Domesticarán perros y gatos silvestres del Bosque de Chapultepec

CIUDAD DE MÉXICO.

La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) emprenderá un programa para la captura, esterilización, domesticación y adopción de los perros y gatos ferales que habitan la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec.

Marina Robles, titular de la Sedema, informó que las poblaciones, en particular de perros, han crecido mucho y ya significan un riesgo para las personas que pasean por la zona.

“El manejo, es una cosa interesante de lo que diseñamos, implica un manejo para esterilizar, para recoger del medio silvestre a estos animales, revisar su comportamiento y ver si pueden ser dados en adopción para que sean domesticados”, dijo.

La funcionaria indicó que han contabilizado aproximadamente 100 perros y un número indeterminado de gatos que habitan en la Tercera Sección. Regularmente, se trata de mascotas abandonadas que, con el paso del tiempo, se vuelven ferales o silvestres. Los animales no son esterilizados, se reproducen y amplían la población.

Este proyecto de la Sedema está en el proceso de adquisición de medicamentos y equipamiento para la esterilización, trampas para la captura de los ejemplares, así como un lugar para estudiar su comportamiento y promover la adopción.

El proceso para la ubicación y captura de esta Fauna en Conflicto con el Humano, como la Sedema los denomina, contempla el uso de cámaras trampa, que son nocturnas y se utilizan para ubicar y conocer el comportamiento cotidiano de los animales.

La Sedema ya ha utilizado este tipo de herramientas para monitorear cacomixtles o tlacuaches en barrancas de la Ciudad de México.

El inicio de la captura de animales se estima que pueda ser en uno o dos meses, indicó Robles.

Los perros y gatos ferales de la Tercera Sección son escurridizos y buscan alejarse de la presencia humana. Visitantes aseveran que regularmente se les ve en las noches o temprano por las mañanas, pero durante el día se adentran en las barrancas.    

Sin embargo, en diferentes partes del bosque hay señales de que por ahí están, como restos de huesos comidos, basureros revueltos o recipientes con agua que las personas les dejan para que se hidraten.

Los visitantes de este lugar aseguran que, aunque se ven poco, los perros y gatos deambulan por la zona y son peligrosos.

“Es una jauría callejera, bueno criollos, se podría decir, andan en toda esta zona, dan sus recorridos o se quedan en un solo lugar; llevan años que están ahí, están sin domesticar, no tienen ningún amo. Las personas se acercan les dan un poco de comida porque hasta eso no están tan flacos, los perros están bien alimentados y el único peligro sería que sí se avientan a las personas”, dijo Uziel Valdés, cuidador de perros.

“Tengo idea de que los gatos y los perros son como una plaga en los bosques ya que se comen o lastiman a las especies silvestres nativas, por ejemplo, a los conejos. Disminuyen su población y hacen que estén en peligro de extinción o también las dispersan y migran a otros lugares; me informaron que también estos animales muerden a las personas”, agregó Mariana Valencia, estudiante de biología.

Ardillas y palomas no son plagas

Las poblaciones de ardillas y palomas aún no están consideradas como plagas en la Ciudad de México, aseveró la secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles.

Sin embargo, en algunos puntos de la urbe como los Viveros de Coyoacán las poblaciones de ardillas se convierten en una complicación por lo que deben ser manejadas.

“Son poblaciones que necesitamos manejar, todavía no necesariamente está considerado como plaga, o sea digamos, no en la ciudad. Hay sitios en los cuales sí tienen poblaciones complicadas; en los Viveros de Coyoacán, por ejemplo, hay una población más abundante de lo que podría ser una población en equilibrio, pero a nivel de ciudad no es considerada una plaga”, dijo.

Robles indicó que la Sedema tiene un programa de control de fauna nociva.