Randy camina sobre el agua como un salvador

El mexicano conectó un Grand Slam y remolcó la carrera de la victoria.

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Randy Arozarena, beisbolista mexicano de Mariners con un tridente.

Por un instante, el silencio en T-Mobile Park pesaba más que las derrotas acumuladas. Mariners, sumergidos en un déficit de cinco carreras con dos outs en la octava entrada, parecían otra vez perdidos en altamar. Nadie lanzaba bengalas, nadie hacía algo por sobrevivir. Entonces apareció Randy Arozarena.

En un equipo con brújula descompuesta, el mexicano se convirtió en faro y timonel. Su bat no sólo conectó un grand slam, el primero con uniforme de Mariners, sino que rescató a su equipo que naufragaba.

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Fue en la octava entrada, cuando Steven Okert, zurdo de Houston, quiso colarle una recta por dentro. Arozarena la cazó y la envió 384 pies, directo al bullpen rival, en una escena que cambió el ánimo y el marcador. De un 0-5 sin pulso, a un 4-5 con corazón nuevo.

Pero el milagro no se firmó ahí. En el noveno rollo, con el juego 6-4 y la esperanza tambaleante, el caos se alineó para Seattle: sencillos de Donovan Solano y Miles Mastrobuoni, una jugada anulada que mantuvo a Solano en tercera, y un doble salvaje de Julio Rodríguez, quien rompió una sequía para conseguir el empate en la pizarra.

Con el marcador en tablas, Arozarena regresó al centro del escenario. Contó los lanzamientos, estudió el ritmo de Bryan Abreu y, en cuenta llena, se negó a morder el anzuelo de un slider alto. Cuarta bola. Carrera de la victoria. Walk-off  y un festejo que olía a resurrección.

Siempre intento ser el motor del equipo. Quiero volver a octubre”, declaró el miembro de la Selección Mexicana al finalizar el dramático encuentro en Seattle.

Ayer fue el tipo de triunfo que puede transformar el calendario de una organización en la MLB. La primera serie ganada de la temporada, y nada menos que frente a Houston. Mariners ahora está con marca de  5-8, y aunque aún se encuentran en números rojos, lograron un resultado que los hace creer en ellos mismos.

Seattle tiene libre hoy. Después vienen Rangers, líderes divisionales, y una nueva prueba de alto impacto. Pero si algo quedó claro, es que el mexicano Randy Arozarena no necesita botes salvavidas. Cuando él está al timón, el agua se puede caminar.

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Jugador de los Padres de San Diego.

PADRES SE SACA UN 10 EN SU EXCURSIÓN POR SACRAMENTO

Padres de San Diego se convirtió en el primer equipo de Grandes Ligas en alcanzar las 10 victorias esta temporada, al imponerse 2-1 a Athletics en un juego en Sacramento.

El sonorense Luis Urías, como bateador designado de Athletics, no tuvo turno legal en el juego, pero logró aportar la única carrera de su equipo. Recibió una base por bolas en su primera aparición y más tarde elevó al jardín central para empujar a Zack Gelof desde la antesala.

Randy Vásquez tuvo una sólida apertura para Padres al permitir apenas un hit en cinco entradas. Aunque admitió la carrera del exequipo de Oakland, fue suficiente para quedarse con su primer triunfo del año, apoyado por una impecable labor del relevo: Adrian Morejón, el mexicano Jeremiah Estrada, Jason Adam y Robert Suárez colgaron ceros el resto del camino. Suárez se apuntó su tercer salvamento en lo que va de la temporada.

Xander Bogaerts fue clave a la ofensiva al conectar tres imparables y anotar ambas carreras de San Diego, equipo que lidera el Oeste de la Nacional. Cruzó el plato en el tercer episodio tras un elevado de sacrificio de Gavin Sheets, y volvió a hacerlo en la quinta entrada con un sencillo productor de Oscar González.

Por Emmanuel Campa.

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*mcam