Toronto revive en Seattle
Con Vladimir Guerrero y Max Scherzer como emblema, Blue Jays venció 8-2 a Mariners y empató la serie que ahora volverá a Canadá

Antes de abordar el vuelo, los rostros de los peloteros de Toronto tenían el tono de quien carga una despedida. Dos derrotas en casa y una serie que parecía perdida. Pero apenas tocaron Seattle, la piel del equipo cambió. Como si hubieran dejado sus problemas en la frontera, los Blue Jays recordaron que el beisbol aún concede milagros a los que se atreven.
El ambiente en el T-Mobile Park fue un rugido que prometía devorar a cualquiera. Max Scherzer no se inmutó. A los 41 años lanzó como si estuviera firmando un pacto con el tiempo. Cinco entradas y dos tercios bastaron para domar el ímpetu de Mariners y silenciar a una afición que había comenzado la noche como un volcán. Permitió tres hits, dos carreras, cuatro bases por bola y ponchó a cinco. Fue su sexta aparición de postemporada con un equipo distinto, una marca que sólo otros cuatro beisbolistas en la historia han alcanzado. Primera victoria en playoffs desde 2019.
Seattle golpeó primero con un cuadrangular solitario de Josh Naylor, pero Toronto respondió con un rugido colectivo. En el tercer inning, Andrés Giménez sacó la pelota por el jardín derecho y encendió la chispa. Con las almohadllas llenas, Daulton Varsho recibió base por bola para ampliar la ventaja. George Springer firmó un doble que empujón una carrera más. En un abrir y cerrar de ojos, los Blue Jays estaban al mando 4-1 y con el alma encendida.
TAL VEZ TE PUEDE INTERESAR: Dodgers se pone un triunfo de la Serie Mundial
Una Piedra no tan sólida
Luis Castillo, el as de Mariners, no resistió la embestida. Dos innings, cinco hits, tres carreras y la sensación de que algo se desmoronaba en Seattle.
Toronto no sólo ganó el juego 8-2. Recuperó su identidad.
El dominicano Vladimir Guerrero Jr, despertó de su letargo en Toronto y conectó su quinto cuadrangular de la postemporada.
Ningún equipo ha ganado en su propio campo en esta serie y ahora está garantizado que la historia volverá a escribirse en Toronto. Los Blue Jays se niegan a ser estadística. Saben que los equipos que pierden 0-2 apenas tienen un 16.5 por ciento de posibilidades de ganar una serie, pero también entienden que la pelota muchas veces no obedece a los porcentajes, sino al corazón.
El camino de Seattle hacia su primera Serie Mundial tendrá que pasar por Canadá si quieren seguir soñando. Toronto, mientras tanto, ha encontrado algo más que un triunfo. Encontró su fe, justo al sur de su frontera.
EL EDITOR RECOMIENDA



