Manny Pacquio vuelve a la mesa de negociación para enfrentar a Floyd Mayweather

El boxeo vive de la nostalgia tanto como de los golpes. Cuando parece que el tiempo ha cerrado una puerta, el negocio se encarga de empujarla de nuevo. Manny Pacquiao volvió a la mesa de conversaciones tras caerse su pelea con Rolly Romero, y con ese movimiento reapareció un viejo nombre que nunca termina de irse del todo. Floyd Mayweather Jr.

La información publicada por The Ring sostiene que las negociaciones entre Pacquiao y Romero se enfriaron hasta el congelamiento. El combate, previsto inicialmente para enero y luego reprogramado para marzo de 2026, quedó archivado. Ambas partes siguieron caminos distintos y el filipino, a sus 47 años, volvió a mirar hacia el pasado para encontrar futuro.

Ahí es donde entra Mayweather. Casi 11 años después de la pelea que paralizó al boxeo en 2015, la posibilidad de una revancha vuelve a circular con fuerza para demostrar que el fuego sigue encendido. Mayweather ya no necesita títulos ni cinturones, pero sí rivales que mantengan vivo su estatus como imán económico del deporte. 

El incendio que nunca se apagó

Desde su retiro oficial, Mayweather ha construido una carrera paralela basada en exhibiciones, eventos especiales y combates que cruzan generaciones. El anuncio de una posible exhibición con Mike Tyson es una prueba clara de ello, aunque todavía sin fecha ni sede confirmadas. 

Una revancha con Pacquiao encaja por el momento que atraviesan . La pelea original dejó una herida abierta en el imaginario colectivo. Pacquiao perdió por decisión unánime y después se instaló la versión de que combatió lesionado del hombro. Esa narrativa nunca fue resuelta del todo y se convirtió en gasolina para una historia inconclusa.

En términos estrictamente boxísticos, el combate pertenece al pasado. En términos de negocio, sigue siendo oro puro. Dos leyendas, dos estilos reconocibles y una rivalidad que sobrevivió al tiempo. 

Pacquiao y el regreso que nadie esperaba

Pacquiao volvió al ring en julio tras casi 4 años de retiro y lo hizo mejor de lo que muchos anticipaban. Empató con Mario Barrios en una pelea por el título wélter y demostró que su velocidad ya no es la misma, pero su instinto sigue intacto. Ese resultado cambió la percepción sobre su regreso y lo colocó otra vez en el radar de las grandes carteleras.

La caída de la pelea con Romero confirma que Pacquiao no busca cualquier combate. Rolly Romero, campeón sin defensas recientes y fuera del ranking de The Ring, representaba una opción mediática, pero también un riesgo político dentro de los organismos. El reclamo del equipo de Shakhram Giyasov y la negativa a conceder excepciones dejó claro que ese camino estaba lleno de obstáculos.

Frente a ese escenario, Mayweather aparece como una salida natural. No hay organismos que convencer ni mandatorios que esquivar.  

Una revancha entre Mayweather y Pacquiao sería, en muchos sentidos, un guion cinematográfico. Dos veteranos que se reencuentran después de años, con cuentas pendientes y un legado en juego. 

El pasado vuelve a tocar la puerta. No para reescribir la historia, sino para venderla una vez más.