El gran diluvio en Netflix: la PELÍCULA coreana de catástrofes que esconde un giro inesperado
La nueva apuesta surcoreana de Netflix combina ciencia ficción e Inteligencia Artificial

Netflix vuelve a confirmar el poder del cine surcoreano para contar historias extremas. El gran diluvio se presenta como una película de desastres, pero rápidamente deja claro que el verdadero conflicto no está solo en el agua que amenaza con arrasarlo todo, sino en las decisiones que enfrentan sus personajes.
La propuesta de Netflix llega acompañada de una fuerte carga ética: ¿qué pasaría con la humanidad ante una inundación global?, ¿vale todo cuando se trata de preservar la especie?, ¿la tecnología puede reemplazar aquello que nos hace humanos? Estas preguntas atraviesan una trama marcada por la tensión constante, momentos profundamente emotivos y la incertidumbre de alcanzar un objetivo que podría definir el futuro del mundo.
¿De qué se trata El gran diluvio de Netflix?
Aunque el título remite a una devastación masiva, la historia se desarrolla en un espacio opresivo. El director Kim Byung-woo opta por un enfoque asfixiante, alejándose de las imágenes grandilocuentes de ciudades colapsando. Gran parte de la acción de El gran diluvio ocurre dentro de un complejo de apartamentos que se hunde lentamente, mientras el agua sube sin dar tregua.
Este encierro potencia la angustia del espectador. El diseño de producción, el sonido del metal crujiendo y la oscuridad del agua generan una sensación de peligro constante. Sin embargo, el desastre físico funciona solo como el escenario de un conflicto mucho más profundo, donde la ciencia y la conciencia chocan de frente.

¿Quién es la protagonista de El gran diluvio?
El personaje clave de la película es An-na, interpretada por Kim Da-mi, quien entrega una actuación contenida pero devastadora. An-na está a cargo de un ambicioso proyecto tecnológico que busca recrear cuerpos con grandes similitudes humanas, tanto físicas como mentales, aunque carentes de emociones.
Tras la desaparición de su jefa, An-na recibe la misión de concluir el proyecto, al dotar de sentimientos a estas creaciones diseñadas para pensar en la preservación de la humanidad. De este experimento surge un niño, el primero en ser creado, quien se convierte en una pieza fundamental de la trama de la película de Netflix y en el detonante del conflicto.

¡Spoiler alert! El giro inesperado en El gran diluvio
Desde este punto, El gran diluvio da un giro inesperado. Para cumplir el objetivo del proyecto, An-na debe separarse del niño, ya que su cuerpo deja de ser necesario; lo importante es el aprendizaje que acumuló durante su breve existencia.
Aquí comienza el viaje moral de la científica. An-na ya no desea abandonarlo, aunque sabe que no puede ayudarlo. La situación se vuelve aún más compleja cuando es enviada al espacio como parte de un plan para evitar la extinción humana. Sin embargo, esta decisión la deja atrapada en un bucle de tiempo y espacio, obligándola a repetir ciertos eventos una y otra vez.

¿Qué pasa en el final?
La película introduce una estructura narrativa confusa. No todo es una simulación, ya que parte de la historia corresponde a las últimas 24 horas que An-na vivió. La misión de salvar al niño se repite múltiples veces, algo que se refleja simbólicamente en los números de su ropa, que representan cada intento fallido.
Con la ayuda de Hee-jo, interpretado por Park Hae-soo, An-na logra enfrentarse a los hombres de seguridad del centro y busca al menor. Hee-jo es un personaje de moral ambigua: ¿es un salvador o un captor?, ¿protege o manipula? Esa dualidad mantiene la tensión hasta el final.

Un final que plantea más preguntas que respuestas
Tras completar el objetivo, el niño recibe un cuerpo sintético, al igual que An-na, y ambos parecen regresar “a casa”. Sin embargo, la película no aclara si esto es una posibilidad real, una simulación más o una consecuencia del bucle temporal.
Ahí radica el mayor acierto de El gran diluvio: no ofrece respuestas simples. La película de Netflix plantea una pregunta inquietante que resuena más allá de los créditos finales: si el mundo físico desaparece, ¿la conciencia digital puede considerarse una forma válida de supervivencia?
Más que una película de catástrofes, El gran diluvio es una reflexión oscura sobre la humanidad, la tecnología y el precio de querer salvarlo todo, incluso aquello que tal vez ya no pueda salvarse.
AAAT*
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