Donald Trump vive un domingo de NFL

Donald Trump se convirtió en el primer presidente en funciones en acudir a un partido de temporada desde Jimmy Carter en 1978

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Donald Trump saluda al público desde su palco en el Northwest Stadium durante el duelo entre Commanders y Lions. (Reuters)

Donald Trump aterrizó en la Base Conjunta Andrews poco antes del medio tiempo del encuentro entre los Lions de Detroit y los Commanders de Washngton. El Air Force One había sobrevolado el Northwest Stadium a baja altura mientras se jugaba el primer cuarto. El sonido de los motores del avión encendió el ánimo de los aficionados locales.. Desde el aire, el presidente observó el mosaico de luces en los suburbios de Maryland y comentó a su equipo que era el mejor sobrevuelo que había visto.

Minutos después descendió de la escalinata, saludó a los periodistas y dijo que llegaba para ver un buen partido. Subió a su coche blindado rumbo al estadio, donde fue recibido con una mezcla de aplausos y abucheos cuando apareció en las pantallas gigantes. En su suite lo esperaban miembros del gabinete, el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson y el senador Steve Daines. La Casa Blanca confirmó que Trump será entrevistado durante el tercer cuarto.

El presidente acudió al juego en el marco del programa “Saludo al Servicio” que la liga celebra antes del Día de los Veteranos. La tarde tuvo sabor a ceremonia militar y espectáculo. Para la historia quedó el registro. Ningún presidente en funciones había asistido a un partido de temporada regular de la NFL desde Jimmy Carter en 1978.

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El baile de Amon-Ra St. Brown

Antes de la llegada del presidente, el estadio ya había vivido su primer momento simbólico. En el primer cuarto, el receptor de Detroit, Amon-Ra St. Brown, anotó un touchdown y celebró con el llamado “baile Trump”, un gesto burlesco que varios atletas adoptaron el año pasado. Señaló a las gradas, giró las muñecas y movió los brazos con ironía. Las cámaras lo siguieron.

El gesto recorrió las redes sociales en minutos. Algunos lo vieron como sátira, otros como tributo. La escena sirvió de preludio a lo que vendría en la tribuna presidencial.

El nombre que busca un estadio con su nombre

Un día antes del partido trascendió que Trump explora la posibilidad de que el nuevo estadio de los Commanders lleve su nombre. El proyecto, valuado en 3,700 millones de dólares, avanza en la zona metropolitana de Washington. La idea, filtrada por asesores del presidente, pretende convertir el recinto en un símbolo de la era posterior a la pandemia.

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La propuesta aún no ha sido presentada de manera formal a la franquicia ni a la liga, pero refleja la intención del mandatario de dejar huella en uno de los escenarios más visibles del deporte estadounidense.

De acuerdo con  los registros de la NFL, sólo Richard Nixon en 1969 y Jimmy Carter en 1978 asistieron a partidos de temporada regular siendo presidentes en funciones. Trump ya había roto otro protocolo meses atrás cuando presenció el Super Bowl entre  Eagles y Chiefs de febrero pasado en Nueva Orleans.