que también constituye un profundo estudio de la sociedad, la moral y la naturaleza humana. Anna, una mujer atrapada en las constricciones de la nobleza rusa, es un personaje que irradia pasión, vulnerabilidad y complejidad. A través de su historia, Tolstói nos invita a cuestionar las normas sociales, el amor, el deseo y las consecuencias de nuestras decisiones.

Otra obra imprescindible es “Guerra y paz”, una novela monumental que explora la vida durante las guerras napoleónicas. No se trata solo de una crónica histórica, sino de una meditación profunda sobre el destino, el poder y el papel de los individuos en el gran flujo de la historia. Los personajes de Tolstói, como Pierre Bezújov y el príncipe Andréi Bolkonski, son guías para comprender las contradicciones de la vida y la búsqueda constante de significado.

Para quienes buscan una obra más breve pero igual de profunda, “La muerte de Iván Ilich” es una excelente opción. Esta novela corta es un retrato implacable de la angustia humana frente a la inevitabilidad de la muerte. Iván Ilich, un hombre común y corriente, se enfrenta a una enfermedad terminal y, con ello, a la realización de una vida vivida de acuerdo con los valores superficiales de la sociedad. Es un texto que nos obliga a reflexionar sobre cómo vivimos y cómo podríamos alcanzar una vida más plena y significativa.

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Tolstói es un autor que desafía, conmueve y expone la condición humana como pocos lo han hecho. Leer sus obras no es solo un deleite literario, sino un acto de autodescubrimiento. En un mundo que a menudo se mueve rápidamente y con superficialidad, las palabras de Tolstói nos recuerdan la importancia de la introspección, la empatía y la búsqueda de la verdad interior. Así, al leer a Tolstói, encontramos un eco de nuestras propias vidas, una exploración de nuestras inquietudes y una inspiración para ser mejores.

El hombre que tuvo suerte

Había una vez un hombre llamado Iván que no tenía absolutamente nada. Ni casa, ni trabajo fijo, ni familia, y apenas si podía conseguir algo para comer. Sin embargo, Iván no se quejaba. Al contrario, cada día agradecía lo poco que tenía y buscaba la forma de ayudar a los demás, incluso con su escaso sustento.

Un invierno particularmente frío, Iván encontró a un mendigo medio congelado en la calle. Sin pensarlo dos veces, lo llevó a su pequeño refugio, compartió con él su manta y la única hogaza de pan que tenía. Cuando el mendigo recobró fuerzas, se despidió agradecido y le prometió a Iván que, algún día, su bondad le sería recompensada.

Unos días después, Iván se encontró con un anciano que parecía perdido. El anciano le dijo que era un mercader que había perdido todo en un robo y que solo quería regresar a su pueblo. Iván, sin dudarlo, le dio las pocas monedas que tenía para que pudiera comprar el pasaje de vuelta a casa.

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Poco tiempo después, Iván estaba caminando por el bosque cuando encontró una bolsa de oro. La recogió y, al mirar hacia atrás, vio al anciano y al mendigo. El mendigo le dijo: "Iván, esta es la recompensa por tu bondad. Tú nunca pediste nada a cambio de lo que diste, pero mereces mucho más de lo que tienes".

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Ilustración realista de León Tolstói en sus últimos años, con barba blanca larga y vestido con ropa sencilla, sentado en un banco en un paisaje rural sereno, rodeado de árboles, simbolizando su conexión con la naturaleza y su vida austera.

León Tolstói, retratado en un entorno rural que refleja su vida sencilla y filosofía espiritual.

Iván, agradecido, tomó la bolsa y decidió usar el oro para ayudar a los demás. Construyó una casa grande, donde acogió a todos los necesitados del pueblo, y vivió rodeado de personas que lo querían y lo respetaban. Y así fue como Iván, el hombre que no tenía nada, se convirtió en el hombre más afortunado de todos.

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1. Su ideal era que cada hombre poseyera sólo el trozo de tierra que pudiera trabajar con sus manos para alimentar a su familia, y que viviera lleno de amor fraternal por sus semejantes en un mundo utópico sin Estado.

2. Una de las grandes pasiones de León Tolstoi era el ajedrez, el cual jugaba constantemente con uno de sus mejores amigos, M. Goldenveiser, profesor del conservatorio de Moscú.

3. Fue vegetariano, ésta condición se describe en su libro 'Últimas palabras' en donde expresaba que deberíamos vivir según la ley de Cristo

4. Tolstoi se enlistó en el Ejército, e ingresó a la brigada de artillería en el mismo batallón que su hermano Nikolái, quien era teniente de artillería. Cuando estalló la guerra de Crimea en 1853, pidió ser destinado al frente. 

5. En su obra 'Adolescencia', el novelista relata que a los 16 años carecía de toda convicción moral y religiosa, se entregaba sin remordimiento a la ociosidad.

6. Después de viajar por Francia, Alemania, Suiza y otros países, abrió una escuela para niños campesinos en su natal Yasnaia, Poliana.

7. Tras casarse con Sofía Bers, León Tolstoi fue padre de 13 hijos y abuelo de 31 nietos.

8. A raíz del  artículo Carta a un hindú, publicado en un diario de la India, mantuvo una concurrida correspondencia con Mahatma Gandhi.

Tolstói escribió sobre Gandhi en su diario: "Lo siento muy cercano a mí, a nosotros. Cree que la resistencia más poderosa es la resistencia pasiva". 

9. La Iglesia ortodoxa rusa excomulgó al escritor, tras las críticas realizadas a las instituciones eclesiástias en su obra 'Resurrección'. 

10. A los 82 años, el 10 de noviembre de 1910, abandonó a su esposa y su hogar con la idea de terminar sus días en un retiro humilde.

Tras caer enfermo de pulmonía en una estación ferroviaria de Astapovo, el novelista murió el día 20 de ese mismo mes.

Fue enterrado en su casa, en Yásnaya Poliana, sin ninguna ceremonia religiosa, el 22 de noviembre de 1910.

¿Qué obra de Tolstói ha dejado una huella en tu vida? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!

Si Tolstói viviera hoy, ¿qué crees que escribiría sobre nuestra sociedad? Reflexionemos juntos.

¿Te atreves a descubrir el alma humana a través de sus libros? Empieza por “Anna Karénina”.

N. de la R. Tolstói fue un hombre de profundas contradicciones y cambios filosóficos que marcaron su vida y obra. Aunque comenzó su carrera como escritor de ficción realista, experimentó una transformación espiritual tras alcanzar el éxito literario, alejándose del lujo y adoptando una vida basada en la austeridad y la búsqueda de la verdad espiritual. Este cambio lo llevó a criticar duramente la Iglesia ortodoxa rusa y a desarrollar su propia interpretación del cristianismo, centrada en el amor y la no violencia. Entre las curiosidades sobre su vida, destaca que Tolstói influyó en figuras como Mahatma Gandhi, quien se inspiró en sus escritos sobre la resistencia pacífica. En sus últimos años, Tolstói se enfrentó a conflictos con su familia debido a su deseo de renunciar a la propiedad privada y vivir de manera más acorde con sus ideales. Este conflicto alcanzó su clímax cuando, a los 82 años, abandonó su hogar y murió poco después en una estación de tren, un hecho que marcó un final dramático para su vida. Respecto a "Anna Karénina", cabe señalar que la novela no solo retrata a Anna, sino que también incluye una línea argumental paralela con Konstantín Levin, un alter ego de Tolstói. A través de Levin, Tolstói reflexiona sobre su propia crisis espiritual y su búsqueda de significado en la vida rural. En cuanto a "Guerra y paz", esta obra monumental no sigue una estructura narrativa convencional, mezclando géneros y estilos para ofrecer una exploración tanto filosófica como histórica de la época napoleónica. Finalmente, "La muerte de Iván Ilich" es considerada una obra clave en la literatura existencialista y ha sido objeto de múltiples interpretaciones psicológicas y filosóficas. A menudo se cita como una crítica al materialismo burgués y como un llamado a vivir de manera auténtica y significativa.