Buick Encore GX 2020, un cambio radical

La Buick Encore GX 2020 creció en todos los sentidos, para transformarse en una camioneta más amplia y mejor equipada que su antecesora automática

Fotos: Nacho Galar
Fotos: Nacho Galar

CIUDAD DE MÉXICO.

Deja de tallarte los ojos, tu mirada no te engaña, lo que tienes frente a ti son las imá­genes de la nueva Encore, la camioneta más vendida de Buick, una que, tras haberse sometido a una cirugía ma­yor, por fin logró sacudirse la sombra que le hacía su tre­mendo parecido con la Che­vrolet Trax.

De la anterior, práctica­mente, ya sólo le quedó el nombre, al que ahora se in­corporan las letras GX por delante y, además del dra­mático cambio de imagen, recibió un transplante de co­razón, por lo que bajo el co­fre encontrarás un motor de tres cilindros turbocargado. Sí, leíste bien, serán sólo tres cilindros los que impulsarán a esta camioneta.

Parte del secreto para que esto fuera posible fue una drástica reducción de peso, pues mientras nosotros co­míamos todo lo que se nos atravesaba en las fiestas de­cembrinas y subíamos de peso, a la Encore de 1,447 ki­logramos la pusieron a una rigurosa dieta que le permitió bajar 87 kg. los cuales hacen toda la diferencia a la hora de pisar el acelerador.

Además, por si esto fuera poco, quienes se hayan subi­do a la anterior Encore y hoy abran la cajuela de la nueva generación encontrarán un incremento del espacio de carga de 25 %, el cual defini­tivamente lleva a esta camio­neta a otra categoría, que es más larga y más ancha que su antecesora.

Con las cualidades y áreas de oportunidad de la ante­rior generación bien identifi­cadas tomamos un avión con destino a Oaxaca, para pro­bar allá el modelo 2020.

La principal duda que que nos invadía era cómo un mo­tor de tres cilindros 1.3 litros se movería mejor que uno de cuatro cilindros de 1.4 litros.

Nuestra primera impre­sión fue como copilotos y en ningún momento senti­mos que hubiera falta de po­tencia, por el contrario, nos sorprendió la comodidad de la marcha, con significativas mejoras y la ausencia total de filtraciones de ruido, que eran frecuentes en la genera­ción anterior.

El comportamiento de la nueva suspensión de la En­core GX (delantera McPher­son y trasera independiente de alto desempeño), traba­jando para una nueva arqui­tectura le dará a los clientes de Buick muchas satisfaccio­nes, toda vez que es confor­table a bajas velocidades y predecible cuando se exige la mayor potencia del motor turbocargado.

Apenas llegó nuestro tur­no al volante, no dudamos en atacar el acelerador con de­terminacón, en ese momento cuando notamos la enorme diferencia entre el pasado y el presente de la Encore. El incremento de 17 caballos de fuerza (155 hp), a pesar de que el nuevo motor es más pequeño y, sobre todo, la respuesta de las 26 libras-pie de torque extra (en total 177 lb-pie) de las que ahora se dispone nos permitieron dis­frutar de una aceleración progresiva que rápidamen­te te permite superar los 120 kilómetros por hora sin que siquiera lo sientas.

Aunque en el papel el nombre de una transmisión antecesora automática CVT no nos hacía mucha gracia, en la práctica resultó ser mejor que la au­tomática de seis cambios que sustituye, pues además de ayudar a mejorar los consu­mos de combustible es tam­bién muy efectiva a la hora de llevar el motor a su máxi­ma expresión, que se en­cuentra en las 1,600 y 4,000 revoluciones por minuto.

Cabe aclarar que, ade­más de todos los números que reportan un mejor com­portamiento de la versión GX 2020, lo que más nos agradó fue la percepción de haber tenido en nuestras manos un auto más refinado en cuanto a su calidad de marcha, más ágil a altas velocidades y más firme en terrenos irregulares.

 

 

LOS DETALLES QUE HACEN LA DIFERENCIA

Era hora de disfrutar todas las monerías que han llegado en el modelo 2020.

En principio de cuentas, el sistema de infoentrete­nimiento ahora se sirve de una pantalla táctil más gran­de, de ocho pulgadas, que proyecta un nuevo sistema de infoentretenimiento que cuenta con Apple Car Play y Android Auto y ofrece carga­dor inalámbrico para teléfo­nos móviles.

Ya desde el anterior mo­delo tenía On Star y Wifi a bordo, aunque ahora ya está disponible un plan de datos ilimitados para que hasta sie­te dispositivos puedan echar mano del internet 4G LTE.

En cuanto a los temas de seguridad, la protección de los ocupantes corre a cargo de 8 bolsas de aire que, por fortuna, no pudimos probar.

Como buen auto de última generación integra una cá­mara de visión de 360 grados, asistente de colisión frontal, que en un par de ocasiones nos ayudó a corregir erro­res que cometimos mientras conducíamos por el centro de Oaxaca, así como alerta de tráfico trasero.

La dirección es electróni­camente asistida y el sistema de frenos es electrohidráulico con ABS.

Los nuevos rines son de 18 pulgadas y la cereza del pas­tel corre a cargo de un nue­vo techo panorámico que nos permitió disfrutar de un cie­lo hermoso a nuestro arribo a Matatlán, lugar conocido como la capital mundial del mezcal.

Para acabar con las eter­nas las peleas de a qué tem­peratura debe estar el auto y qué tanta intensidad hay que aplicar al aire acondiciona­do, éste es de dos zonas in­dependientes y cuenta con ionizador para limpiar el aire.

Por el momento no hay muchas jugadoras en este segmento del mercado, que incorporen motores tan ver­sátiles, rápidos, potentes en la carretera y eficientes en la ciudad, y con el ascenso que Buick le dio al equipamien­to y espacio interior ha con­vertido a la Encore en una de las camionetas urbanas más interesantes de México, con una dosis extra de lujo, que siempre se agradece.

 

 

EL PODER DEL TURBO

Una de las grandes noveda­des de la nueva generación de la Buick Encore se encuen­tra a nivel mecánico, pues la fir­ma estadunidense reemplazó el anterior motor de cuatro ci­lindros 1.4 litros turbocargado por un propulsor más pequeño, poderoso, eficiente y menos contaminante.

Desde la óptica de la inge­niería aplicada a los motores de combustión interna, al redu­cir la cilindrada de un motor, el consumo de combustible y las emisiones contaminantes tam­bién disminuyen, sin embargo, también la potencia y el torque se ven afectados, por lo que deben ser compensados de alguna forma.

Partiendo de este princi­pio, los ingenieros de General Motors se enfocaron en crear un nuevo propulsor de tres cilindros de 1.3 litros turbocar­gado para impulsar a la Encore 2020, el cual no sólo es más compacto y ligero, sino que, además, ofrece 17 caballos de fuerza más (que podrían parecer insignificantes pero que cobran todo el sentido si tomamos en cuenta que es un motor de tres cilindros y no de cuatro como el anterior) pero que en torque ganó 26 libras-pie.

Esto se traduce en una res­puesta más ágil e instantánea de todo el conjunto al pisar el acelerador. Esencialmente, esto se consigue colocando un turbocompresor que envía aire con mayor presión (las veces que se puede reducir el volumen original de la mezcla aire-gasolina en los cilindros) a las cámaras de combustión, así como un incremento en la relación de compresión para aumentar el torque.

Para poder sustentar esta ecuación, el bloque está aco­plado a una transmisión auto­mática CVT que se encarga de administrar de manera eficaz la energía mecánica a las ruedas delanteras.

-Por Pablo Monroy

 

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