Jake Sánchez hace historia y se convierte en el máximo salvador en la LMP
Jake Sánchez alcanzó el rescate número 135 de su carrera al lanzar tres entradas perfectas en el cierre de la temporada regular, superando una marca histórica con los Águilas de Mexicali.

Jake Sánchez escribió historia en el cierre del calendario. En una noche que quedará marcada en la memoria del beisbol invernal, los Águilas de Mexicali bajaron el telón de la temporada regular de la Liga Mexicana del Pacífico con una victoria contundente de 8-1 sobre los Charros de Jalisco, y con ella llegó un momento eterno: el rescate número 135 en la carrera de Sánchez.
El contexto hacía especial el reto. Con una ventaja mayor a tres carreras, la única manera reglamentaria de acreditar un juego salvado era que el cerrador lanzara al menos tres entradas completas. No había margen para una salida corta ni para especular. Sánchez asumió la responsabilidad y entró a la lomita para trabajar los últimos tres episodios del encuentro.
La ejecución fue impecable. Retiró en orden a los nueve bateadores que enfrentó, necesitó apenas 26 lanzamientos, sumó su rescate 14 de la temporada y alcanzó el salvamento 135 de su trayectoria, cifra que lo convirtió en el máximo salvador de todos los tiempos en la LMP, superando los 134 rescates de Isidro Márquez, una marca que permaneció vigente durante doce años.
Era un momento tan esperado y tan trabajado. Nunca me rendí, seguí y seguí, a pesar de las lesiones y de las cosas que no podemos controlar. Vivirlo aquí, en Mexicali, en este estadio y frente a nuestra gente, es algo muy especial”, confesó el derecho nacido en el área de Mexicali, aunque del otro lado de la frontera.
Lo más importante es el equipo. Cuando lo empaté estaba feliz, porque era una marca que muchos pensaban intocable, pero siempre fue por el equipo. Hoy tocó tirar tres entradas, sabíamos la situación y yo les dije: si ocupo tirar tres, tiro tres, y voy a estar listo para los playoffs”.
La coyuntura también influyó en la decisión. El bullpen de Mexicali venía cargando trabajo en jornadas consecutivas, por lo que Sánchez asumió el reto completo.
Me dijeron que tenía 40 picheos para sacar tres entradas. Estaba en mis manos. Lo tomé como un reto, ataqué a los bateadores y creo que hice menos lanzamientos que en muchos salvamentos de una sola entrada”.
El enfoque mental fue determinante.
Entré en una zona de concentración. Estaba poniendo los picheos exactamente donde los quería. Es algo que trabajo mucho: rutina, respiraciones, visualización. Todo eso me ayuda en momentos así”.
Con este salvamento histórico, Sánchez no solo rompió una marca. Cerró la fase regular enviando un mensaje directo rumbo a la postemporada: la experiencia, el temple y el dominio desde el bullpen de Mexicali siguen siendo un recurso confiable cuando el juego se vuelve definitivo.
Y el propio cerrador lo dejó claro:
“No me voy a relajar. El récord es importante, pero lo que quiero es traer un campeonato”.
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