González Pacheco pinta ausencias históricas con técnica ancestral

A Abraham González Pacheco lo puedes identificar porque tiene una figura de hijo de Pedro Páramo, medio toledesca que se refleja en su obra. Originario de San Simón Hidalgo, Malinalco, Estado de México, debuta por primera vez en ARCOmadrid con el apoyo de la galería Campeche.  

El artista mexiquense llega a la feria con dos series de dibujo, uno de pequeño formato y otro de gran formato que elaboró desde hace varios años como una aportación personal que consiste en fraguados de concreto y estructuras metálicas. 

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González Pacheco parece duplicarse entre la arqueología personal y la historia de su pueblo, logrando imágenes cuya fuerza radica en que son ficciones del pasado, de tan conocidas ‘retrata’ una obsesión por una precuela de búsqueda de identidad. 

Con su obra participante en la sección “Nunca lo Mismo”, curada por José Esparza Chong Chuy y Manuela Moscoso, el artista mexicano busca generar una discusión acerca de lo que pasa en el arte latinoamericano en donde hay comunidades con un sesgo de identidad y ausencia de historia. 

Destacó que en México existen comunidades que no saben de dónde son o no tienen una historia oficial, por ello, a partir de esta situación lo que hace con su obra es entender de dónde provenimos “es una historia personal”. 

Técnica de Abraham González Pacheco

Sobre su técnica, señaló que su proceso es completamente dibujístico y con materiales como pigmentos, óxidos y tierras que captura durante sus caminatas y exploraciones, “al llegar al taller, dibujo con ellas. Los termino aglutinando con baba de nopal y sal, que es como el dibujo a la vieja usanza cuando se hacían los murales de arte tequitqui”. 

Respecto si utiliza la estructura prehispánica en su pintura, el artista mexicano recordó que realizó hace unos años un monumento arqueológico ficticio en la colonia Buenos Aires, para la que utilizó objetos que sacó de una excavación, “me gusta poner lo ficticio y lo oficial, mezclarlos o contraponerlos, o de alguna manera generar cierta tensión entre ellos, cierto imán o cosas que los termina juntando”. 

Destacó que esta técnica la utiliza para hablar de una arqueología personal, o como visitar el pasado, más que una visión hacia el futuro.

Identificado como una gente que migra, ya que vive entre Toluca, la Ciudad de México y Tepoztlán, triángulo que nutre su trabajo y le permite observar lo que está sucediendo en estos lugares. 

Sobre sus expectativas de ARCOmadrid, Abraham González Pacheco puntualizó que espera tener una conexión con los procesos y formas que se ven en la feria para poder potenciar su trabajo en otros lugares y con otras personas, para con ello llegar a un público más diverso.

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