El trasplante que usa tus propias células para frenar al cáncer
El trasplante autólogo de células madre consiste en usar células propias del paciente para restaurar la médula ósea tras quimioterapia intensiva.

El trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas, también conocido como trasplante autólogo de médula ósea, es un procedimiento médico que ha revolucionado el tratamiento de distintos cánceres hematológicos.
A diferencia de un trasplante alogénico —que utiliza células de un donador—, en este caso se emplean las propias células madre del paciente, lo que reduce riesgos de rechazo e incrementa la seguridad del proceso.
Este procedimiento se recomienda principalmente en mieloma múltiple y linfomas (Hodgkin y no Hodgkin), aunque también se ha utilizado en algunos tumores sólidos como el cáncer testicular avanzado o ciertos tumores cerebrales en niños.

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¿Cómo funciona el trasplante autólogo?
El proceso se lleva a cabo en varias etapas:
- Recolección de células madre: se extraen de la sangre o la médula ósea del propio paciente.
- Quimioterapia de alta dosis: se administra para eliminar la mayor cantidad posible de células cancerígenas.
- Reinfusión: las células madre previamente recolectadas se devuelven al paciente para que la médula ósea se regenere y vuelva a producir células sanguíneas normales.
El objetivo es permitir que los médicos puedan usar quimioterapia más agresiva sin dejar al organismo sin capacidad de regenerar la sangre.
¿Cuáles son los principales beneficios del trasplante autólogo?
- Menor riesgo de rechazo: al ser células del propio paciente, no se presentan complicaciones como la enfermedad injerto contra huésped, típica de los trasplantes alogénicos.
- Mejores periodos de control de la enfermedad: en mieloma múltiple, por ejemplo, los pacientes trasplantados alcanzan en promedio más de 4 años sin progresión de la enfermedad, cifra que puede ser aún mayor con terapias de mantenimiento.
- Mayor supervivencia global: estudios recientes reportan que los pacientes candidatos pueden superar los 10 años de expectativa de vida, y con combinaciones modernas de fármacos se proyectan hasta 17 años de supervivencia libre de progresión en algunos casos.

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¿Cuáles son las limitaciones del trasplante autólogo?
Aunque efectivo, el trasplante autólogo no está exento de retos:
- No garantiza la curación: en la mayoría de los casos se trata de un tratamiento que prolonga la vida y mejora la calidad, pero las recaídas siguen siendo posibles.
- Toxicidad de la quimioterapia: el uso de dosis altas puede provocar infecciones, anemia y fatiga severa, aunque suelen ser manejables con cuidados médicos.
- Acceso limitado: en países como México, el procedimiento se concentra en centros de referencia y no todos los pacientes logran acceder a él, a pesar de ser la opción estándar en varias enfermedades hematológicas.
¿Quiénes son candidatos?
No todos los pacientes diagnosticados con cáncer de sangre pueden recibir un trasplante autólogo. Entre los principales criterios destacan:
- Buen estado general y funcionalidad.
- Comorbilidades controladas (diabetes, hipertensión, cardiopatías).
- Edad que permita tolerar quimioterapia intensiva (aunque se han trasplantado pacientes de más de 70 años con éxito).
En la práctica, solo entre 20% y 50% de los pacientes diagnosticados terminan recibiendo un trasplante autólogo (https://www.myeloma.org/autologous-stem-cell-transplant ), dependiendo del acceso, la infraestructura hospitalaria y la decisión médica en función de cada caso.
El futuro del trasplante autólogo
El procedimiento se ha consolidado como una pieza fundamental del arsenal contra el cáncer. Actualmente, se combina con terapias modernas como anticuerpos monoclonales y tratamientos biespecíficos, que mejoran los resultados y reducen la probabilidad de recaídas tempranas.
Aunque el trasplante autólogo no cura por completo la enfermedad, sigue siendo una herramienta indispensable: un puente que brinda tiempo y esperanza mientras la investigación abre nuevas posibilidades terapéuticas.
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