Vacuna contra cáncer de mama muestra resultados favorables en fase 1

Una vacuna experimental mostró seguridad y activó respuesta inmune en 74% de pacientes con cáncer de mama triple negativo, uno de los subtipos más agresivos.

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Una vacuna experimental en fase 1 tuvo resultados significativos

Una vacuna experimental dirigida contra el cáncer de mama triple negativo —uno de los subtipos más agresivos y difíciles de tratar— mostró resultados alentadores en un ensayo clínico de fase temprana, al generar respuesta inmunitaria en casi tres cuartas partes de las participantes y demostrar un perfil de seguridad favorable.

Los resultados fueron presentados el 11 de diciembre de 2025 durante el Simposio sobre Cáncer de Mama de San Antonio, uno de los encuentros científicos más relevantes a nivel internacional en esta especialidad.

¿Qué mostró el ensayo clínico contra el cáncer de mama?

El estudio de fase 1 fue realizado por Cleveland Clinic en colaboración con Anixa Biosciences y contó con financiamiento del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

En total, participaron 35 mujeres divididas en tres grupos: sobrevivientes de cáncer de mama triple negativo en etapa temprana con alto riesgo de recurrencia; mujeres sin cáncer, pero con mutaciones genéticas que optaron por una mastectomía preventiva; y pacientes que recibieron la vacuna en combinación con pembrolizumab, un inmunoterapéutico ya aprobado.

De acuerdo con los investigadores, la vacuna activó respuestas inmunológicas medibles en el 74% de las participantes, específicamente a través de la producción de interferón gamma e interleucina-17, dos marcadores clave de activación del sistema inmune.

Además, cumplió con todos los criterios de seguridad establecidos, con efectos secundarios leves, principalmente irritación en el sitio de aplicación.

“El cáncer de mama triple negativo sigue siendo uno de los subtipos más complejos de abordar desde el punto de vista terapéutico”, explicó el doctor G. Thomas Budd, investigador principal del Instituto del Cáncer de Cleveland Clinic. “La respuesta inmunitaria observada respalda continuar con su evaluación clínica”.

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Un blanco específico para un cáncer sin opciones dirigidas

El cáncer de mama triple negativo representa entre el 10 y el 15% de todos los casos de cáncer de mama, pero está asociado con una mayor tasa de mortalidad. Se caracteriza por la ausencia de receptores hormonales y de HER2, lo que limita las opciones terapéuticas y deja a la quimioterapia como el tratamiento principal.

Este subtipo es más frecuente en mujeres jóvenes, en mujeres negras y en pacientes con mutaciones del gen BRCA1, donde llega a representar hasta el 80% de los tumores mamarios.

La vacuna experimental se dirige a la α-lactoalbúmina, una proteína que se expresa durante la lactancia, pero que normalmente no está presente en el tejido mamario adulto.

Sin embargo, estudios previos han demostrado que esta proteína aparece en cerca del 70% de los tumores de cáncer de mama triple negativo, lo que la convierte en un blanco atractivo para una estrategia preventiva y terapéutica.

Este enfoque se basa en investigaciones del doctor Vincent Tuohy, científico de Cleveland Clinic fallecido en 2022, quien demostró en modelos animales que la vacunación contra α-lactoalbúmina podía prevenir el desarrollo de tumores mamarios. Sus hallazgos fueron publicados originalmente en Nature Medicine.

¿Qué sigue para la vacuna contra el cáncer de mama?

Anixa Biosciences informó que planea iniciar un ensayo clínico de fase 2 hacia finales del próximo año, con el objetivo de evaluar si la vacuna puede reducir el riesgo de recurrencia en pacientes con cáncer de mama triple negativo. Este estudio tendría una duración estimada de dos a tres años.

También se analiza un nuevo protocolo que combine la vacuna con inmunoterapia en pacientes recién diagnosticadas. En el ensayo actual, cinco participantes que recibieron ambos tratamientos no presentaron efectos adversos relevantes más allá de reacciones locales leves.

“Todavía es temprano para saber si esta respuesta inmunitaria se traducirá en una reducción real del riesgo de recurrencia o incluso en la prevención del cáncer”, advirtió Budd. Las participantes serán seguidas durante cinco años para evaluar resultados a largo plazo.

bgpa