Paulo Nazareth defiende desde el arte el derecho de paso

El derecho de paso, “la libertad de cruzar el río, de pasar a la otra orilla”, es el eje principal de la exposición Luzia, la primera individual del artista visual brasileño Paulo Nazareth (1977) que se exhibe en México, en el Museo Tamayo.

La muestra, que abrió ayer al público y permanecerá en exhibición hasta el 9 de febrero, reúne más de 60 piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, videos e instalación para reflexionar en torno a las raíces y las migraciones de América y el mundo.

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El título, informó el museo, es un homenaje a Santa Luzia, el pueblo natal de Nazareth; pero también es una reflexión en torno a la enigmática figura de Luzia, antiguo esqueleto humano encontrado en Brasil, que representa a una santa, un fósil, un ancestro y un territorio afro-indígena.

Curada por Fernanda Brenner y Diane Lima, Luzia enfoca su reflexión en México como lugar y contexto; aborda temas como la economía racial y las dinámicas coloniales, además de destacar cómo los desplazamientos forzados y los flujos migratorios “reconfiguran las huellas históricas que fundaron e imposibilitaron la idea de una humanidad unificada”, dijeron.

Creo que esta exposición es, más que nada, una conversación del tiempo y de muchos temas prioritarios; uno de ellos es el derecho de paso que, pienso, es un derecho de la gente: su derecho de cruzar el río, de pasar a la otra orilla que, se dice, es paso libre, pero estando ya ahí vemos que no lo es en la práctica”, comentó el artista durante un recorrido.

La gente no es libre de transitar libremente; y a mí me gusta más pensar en la humanidad como algo expandido, que es libre y tiene el derecho de ir a donde quiera. Debe existir respeto y no romper ese diálogo que se establece entre la humanidad y la naturaleza. Y si debe haber un diálogo respetuoso entre la humanidad y la naturaleza, no menos importante debe ser el diálogo entre los pueblos de América y de todo el mundo”, agregó Nazareth.

LO COLABORATIVO

Dos obras colaborativas hechas con el público: un sambaquí, antiguo montículo de vestigios prehistóricos, y el Archivo MAMA, que une a las madres de dos lugares.

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*mcam