Esguinces: aprende a reconocerlos, tratarlos y evitarlos

Un esguince es una lesión que afecta a uno o más ligamentos de una articulación (las bandas de tejido que conectan los huesos entre sí). Ocurre cuando la articulación sufre un movimiento brusco que la fuerza más allá de su rango normal de movilidad, provocando el estiramiento o incluso la rotura de esos ligamentos. 

Las causas varían según la articulación, pero comúnmente incluyen:

• Torcer, girar o apoyar mal el pie o tobillo al caminar o al hacer deporte.  
• Caer sobre una mano extendida (por ejemplo, en esguince de muñeca).  
• Superficies irregulares, calzado inadecuado, fatiga muscular o falta de preparación física.  
• Haber sufrido previamente un esguince: la articulación ya debilitada es más propensa a recaer.  

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas dependen de la gravedad, pero los más frecuentes son:

• Dolor en la articulación afectada, especialmente al intentar moverla o apoyarla.  
• Hinchazón rápida alrededor de la articulación.  
• Moretones o cambio de color en la zona lesionada.  
• Limitación del movimiento de la articulación, sensación de inestabilidad, o incluso “chasquido” o “pop” al momento de la lesión.  
• En casos graves: dificultad o imposibilidad de apoyar la articulación, dolor directo sobre el hueso, adormecimiento. 

Te recomendamos: ¡Alerta! Uso indebido de omeprazol puede generar hasta fracturas

¿Qué puedo hacer si tengo un esguince?

El tratamiento depende de la gravedad:

1. Grado I: estiramiento leve
2. Grado II: rotura parcial
3. Grado III: rotura completa del ligamento y de la articulación afectada.

Algunas pautas generales:

Cuidados inmediatos (primeros días)

De acuerdo con la Clínica Mayo, es viable aplicar el método R.I.C.E. (“Rest–Ice–Compression–Elevation” / “Reposo–Hielo–Compresión–Elevación”):

1. Reposo (Rest): evitar actividades que provoquen dolor o hinchazón. En ocasiones se usan muletas o se evita apoyar la articulación.  
2. Hielo (Ice): aplicar compresas frías o baño de hielo durante 15-20 minutos varias veces al día, especialmente en las primeras 48 horas.  
3. Compresión (Compression): usar vendaje elástico o tubo de compresión para evitar hinchazón excesiva, sin apretar demasiado para no afectar la circulación.  
4. Elevación (Elevation): elevar la articulación lesionada por encima del nivel del corazón lo más posible para reducir la hinchazón.  

¿Qué viene después?

Una vez que el dolor y la hinchazón empiezan a disminuir, iniciar ejercicios de movilidad, fortalecimiento y equilibrio (idealmente bajo supervisión de fisioterapeuta).  

Analgésicos de venta libre: ibuprofeno, naproxeno o paracetamol para el control del dolor y la inflamación leve, si no hay contraindicaciones.  

Si hay deformidad, imposibilidad de mover o apoyar la articulación, sospecha de rotura severa o fractura, se requiere valoración por especialista, posibles radiografías, ecografía o resonancia magnética.  

En casos graves (lesión de grado III, daño múltiple de ligamentos, inestabilidad persistente) puede estar indicada la cirugía.  

Es importante que sepas que el tiempo de recuperación puede variar desde unos días hasta varias semanas o meses, dependiendo del grado de la lesión y de la articulación. 

¿Cómo lo prevengo?

Prevenir un esguince o reducir su recurrencia es posible mediante una serie de hábitos y ejercicios:

• Fortalecer los músculos de la articulación, mejorar la flexibilidad y trabajar el equilibrio.  
• Calentar antes de hacer deporte o actividades intensas que impliquen cambios de dirección, saltos o superficie irregular.  
• Usar calzado adecuado para la actividad y superficie; evitar tacones altos, zapatos inestables o superficie resbaladiza.  
• Si la articulación tiene historial de esguinces, considerar soportes o vendajes durante ciertas actividades.  
• Evitar la fatiga excesiva: músculos cansados sostienen peor la articulación y aumentan el riesgo.  

Un esguince es una lesión común pero que requiere atención adecuada: conocer las causas, reconocer los síntomas, aplicar un tratamiento inicial correcto y adoptar medidas de prevención son claves para una recuperación eficaz y para evitar complicaciones como la inestabilidad articular crónica.

Si bien muchos pueden manejarse en casa con cuidados adecuados, no dudes en buscar atención médica si hay dudas sobre la gravedad o evolución de la lesión.

Con información de la Clínica Mayo.

WFH