Correrá sangre en la Casa Blanca; albergará un evento del UFC en 2026

En una nota que pareció broma, pero fue real, el presidente Trump anunció el 5 de octubre un evento de peleas en su residencia oficial

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Imagen: IA/ChatGPT.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció oficialmente que el Ultimate Fighting Championship (UFC) organizará un evento de artes marciales mixtas en los terrenos de la Casa Blanca el 14 de junio de 2026, fecha que coincide con su octagésimo cumpleaños. El anuncio se dio el pasado 5 de octubre de 2025 durante un discurso en la Estación Naval de Norfolk, Virginia, donde el mandatario confirmó la realización de una “gran pelea” en el emblemático Jardín Sur.

Este encuentro formará parte de las celebraciones oficiales por el 250 aniversario de la Independencia de Estados Unidos. La administración Trump ha impulsado este programa de actos para conmemorar el semiquincentenario de la nación a lo largo de 2026.

La posibilidad de llevar el octágono a la sede presidencial fue sugerida por primera vez por Trump en julio de 2025 durante un mitin en Iowa. El presidente mantiene una estrecha relación con Dana White, CEO de la UFC, quien ha respaldado públicamente el proyecto y colabora con la Casa Blanca en la planificación logística.

El evento marcará un hito histórico: será la primera vez que un deporte profesional de contacto se desarrolla oficialmente en el South Lawn, un hecho sin precedentes en la historia deportiva y política del país.

Aunque la cartelera aún no se ha definido, la organización evalúa realizar el pesaje oficial en sitios icónicos como el Lincoln Memorial. No obstante, la ejecución enfrenta retos considerables. Por protocolos del Servicio Secreto, la capacidad en el Jardín Sur podría restringirse a menos de 5,000 espectadores, una cifra lejana a los 20,000 que el Ejecutivo pretendía originalmente.

Se contempla la difusión a través de plataformas de streaming y la instalación de zonas de visualización masiva en parques aledaños para el público que no pueda acceder al recinto.

Pese al entusiasmo de un sector de la audiencia, la iniciativa ha desatado un debate sobre la seguridad, el respeto a la tradición presidencial y el uso de espacios institucionales para espectáculos comerciales de alto impacto. Mientras analistas deportivos celebran la visibilidad del evento, expertos en protocolo cuestionan la idoneidad de transformar la residencia oficial en un escenario de combate.

*mcam