Invierno y depresión: estudios recientes confirman aumento de síntomas
La reducción de luz solar, los cambios hormonales y las alteraciones en el sueño pueden detonar el Trastorno Afectivo Estacional (TAE)

La llegada del invierno no solo implica bajas temperaturas y menos horas de luz; también puede traer consigo un aumento significativo en síntomas depresivos. Este fenómeno, conocido como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), afecta a millones de personas en el mundo y comienza a recibir especial atención conforme se acumulan nuevas investigaciones sobre su impacto en la salud mental.
De acuerdo con el National Institute of Mental Health (NIMH), la disminución de luz solar altera la producción de melatonina y serotonina, lo que afecta el estado de ánimo, los niveles de energía y los patrones de sueño. Estos cambios pueden detonar tristeza persistente, fatiga, irritabilidad y pérdida de interés en actividades cotidianas.

Estudios recientes confirman la tendencia
Un metaanálisis publicado en 2025 en la base de datos PubMed —que analizó a más de 32 mil personas— reveló que alrededor del 5% de la población evaluada cumple criterios clínicos de TAE, mientras que un 9.3% presenta síntomas estacionales moderados.
Otra investigación de 2023, disponible en arXiv, utilizó datos de relojes inteligentes para monitorear durante dos años los hábitos de sueño, actividad y estado emocional de miles de voluntarios. Los resultados demostraron ritmos circadianos más irregulares durante invierno, menor actividad física y un aumento identificable en síntomas depresivos.
Acciones recomendadas
Especialistas en salud mental y organismos como el NIMH sugieren diversas medidas para mitigar los efectos del TAE:
- Exposición a luz natural durante la mañana
- Fototerapia con lámparas de 10,000 lux durante 20–30 minutos
- Mantener horarios regulares de sueño
- Actividad física constante
- Socialización y rutinas estructuradas
- Consulta con un profesional si los síntomas se intensifican

La fototerapia, en particular, se ha consolidado como una de las herramientas más efectivas para reducir síntomas en pacientes diagnosticados.
Un llamado a la prevención
El invierno no tiene por qué significar un deterioro del bienestar emocional. Con información basada en evidencia, hábitos saludables y atención temprana, es posible prevenir y manejar los efectos de la depresión estacional. Además, difundir esta información puede ser clave para que más personas identifiquen los síntomas y busquen apoyo oportunamente.

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