¿Cómo hacer fertilizante casero para pasto?
Aprende cómo hacer fertilizante casero para pasto y evita que tu césped se ponga amarillo con soluciones naturales y económicas.

Si siempre has querido tener un jardín verde y hermoso, entonces seguramente te has preguntado ¿cómo hacer fertilizante casero para pasto? Este tipo de alternativas naturales no solo ayudan a nutrir el césped, sino que también son una forma económica y ecológica de mantenerlo fuerte y lleno de vida durante en todas las temporadas del año.
Preparar un fertilizante casero es más sencillo de lo que parece y puedes hacerlo con ingredientes que ya tienes en casa. No solo es cuestión de cuidar el aspecto de tu jardín, también reduces el uso de químicos y aportas al medio ambiente una opción más sostenible
Fertilizante casero para pasto
Si quieres un césped verde y uniforme, lo primero que debes hacer es entender que el pasto necesita nutrientes esenciales como el nitrógeno, el fósforo y el potasio.
El nitrógeno es el elemento que da el tono verde intenso, el fósforo fortalece las raíces y el potasio ayuda a resistir sequías y enfermedades, por lo tanto, el fertilizante casero puede proporcionar todos estos elementos de forma natural.

Una opción muy práctica es preparar una mezcla con restos de café, que aportan nitrógeno, combinado con cáscaras de plátano, que son ricas en potasio.
Solo tienes que secarlas, triturarlas y esparcirlas sobre el pasto, también puedes diluir una parte de vinagre blanco en diez partes de agua y rociarlo con un atomizador para estimular el crecimiento de la hierba.
Otra alternativa muy viable es el agua de arroz o de verduras, que contiene minerales ideales para revitalizar el césped. Basta con guardarla después de cocer los alimentos y verterla directamente sobre el pasto.
Además, el compost casero, hecho con restos de frutas, verduras y hojas secas, es un fertilizante completo que enriquece la tierra y mejora la retención de humedad.
Al aplicar estos fertilizantes de manera regular, aproximadamente una vez cada dos semanas en temporada de crecimiento, tu pasto se verá más verde, tupido y resistente. Lo mejor es que no necesitas invertir en productos costosos, pues con recursos cotidianos puedes lograr un jardín saludable y natural.

¿Por qué el pasto se pone amarillo?
Uno de los problemas más comunes en jardines es cuando el pasto comienza a perder su color verde y adquiere un tono amarillento. Esto suele ser un síntoma de que algo no está funcionando bien en el cuidado del césped.
La causa más frecuente de este problema es la falta de nutrientes, especialmente de nitrógeno, que es el responsable de mantener las hojas verdes y vigorosas. Sin este elemento, la hierba se debilita y pierde vitalidad.
Otra razón importante puede ser el riego inadecuado, tanto el exceso como la falta de agua dañan el césped. Si el suelo donde está se encharca, las raíces se asfixian y se pudren, mientras que si hay resequedad, las hojas se marchitan y cambian de color.
Además, el tipo de suelo influye de manera directa, si es demasiado compacto o pobre en materia orgánica, el pasto no recibe la suficiente oxigenación ni minerales.
El ataque de plagas o enfermedades también puede provocar manchas amarillas. Los hongos como el “hilo rojo” o la “mancha parda” suelen aparecer en condiciones de humedad excesiva.
Finalmente, el tránsito constante sobre el césped puede compactar la tierra y dañar las raíces, ocasionando áreas amarillas.
Para prevenirlo, lo ideal es aplicar fertilizantes caseros ricos en nutrientes, mantener un riego adecuado según el clima y airear el suelo periódicamente. Así, el pasto recupera su fuerza y mantiene un tono verde saludable.
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