Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH; qué es y por qué se conmemora
El Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH busca impulsar el diagnóstico oportuno con pruebas gratuitas, confiables y accesibles para toda la población en México.

El Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH se ha convertido en una fecha clave para recordar que un resultado puede obtenerse en cuestión de minutos y cambiar por completo el rumbo de la salud de una persona.
Más allá de una campaña anual, esta jornada busca acercar herramientas accesibles, gratuitas y confiables que permiten identificar la infección a tiempo y acceder de inmediato al tratamiento disponible en el país.

Te puede interesar: VIH en México: 202 mil casos activos y un repunte preocupante en jóvenes
Por qué se conmemora Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH
El Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH se conmemora en México cada 24 o 25 de noviembre, según información del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida).
Esta fecha busca poner en el centro de la conversación el acceso al diagnóstico oportuno y el derecho de todas las personas a conocer su estado serológico. La jornada tiene como objetivo acercar pruebas rápidas, gratuitas, voluntarias y confidenciales, acompañadas de consejería antes y después del test.
Esta estrategia permite que cada vez más personas accedan a un diagnóstico temprano, inicio inmediato de tratamiento y acompañamiento especializado.
En México, la política de salud garantiza que toda persona diagnosticada con VIH reciba tratamiento antirretroviral gratuito, lo que convierte a la prueba en el primer paso para entrar al sistema de atención.
En otras palabras, hacerse la prueba abre la puerta a una atención oportuna que puede mejorar significativamente la calidad y esperanza de vida.

Te puede interesar: Censida: 80 mil personas en México podrían tener VIH y no lo saben
Por qué la prueba rápida de VIH es clave para la detección oportuna
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las pruebas rápidas de VIH permiten obtener resultados entre 1 y 20 minutos, lo que facilita su aplicación en hospitales, clínicas comunitarias, jornadas móviles y hasta en casa mediante autopruebas.
Su rapidez y accesibilidad son fundamentales para cumplir con las metas internacionales 95-95-95 establecidas por ONUSIDA y respaldadas por la OMS:
- 95% de las personas que viven con VIH deben conocer su diagnóstico.
- 95% de ellas debe estar recibiendo tratamiento.
- 95% debe alcanzar carga viral suprimida.
Lla OMS destaca que la expansión de pruebas rápidas y autopruebas es esencial para identificar a personas que aún no saben que viven con VIH. Esto es especialmente relevante en países donde el acceso a servicios de salud es desigual o limitado.
Además, la Organización reiteró la importancia de las pruebas rápidas al señalar que los test de bajo costo y con calidad asegurada son clave para fortalecer la prevención, evitar nuevas infecciones y garantizar el acceso al tratamiento, sobre todo en regiones con recursos reducidos.
Cómo funciona una prueba rápida de VIH y qué tan confiable es
Las pruebas rápidas de VIH detectan, principalmente, anticuerpos contra el virus, aunque algunas pruebas más recientes también identifican antígenos virales.
La OMS y plataformas especializadas como PrEPWatch explican que estos dispositivos utilizan tiras reactivas o casetes que funcionan con una gota de sangre obtenida por punción en el dedo o, en ciertos modelos, con fluido oral.
El proceso es sencillo y comprensible:
- Se obtiene la muestra (sangre o fluido oral).
- Se coloca en el dispositivo junto con un reactivo.
- Si hay anticuerpos contra el VIH, aparece una línea o marca visible.
En México, Censida aclara que un resultado reactivo en una prueba rápida no es un diagnóstico definitivo; este debe confirmarse con pruebas de laboratorio que siguen algoritmos validados. Estas pruebas confirmatorias incluyen técnicas más sensibles, como los ensayos de cuarta generación.
En cuanto a su confiabilidad, la OMS establece que las pruebas rápidas precalificadas presentan una sensibilidad y especificidad superiores al 99%, siempre que se utilicen e interpreten de forma adecuada.
Sin embargo, existe un concepto importante llamado “ventana diagnóstica”, que se refiere al periodo entre la infección y el momento en que la prueba puede detectarla. Dependiendo del tipo de test, una infección reciente podría tardar entre 4 semanas y 3 meses en ser identificada, por lo que en algunos casos se recomienda repetir la prueba.

Te puede interesar: Vacuna para prevenir VIH podría llegar el próximo año a México: GSK
Quiénes deberían hacerse la prueba rápida de VIH y cada cuánto tiempo
En años recientes, las recomendaciones internacionales han dejado atrás la idea de “poblaciones de riesgo” para enfocarse en patrones de conducta y exposición. Tanto la OMS como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sugieren realizarse la prueba con mayor frecuencia en los siguientes casos:
- Personas sexualmente activas con múltiples parejas.
- Quienes ejercen trabajo sexual.
- Personas que usan drogas inyectables.
- Parejas de personas que viven con VIH.
Censida, por su parte, enfatiza que toda persona sexualmente activa debería considerar la prueba, incluso si no cree estar en “alto riesgo”. Ampliar la cobertura diagnóstica es esencial para que más personas accedan a tratamiento y para reducir la transmisión.
Las guías internacionales recomiendan:
- Una vez en la vida para toda persona sexualmente activa.
- Una vez al año para quienes tienen parejas ocasionales o nuevas.
- Cada 3 a 6 meses para poblaciones con probabilidad elevada de exposición, como hombres que tienen sexo con hombres o personas que utilizan PrEP.
Un informe de OPS/ONUSIDA resalta que ampliar la disponibilidad de pruebas es indispensable para reducir nuevas infecciones en la región y alcanzar la meta de poner fin al sida como amenaza de salud pública para 2030.
El Día Nacional de la Prueba Rápida de VIH es una fecha clave para promover información clara, derribar estigmas y facilitar el acceso a pruebas gratuitas y confiables en todo el país.
Gracias al trabajo conjunto de instituciones como Censida, la Secretaría de Salud, la OMS y organizaciones civiles, cada vez más personas pueden conocer su estado serológico y recibir tratamiento oportuno.
La prueba rápida es una herramienta esencial para avanzar hacia un país con menos infecciones, diagnósticos más tempranos y una mejor calidad de vida para quienes viven con VIH.
EL EDITOR RECOMIENDA



