Croacia depende de sí mismo para avanzar a 8vos.

DOHA.– Croacia y Bélgica se enfrentan hoy en la tercera y definitiva jornada del Grupo F del Mundial, con unos croatas que cuentan con mayores posibilidades para avanzar a  los octavos de final, en un torneo en el que parecen ir de menos a más, mientras que los belgas deberán olvidar sus dudas y zanjar el cisma interno para no despedirse en primera ronda.

Comandados por un Luka Modric que ejerce de absoluto líder del grupo, como el jugador con más partidos internacionales (157) en la historia de su selección, Croacia llega reforzada al partido clave del grupo.

Tras un inicio algo dubitativo en Qatar, en un estreno en el que no pudo pasar del 0-0 ante Marruecos, los balcánicos supieron reponerse a tiempo para golear con contundencia (4-1) y eliminar a Canadá.

La selección entrenada por Zlatko Dalic se quitó los complejos y el nerviosismo típico de este tipo de torneos con un muy competitivo segundo encuentro que les permitió seguir con su dinámica en grandes campeonato.Y es que el techo de Croacia en el Mundial es muy alto, después de alcanzar la final, y perderla, en Rusia 2018. Seguramente, será la última oportunidad en un Mundial para esta generación, muy competitiva y reconocida por su trato de balón.

Esto se convierte en un aliciente más que suficiente para no abandonar Qatar en la primera fase y seguir soñando en la que es su sexta participación en un Mundial. Para ello, Croacia, líder con cuatro puntos, depende de sí misma. Obviamente, le sirve la victoria sobre Bélgica, aunque también el empate. Si pierde ante los belgas, deberá esperar que Canadá se imponga a Marruecos y tener una mejor diferencia de goles en comparación con los africanos.

Dalic deberá decidir si da continuidad a un bloque defensivo casi infranqueable hasta el momento -sólo un gol en contra-, gracias a la fortaleza de sus centrales Josko Gvardiol y Dejan Lovren, apercibido, con la mezcla perfecta entre juventud.

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*mcam

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