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Expresiones

La poesía como sinónimo de libertad: Cărtărescu

Tras recibir el premio FIL de literatura en Lenguas Romances, el escritor, poeta y ensayista rumano revaloró el poder subversivo de la lírica

Virginia Bautista / Enviada | 27-11-2022
El poeta rumano Mircea Cărtărescu recibió premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. Foto: Cortesía FIL/ Virginia Bautista
El poeta rumano Mircea Cărtărescu recibió premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. Foto: Cortesía FIL/ Virginia Bautista

GUADALAJARA.–“La poesía es otro nombre para la libertad”, afirmó ayer categórico el escritor rumano Mircea Cărtărescu (1956). “Ha iluminado toda mi vida. No he sido nunca otra cosa que poeta. He escrito poesía como una forma de libertad, de solidaridad, de empatía para con todos los hombres”, confesó.

La poesía fue el tema central del discurso que el poeta y narrador pronunció tras recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022, dotado con 150 mil dólares, durante la inauguración de la edición 36 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El también ensayista definió este género literario como revolucionario, profético y ubicuo “como el aire”. Y, ante un auditorio fascinado por sus ideas, llamó genio y subversivo al poeta. “Él provoca el cambio que más temen los legisladores. Él introduce en la ciudad el
desasosiego, la duda, la ironía, el sarcasmo, la sublevación”.

Quien es considerado el escritor rumano contemporáneo más importante agregó que “el artista, en especial el poeta, se ha opuesto siempre al orden, a la disciplina, a las reglas, a los sistemas, en todas las épocas y en cualquier tipo de sociedad.

Le han repugnado siempre el conformismo y la hipocresía. Ha refutado las verdades y los valores aceptados por la mayoría. Se ha alzado contra todo aquello que asfixie la libertad humana”, añadió.

Y, aclaró, que “la poesía no es entretenimiento y el poeta no es, como piensan tantos todavía, un inadaptado con la cabeza en las nubes. El arte de la poesía se ha encontrado invariablemente entre los medios más eficaces para
reavivar las conciencias, para despertar la dignidad humana, para preservar la libertad siempre amenazada en nuestro mundo”.

El egresado de la Universidad de Bucarest y doctor en Literatura rumana habló del poeta como un revolucionario, un profeta y un ciudadano. “Es un portal a través del cual lo milagroso, lo sagrado, lo demoníaco, lo estático, lo obsceno, lo divino y lo terrible penetran en nuestro mundo.

Los poetas no pueden callar, tampoco cuando se encuentran bajo la amenaza del hambre, de la pobreza, del desprecio público o del poder arbitrario. Su voz interior debe hacerse oír a cualquier precio”, indicó.

El autor de Solenoide destacó que “hoy, cuando la civilización del libro agoniza y cuando penetramos con voluptuosidad en los espantosos desfiladeros de lo virtual, la poesía es menos
visible aún.

Y, sin embargo, humillada y disuelta en el tejido social, casi desaparecida como profesión y como arte, la poesía sigue siendo omnipresente y ubicua como el aire que nos envuelve. Pues es un modo de vida y una forma de mirar el mundo”, dijo.

Después de la ceremonia de apertura, Cărtărescu ofreció una rueda de prensa, en la que se mostró feliz, amable y dispuesto a responder preguntas y a tomarse fotografías con sus lectores.

Los sueños, la naturaleza humana, la migración y la tristeza que habita su obra son algunos de los temas sobre los que reflexionó ayer en su encuentro con los medios mexicanos.

Tenemos el mal en nosotros mismos. Y nunca seremos capaces de librarnos de él. Cada día vemos cómo se manifiesta el mal. Encuentras discriminaciones de toda clase, injusticias, sexismo, racismo. Pero me considero una persona optimista y creo que la parte buena de nuestra mente es la que resultará vencedora”, explicó.

“Si tomas en consideración el destino humano, es muy difícil no ponerse triste. Nuestro propio destino está marcado por el sufrimiento, la locura y la enfermedad. Por eso, los sentimientos negativos son tan fuertes. Expresar la negatividad de una época es importante”, expresó.

Y sobre sus sueños, que registra a diario desde que tenía 17 años, comentó. “Tengo miles de sueños apuntados. Llegué a la conclusión de que he tenido siempre una segunda vida, que se manifiesta sólo durante la noche, que es tan intensa y verdadera como la que transcurre en el día”.

El poeta, que mañana lunes se encontrará con mil jóvenes en la feria, anunció que acaba de publicar Theodoros, “una novela pseudohistórica, que no se parece nada a lo que he escrito. Le deseo un destino semejante a Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, pues ha sido un modelo para mí”.

 

Defienden la educación y los libros

Al grito de “UdeG, UdeG”, con porras, aplausos y pancartas, fueron recibidas ayer las autoridades de la Universidad de Guadalajara y de la Feria Internacional del Libro de esta ciudad, que se inauguró con discursos de defensa de ambos organismos.

Ante el recorte presupuestar que enfrenta la UdeG, Raúl Padilla, presidente del encuentro editorial más importante en idioma español, lamentó “la deriva autoritaria del gobierno de nuestro estado, que está llevando su intolerancia a la libertad de expresión, de crítica y de manifestación a niveles sin precedentes”.

Recordó que, hace 36 años, la feria nació “en un país todavía sumido en crisis económicas recurrentes, con un régimen autoritario de partido único y centralizado. Hoy, que prácticamente estamos relanzando la FIL después de la pandemia, algunas señales de aquella época parecen hacerse presentes de nuevo”.

El promotor cultural añadió que “la autonomía universitaria, la libertad de imprenta y de expresión no son dádivas de gobernantes, son instituciones que han hecho posible el surgimiento de sociedades libres y el ascenso de la democracia”.

Y remató que “vendrán y se irán gobiernos con promesas de refundación, sus amagos y pobres resultados, pero ellas, las universidades, seguirán ahí”.

Por su parte, Ricardo Villanueva Lomelí, rector de la UdeG, dejó claro que “la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es más grande que los delirios de grandeza de cualquier individuo, la FIL es mucho más grande que cualquier gobernador que utilice el poder público para intentar mancharla. Nadie puede someter y boicotear a la feria, porque nació como patrimonio de los jaliscienses”.

Los funcionarios fueron dos de los oradores, de un podio de 12 personas, entre editores, escritores y representantes de Sharjah, el emirato árabe invitado de honor, que celebraron el reencuentro presencial con los lectores.

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