Andrés Guardado, el hombre sin miedo

El capitán del Tricolor se atreve, sin temor, a poner a la Selección Mexicana en lo más alto de Rusia, más como una meta que como un discurso motivación

Guardado será clave en el medio campo de México en Rusia 2018. El capitán puso la vara muy alta para el Tricolor (Fotos: Mexsport)
Guardado será clave en el medio campo de México en Rusia 2018. El capitán puso la vara muy alta para el Tricolor (Fotos: Mexsport)

CIUDAD DE MÉXICO.

Nunca le tuvo miedo a los grandes escenarios. Ni a la Primera División, al América, al Mundial, ni a Argentina. Ahora, Andrés Guardado (Guadalajara, Jalisco 1986) mira de frente a cualquier rival, pero acepta que le intimida la figura de Rafael Márquez.

Al nuevo capitán ya no se le ven los rizos volando en cada arrancada por la izquierda. El tiempo, incluso, hizo que dejara la banda y se metiera al tránsito del medio campo, donde su inteligencia y madurez es más aprovechada para ir al frente y buscar opciones de gol. La zurda es la que no cambia. No le den metros porque los corre y toma vuelo para disparar. Y anota.

ATREVIDO INICIO

El primer cambio de posición vino en su segunda oportunidad con Atlas. Tras irse por no tener minutos en fuerzas básicas, se fue a entrenar con su hermano al Cihuatlán en Segunda División, donde Daniel Guzmán y su cuerpo técnico le recomendaron dejar la delantera e ir atrás. Con esa condición volvió a los Rojinegros: jugar en medio campo, donde despuntó.

Debutó en Primera por la banda izquierda, como lateral y abierto en medio campo. No pudo ocultar su vocación ofensiva y se sumaba al ataque. Los disparos de media y larga distancia con los Zorros lo llevaron rápidamente a la Selección Mexicana de Ricardo Antonio La Volpe.

En esa posición compitió con Antonio Olvera en el Tricolor para hacerse de un lugar para Alemania 2006. Lo ganó con atrevimiento. A sus 19 años jugó su primer Mundial. Debutó contra Argentina en los octavos de final, el futbol lo tenía, las ganas se desbordaban, pero los músculos lo traicionaron y no pudo terminar el encuentro por calambres.

Esos minutos en el Mundial y los dos goles que le metió a Guillermo Ochoa en el estadio Jalisco en un Atlas-América, dice, le valieron que el Real Madrid pusiera sus ojos en él, pero la oferta no convenció a los Rojinegros porque, además, era para llegar al Castilla, las inferiores ‘merengues’. A España arribó más tarde, pero no a un gigante como el club blanco.

Su historia con México siguió después de esa experiencia, más fortalecido. Más aún con su venta al Deportivo La Coruña, donde vivió un descenso y se mantuvo en Segunda por cariño y agradecimiento al club, pero de vuelta en Primera su calidad le pidió a gritos un nuevo reto. Y vino Valencia, pero no fue el mismo. Se fue al Bayer Leverkusen, y tampoco. Hasta que en el PSV pudo reinventarse con Phillip Cocu como estratega.

Quien fuera contención de Holanda y Barcelona le vio condiciones a Guardado para ser su líder en medio campo, en el centro, para que el futbol desplegado por el equipo de Eindhoven fuera orquestado en cancha por el mexicano. Ganó dos ligas y el cariño de una afición que lo despidió como ídolo cuando llegó la oportunidad de su revancha española con el Betis, al que apuntaló para devolverlo al plano internacional en la Europa League.

NUEVO CAPITÁN

A Guardado no le tiemblan las piernas. Lo dejó claro al anotarle a Croacia en Brasil 2014, su tercer Mundial. Desde su debut, el tapatío es indispensable en el Tricolor, por su futbol y por la mentalidad. Es el nuevo líder, el que da la cara para pedir disculpas a la afición por la goleada 7-0 ante Chile, el día que se toco fondo, y el mismo que vuelve a golpear al miedo al decir que México puede ser campeón del Mundo. El límite.

Gran capitán, muy buen líder, zurdo, no hay muchos, y por el momento que está pasando indiscutiblemente que podemos consolidar un centro de campo muy fuerte”, dijo Juan Carlos Osorio sobre el futbolista del Betis, su bastión en el medio campo junto a Héctor Herrera.

Guardado salta a defender a los suyos, entre ellos al profesor Osorio, con quien aseguró se sienten importantes y capaces de hacer cosas grandes con el Tricolor en Rusia 2018. Las piernas tampoco le temblarán contra Alemania, mucho menos contra Corea o Suecia. Incluso ante un hipotético enfrentamiento con Brasil en otra ronda.

Si llegamos al quinto partido ya nadie nos para”, confesó Guardado en meses previos a la Copa del Mundo.

Con 35 años llegaría a un posible quinto Mundial con el país al que le cuesta desapegarse de sus ídolos, como en el caso de su referente, Rafael Márquez. A Guardado, el tiempo es el que menos lo intimida, pero es ahora o nunca.

fdr

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