Reabrirán estadio Wilfrido Massieu

Después de 15 años sin abrir sus puertas para el futbol americano, el inmueble será casa de los equipos del Politécnico

El estadio Wilfrido Massieu dejó de ser sede de grandes eventos en el 2000. Foto: Archivo Excélsior

El 27 de septiembre de 1997 se vivió una de las jornadas más oscuras en la historia del futbol americano nacional, por el enfrentamiento de aficionados en un partido entre los Cóndores de la UNAM y la Águilas Blancas del IPN, lo que provocó que las autoridades del Politécnico dejaran de usar el estadio Wilfrido Massieu para este deporte y, tres años después, lo cerraran debido “a fallas geológicas”.

Luego de 15 años de mantener sus puertas cerradas, el inmueble ubicado en Zacatenco reabrirá sus puertas para un partido de la ONEFA luego de que los equipos del Politécnico han tenido que andar como gitanos desde entonces.

Hoy a las 11:00 horas, los Potros Salvajes de la UAEM visitarán a las Águilas Blancas, y posteriormente jugarán los Burros Blancos del IPN ante los Frailes del Tepeyac, en lo que será un gran acontecimiento para la historia de los equipos del IPN que regresan al estadio construido en 1959 y con capacidad para 13 mil aficionados.

El coach de las Águilas Blancas, Enrique Zárate, quien tuvo la oportunidad de jugar en el estadio, apuntó que sus jugadores llegarán motivados al encuentro no solamente por el duelo en sí, sino porque saben la importancia del Willy para la historia del futbol americano del IPN.

Yo jugué entre 1987 y 91, y es algo muy diferente jugar en casa. Al momento de llegar al Willy, sabes que tu campo está dentro de las instalaciones, es motivante porque ves los colores guinda y blanco”, apuntó Zárate.

El coach de Pumas CU, Raúl Rivera, fue parte de ese duelo en el que los llamados porros de las vocacionales 2 y 5 generaron temor, violencia y crisis con petardos, piedras y botellas, lo que sirvió para demostrar que más allá de la rivalidad entre Pumas y Poli, existe la hermandad del juego en sí.

A mí me entrevistan después de ese partido y recuerdo que dije que un partido de 40 mil personas no puede ser efectuado en un estadio para seis mil”, recordó Rivera. “Recuerdo una gran hermandad entre jugadores del IPN y de la UNAM. Estuvimos juntos y unidos para que las familias estuvieran protegidas.

Trabajamos unidos para que las cosas salieran bien y en la primera oportunidad que tenga voy a regresar a ver un partido en el Wilfrido Massieu como un espectador más de futbol americano nacional”, agregó el ahora coach de la UNAM.

A mí me tocó como jugador de Cóndores, y la verdad estoy muy contento sin ser politécnico por la apertura del estadio”, aseguró Rivera. “El futbol americano nacional necesita espacios y creo que los equipos del IPN lo van a aprovechar para obtener mejores resultados”.

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