Brigitte Bardot, una ‘leyenda’ que encarnó una ‘vida de libertad’: Macron
Bardot participó en cerca de 50 películas y se convirtió en símbolo de la liberación femenina en Francia.

“Sus películas, su voz, su deslumbrante gloria… Brigitte Bardot encarnaba una vida de libertad. Lloramos la pérdida de una leyenda del siglo”. Con estas palabras, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, confirmó y dimensionó la muerte de la icónica actriz francesa, fallecida este domingo a los 91 años en su residencia de La Madrague, en Saint-Tropez, de acuerdo con la fundación que llevaba su nombre.
La desaparición de Brigitte Bardot no sólo cierra un capítulo esencial de la historia del cine europeo, sino que reactiva el debate sobre una figura que marcó época por su ruptura de códigos, su influencia cultural global y su férrea defensa de los animales, incluso cuando sus posturas públicas resultaron polémicas.

Un ícono francés de impacto mundial
Protagonista de clásicos como Y Dios creó a la mujer y El desprecio, Bardot participó en cerca de 50 películas y se convirtió en símbolo de la liberación femenina en la Francia de los años cincuenta y sesenta. Su imagen —sensual, natural, indomable— redefinió la estética de una generación y proyectó al mundo escenarios como Saint-Tropez, en Francia, y Búzios, en Brasil, convertidos desde entonces en destinos míticos.
La Fundación Brigitte Bardot confirmó el fallecimiento de su fundadora y presidenta a través de un comunicado enviado a la AFP, precisando que murió la mañana del domingo. La ministra de Cultura, Rachida Dati, la describió como “un icono entre los iconos, tan libre y tan francesa”, mientras que la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, la calificó como una mujer “libre, indomable e íntegra”.

La “Marilyn Monroe francesa”
Muchos la consideraron la Marilyn Monroe “à la française”: rubia, de belleza arrolladora, acosada por los paparazzi y con una vida privada marcada por excesos y rupturas. Ambas se conocieron en 1956, cuando Bardot daba sus primeros pasos en el cine internacional. Sin embargo, a diferencia de Monroe, Bardot decidió romper de forma radical con la industria.
A mediados de los años setenta, antes de cumplir 40 años y en la cúspide de su fama, abandonó definitivamente el cine. Dejaba atrás escenas que ya eran historia, como el baile improvisado en un restaurante de Saint-Tropez o el célebre monólogo desnuda en El desprecio, de Jean-Luc Godard.
Orígenes y vida personal
Nacida en 1934 en una familia burguesa, Brigitte Bardot soñaba inicialmente con la danza y el modelaje. Su primer esposo, el cineasta Roger Vadim, la lanzó al estrellato con Y Dios creó a la mujer, consolidándola como sex symbol internacional. Posteriormente se casó con Jacques Charrier, con quien tuvo a su único hijo, Nicolas, y más tarde con Gunter Sachs y Bernard d’Ormale.
La maternidad fue, según ella misma confesó, una experiencia difícil y traumática, constantemente expuesta al escrutinio mediático.

La otra Bardot: activista y polémica
Tras dejar el cine, emergió una nueva faceta que definió el resto de su vida: la defensa radical de los animales. El punto de quiebre ocurrió durante el rodaje de su última película en 1973, cuando compró una cabra para evitar que fuera sacrificada. Desde entonces, Bardot encabezó campañas contra la tauromaquia, la caza de focas, elefantes y el consumo de carne de caballo.
En 1986 creó la Fundación Brigitte Bardot, desde la cual gestionó durante décadas refugios y campañas internacionales. No obstante, sus declaraciones sobre política, migración y caza le valieron duras críticas y varias condenas judiciales por difamación.

La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda”, escribió en el epílogo de Mon BBcédaire, publicado en octubre. Esa frase resume el legado de una mujer que desafió normas, dividió opiniones y dejó una huella imborrable en la cultura francesa y mundial.
Con la muerte de Brigitte Bardot, Francia despide no solo a una actriz, sino a un símbolo de libertad, controversia y esplendor universal que seguirá ocupando un lugar central en la memoria colectiva.
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