El boleto magnético del Metro tiene, al menos, 14 años resistiéndose a su desaparición, pues desde 2007, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) inició con la modernización del sistema de peaje para migrar a tarjetas electrónicas.
Sin embargo, datos de este año indican que todavía 30% de los usuarios siguen utilizando el boleto magnético, lo que equivale aproximadamente a 735 mil 948 pasajeros, si se toma en cuenta que durante 2021 entre semana hubo, en promedio, una demanda diaria de dos millones 453 mil 161 usuarios, de acuerdo con cifras del STC.
El problema es que la tecnología de los torniquetes que leen las bandas magnéticas ya está fuera del mercado.
La tecnología del boleto magnético es una tecnología de hace muchos años y actualmente ya no encontramos las refacciones ni los equipos para poder reponer los que ya están fuera de servicio”, dijo en entrevista telefónica Félix Santiago, gerente de Ingeniería y Nuevos Proyectos del STC.
Además, las máquinas para imprimirlos ya también son obsoletas, por eso se requiere modernizar el sistema de peaje, señaló Santiago.
Desde el inicio de la operación del Metro de la Ciudad de México, en 1969, se ha utilizado el boleto magnético para acceder a las instalaciones y a lo largo de los años se han impreso decenas de boletos conmemorativos.
Fue en 2007, durante la administración de Francisco Bojórquez cuando se instalaron los primeros lectores de tarjetas electrónicas en el acceso norte de la estación Salto del Agua de la Línea 1, desde entonces las autoridades han pregonado la desaparición del boleto magnético en varios intentos para introducir nueva tecnología.
Por ejemplo, durante la administración de Jorge Gaviño (2015 a 2018) se lanzó un monedero electrónico de la marca Broxel, en donde los usuarios podían agregar saldo y, además de pagar su acceso al Metro, usarla como una tarjeta de débito, pero el proyecto no prosperó como se esperaba y la tarjeta se dejó de usar.
Para acelerar el proceso de migración de tecnología, las autoridades hicieron obligatorio el uso de tarjeta electrónica para ingresar a la Línea 12 desde que se inauguró en 2012, pero aun así no se ha logrado el cambio completo.
La implementación de esta tarjeta electrónica también ha tenido sus etapas criminales, pues han existido casos en que personas las clonan y las venden con un costo de 80 pesos, con una recarga de $150.
El STC procedió jurídicamente contra algunos de los responsables de los fraudes. Uno de los últimos casos ocurrió en febrero de 2020 cuando las autoridades arrestaron a un joven que portaba unas 100 tarjetas clonadas.
Ahora el STC lleva a cabo programas piloto con nuevos métodos de acceso como los códigos QR y las tarjetas bancarias de proximidad.
Hay algunos usuarios poco recurrentes al Metro, por lo que estamos realizando este programa piloto en la estación Chilpancingo de la Línea 9 para valorar el tema de un boleto de viaje único, este boleto de viaje único está pensado para personas que usan de manera esporádica el transporte público”, dijo.
El funcionario indicó que aún no existe una fecha para que el boleto magnético deje de venderse, pero afirmó que tarde o temprano tendrá que dejar de utilizarse.
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cva | vjcm
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